Siempre he estado convencido de que el pueblo de Guatemala merece otro destino y una vida mejor de la que ha tenido hasta ahora.
A lo largo de mi participación en el prolongado y difícil proceso de negociación, he podido cerciorarme de que es posible lograr y construir una paz justa y democrática en nuestro país.
He tenido el privilegio de participar y aportar, junto a mis hermanos de la Comandancia General, en la edificación de este magnifico proyecto, en el que hemos puesto lo mejor de nuestros esfuerzos y aspiraciones.
Soy consciente de que la situación creada con motivo del secuestro de la señora Novella ha supuesto un gran golpe a la credibilidad del proceso y afectado el clima de confianza entre las partes.
Pero estoy igualmente convencido que este desafortunado suceso ha sido utilizado por fuerzas retrogradas con el fin de interrumpir el proceso de negociación, romper la unidad revolucionaria y distorsionar la perspectiva democrática del país.
Esto ultimo afecta ilegítimamente los intereses de la sociedad en su conjunto y el futuro de Guatemala.
La gran causa nacional en este momento es salvar y rescatar intacto lo ya logrado en el proceso de negociación y culminarlo digna y consecuentemente, sin obstáculos que lo impidan.
Como Comandante en Jefe de la Organización del Pueblo en Armas, ORPA, e integrante de la Comandancia General de URNG, en medio de esta tormenta, con toda libertad y serenidad, he planteado ante mis hermanos de la Comandancia General, y ellos lo han aceptado, mi retiro de la mesa de negociaciones, como un gesto de mi parte para contribuir a allanar dificultades y garantizar condiciones ecuánimes y favorables en la culminación del proceso.
Lo hago con inmenso dolor, pero convencido de que es útil y necesario, y que los intereses de nuestro pueblo están por encima de cualquier consideración.
En uso de mis atribuciones, designare la representación de ORPA en la mesa de negociación.
En este momento difícil, me permito exhortar a los diferentes sectores de la sociedad guatemalteca y a la comunidad internacional en sus distintas expresiones, a seguir apoyando decididamente y sin restricciones el proceso de paz de Guatemala.