Siendo el poder popular el que surge desde abajo es fácil constatar que trae consigo los elementos centrales de nuestra nacionalidad: una tradición de lucha y organización, un mestizaje profundo y fecundo que quiere un país de “todas las sangres”, una voluntad indoblegable de asumir la conducción social y estatal en sus manos lo que implica la liberación nacional y social que acabe con la explotación y el subdesarrollo.
Pero la búsqueda de la identidad nacional pasa por hacer viable una democracia real, donde todos tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades de vida, trabajo, educación y bienestar. La democracia significa la participación firme y decidida en la conducción del país, significa también abrir las potencialidades políticas, económicas y científicas de nuestro pueblo, especialmente de su juventud.
Lo democrático en un país que lucha por su liberación, es en esencia el autogobierno del pueblo. Esa es la diferencia fundamental entre el nuevo poder y el poder de la burguesía. De lo que se trata en definitiva es que las riquezas naturales y los medios de producción pasen a manos del pueblo organizado y se desarrollen planes económicos y sociales a favor del interés popular y mayoritario.
Lo nacional se conjuga con lo democrático y popular, siempre y cuando resulte siendo construcción del pueblo que busca la igualdad, la justicia y la libertad, no en el papel, sino en la praxis social e institucional.
Así el nuevo poder popular, buscando la unidad de la diversidad, plantea y concreta un programa de liberación nacional y la construcción de la democracia popular como paso inmediato hacia el socialismo.
EL PODER POPULAR Y LA GUERRA REVOLUCIONARIA DEL PUEBLO
Es menester señalar que una revolución es más profunda, sólida, democrática y popular si es que en ella han participado el pueblo de manera significativa y heroica.
El poder popular se va construyendo en el componente central de la estrategia de guerra revolucionaria del pueblo, porque constituye el crisol donde el pueblo se forja para sumir la conducción del estado y la sociedad, luego del triunfo revolucionario. También porque es ahí donde se cristaliza la unidad más amplia de los revolucionarios, los demócratas y los progresistas en la lucha contra el imperialismo y la gran burguesía monopólica.
Cabe decir que la conciencia, organización y las armas harán posible que el pueblo pase de formas reivindicativas de lucha a formas insurreccionales. Es la conjugación de la política y de la ofensiva final y contundente contra el enemigo de clase.
Para ello, desde hoy, la consigna de “forjar poder popular” debe llevar en su seno la preparación conciente y profunda de las masas para la guerra y su incorporación paulatina y masiva.
También es importante señalar que no hay que confundir al poder popular con bases de apoyo, pues, el poder popular significa la participación masiva del pueblo en las tareas de la guerra propiamente dicha. No se trata del apoyo a la actividad revolucionaria, sino la participación decidida y fecunda para el triunfo popular.
En resumen, el poder popular es: CONCIENCIA, ORGANIZACIÓN Y ARMAS, sumado a ello la voluntad política de ganar la guerra revolucionaria del pueblo con la participación total.
FORMAS ORGANIZATIVAS DE PODER POPULAR
En la organización del poder popular lo fundamental es el establecimiento de niveles de organización popular que permita su centralización, politización y la resolución de una serie de problemas que enfrenta la comunidad (pueblo, comunidad o caserío) en un contexto de debilitamiento de la presencia del Estado reaccionario.
Organismo Central.- La máxima autoridad es la Asamblea General, en la cual hoy, se busca la participación total en la discusión de los problemas de la comunidad y sus mecanismos para solucionarlos. Asimismo se procede a la elección, previa evaluación, de los dirigentes del poder popular. La característica principal de estas autoridades es que pueden ser revocados de sus cargos en cualquier momento, por decisión de la misma asamblea que los eligió. Las comisiones que se forman para vida al poder popular son:
a) Comisión de Economía y Producción.- Dado que este poder se desarrolla en plena guerra revolucionaria, es preciso que esta comisión desarrolle su política en dos direcciones:
1. Promover, ayudar y participar en la elevación niveles de productividad, que les genere una mayor rentabilidad de forma que una parte de los excedentes pasen a manos de las fuerzas militares guerrilleras, principalmente en productos. Este es el paso previo para definir un nuevo enfoque en los precios de comercialización, como son las ventas globales o comunales y las compras también globales.
2. Paulatinamente ir modificando las relaciones de producción y el régimen de propiedad.
b) Comisión de Justicia.- La característica principal de la Justicia del Estado burgués es que no existe como norma de regulación equitativa en las relaciones humanas. La actitud del poder popular tiene que ser diametralmente opuesta. La justicia del pueblo debe ser omnipotente, en todos los campos y lugares. La lucha contra la delincuencia, la especulación, el acaparamiento, las inmoralidades, los abusos, la corrupción, las mafias de tráfico de la prostitución, la malversación, el narcotráfico, etc. debe ser implacable y justa por parte de esta comisión. También elabora las normas para su real cumplimiento. Es la asamblea la que sanciona su total cumplimiento, incluyendo las sanciones más duras. Ahora, la sanción debe eliminar al potencial enemigo y no crear más enemigos; debe servir para dar vida total al concepto de justicia y no para satisfacer apetitos personales o grupales. También debe pensar en trabajos en beneficios comunal.
c) Comisión de Seguridad y Autodefensa.- Esta comisión tiene el deber de velar por la seguridad comunal y su defensa del poder popular. Tiene como principal objetivo de lucha contra los soplones, los infiltrados, los delatores y la organización de la defensa territorial de la comunidad. Para lo cual se organiza en tareas de vigías; para avisar la llegada del enemigo; en tareas de autodefensa aérea construyendo refugios antiaéreos o trasladándose a zonas de repliegue; en tareas de hostigamiento y ataque a puestos enemigos, con uso de explosivos y armas que pueden ser usados como trampas; en tareas de vigilancia a potenciales enemigos del poder popular, para buscar su eliminación o neutralización real y efectiva.
d) Comisión de Educación y Cultura.- Esta comisión propende a desarrollar una política educativa y cultural que enfatice el aprendizaje de las luchas de nuestro pueblo y su capacidad para construir una nueva sociedad desde abajo. Busca elaborar diferentes contenidos educativos para enseñar a los niños de las escuelas revolucionarias. También dar pasos importantes en la alfabetización de los mayores, los materiales orgánicos deben servir para esta tarea. En el aspecto cultural se debe enfatizar la formación de grupos musicales o teatrales que personifiquen la reconquista de nuestras raíces nacionales.
e) Comisión de Política y Propaganda.- Su labor es fundamental en la concientización y politización de la población. Tiene como misión fundamental lograr la adhesión ideológica y política de las masas. La convicción del pueblo por la revolución hace posible que esta sea fuerte y sólida tanto en la construcción como en su defensa. El socialismo como nueva sociedad necesita de los mayores esfuerzos populares para su concreción, por ello la tarea de esta comisión se torna un importante en su acción. La elaboración de folletos, periódicos murales, grabados artesanales, cuadros, canciones, poesía, teatro, radios locales, festivales populares y charlas políticas y populares son las acciones más simples pero efectivas para lograr ganar la mente y los corazones del pueblo que construye su poder popular. Cada lugar debe tener un mimeógrafo artesanal.
f) Comisión de Servicios.- Esta comisión vela por el funcionamiento efectivo de dos tipos de servicios:
1. Infraestructura, como son: locales comunales, escuelas, caminos, acequias, puentes, linderos y terrenos comunales; y,
2. Sociales, como: partidas de nacimiento, matrimoniales, defunciones, títulos de propiedad, etc.
g) Comisión de Salud.- Se encarga de velar por llevar adelante una política preventiva sanitaria, como: verificar la existencia de silos familiares, vacunas a los niños, aseo de las casas y lucha contra el hacinamiento, acción contra enfermedades de los animales que pueden generar plagas, enseñar el aseo personal, etc. es decir evitar las enfermedades y muertes inútiles.
Así en medio del combate, de la rabia contra el enemigo sanguinario, de dolor de tantos siglos de explotación, nuestro pueblo convierte en huesos y carne aquella enseñanza del Amauta José Carlos Mariátegui: “La revolución no será ni calco ni copia, sino creación heroica de las masas revolucionarias”.