Con nuestra más honda solidaridad revolucionaria, jubilosos saludamos hoy a los hijos del pueblo.
Partiendo de hacer un pequeño recuento de su rica experiencia obtenida en el siglo XX, siglo de la revolución, recordemos cuando el camino del pueblo peruano se elevó a la forma superior de lucha: la guerra popular: hito de transformación social revolucionaria de mayor trascendencia de la historia peruana, en donde miles de campesinos, proletarios, trabajadores, ambulantes, estudiantes, jóvenes y mujeres de las cuatro clases que conforman el pueblo se incorporaron a los tres instrumentos de la revolución bajo las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo y su aplicación a la realidad concreta del Perú de los 80.
Tomando en cuenta que al término de ese siglo XX por repercusión de la derrota ocasionada por el nefasto oportunismo de derecha escisionista, del mercenarismo caudillista, militarista burgués, como consecuencia de una ofensiva del camino burocrático que se imponía a sangre y fuego aniquilando la guerra, sentando bases para el neoliberalismo pro imperialista y arrasando los beneficios, conquistas, derechos y libertades democráticas conquistadas en su lucha popular y en su lucha revolucionaria, vivió años difíciles en su lucha y organización que resumimos en: el repliegue de los 90.
Resaltamos que en esta concluida primera década del siglo XXI el pueblo haya sacado la rica lección de que su camino, el camino del pueblo, ese camino distinto y opuesto al camino de la gran burguesía compradora y pro imperialista, su camino es propio, autónomo y sirve a los intereses de las inmensas mayorías que conforman el pueblo. Que su camino propio y autónomo es un incesante luchar, fracasar y volver a luchar hasta la victoria final. Que su camino ha salido del repliegue y ha entrado a un nuevo momento de la lucha popular signado por la lucha por sus derechos fundamentales, nuevo momento de la lucha popular que tiene como perspectiva inmediata desarrollarse. Diez años teñidos de extensión y explosividad de sus luchas a la misma vez que adolecía de una dirección proletaria capaz de señalar rumbo, centralizar y elevar su lucha y organización.
Contra la evolución del capitalismo burocrático el pueblo debe desarrollar su camino propio sin dejarse desviar ni caer en la trampa de falsos representantes del pueblo.
Nosotros prisioneros políticos y de guerra, parte de los hijos del pueblo nos reafirmamos en seguir sirviendo a desarrollar su camino de todo corazón persistiendo en luchar por conquistar nuestra libertad.
No permitir que la más grave crisis del sistema capitalista aherroje al pueblo en los nefastos planes del capitalismo burocrático que proseguirá con o sin neoliberalismo.
Desarrollar el nuevo momento de la lucha popular.
¡VIVAN LOS HIJOS DEL PUEBLO!
Perú, diciembre 2009
Comité Nacional de Prisioneros Políticos y Prisioneros de Guerra