Vigencia del alzamiento en armas

VIGENCIA DEL ALZAMIENTO EN ARMAS

El ELN nació el 4 de julio de 1.964 y apareció públicamente el 7 de enero de 1.965 con la toma de la población de Simacota, en el Departamento colombiano de Santander.

Nuestra aparición pública dejaba claro que nos levantábamos en armas contra un régimen represivo, excluyente y explotador, responsable de la sangrienta guerra civil llamada "La Violencia", que dejó más de 300 mil muertos y alrededor de un millón de desplazados.

Ese abominable acontecimiento cuya responsabilidad es del régimen, quedó en la más completa impunidad. Del sacrificio de los muertos y desterrados se enriquecieron terratenientes y burgueses, quienes acrecentaron sus latifundios con la tierra de sus víctimas y consiguieron mano de obra barata para sus nacientes empresas.

El nivel represivo de la oligarquía no solo fue la llamada Violencia de los años 50, cuando asesinaron al dirigente popular Jorge Eliécer Gaitán, que les amenazaba el monopolio de su gobernabilidad, sino el posterior asesinato de estudiantes, obreros y campesinos que se atrevían a ejercer su derecho a denunciar, disentir o protestar ante la violencia oficial.

Colombia venía de la Masacre de las bananeras de 1.928, donde los trabajadores fueron asesinados por reclamar sus derechos. El régimen los mató para garantizarle los dominios a la misma empresa estadounidense, que recientemente fue condenada por financiar los paramilitares en el Urabá antioqueño.

Estos antecedentes históricos nos dieron del derecho a la rebelión, que mantenemos desde entonces y que continuamos defendiendo porque contrario a lo que piensan algunos, en Colombia hoy sigue siendo válido el levantamiento en armas, pues la esencia del régimen sigue siendo altamente represiva y excluyente. Además institucionalizó el terrorismo de Estado y cada día se hace más difícil encontrar una salida política al conflicto, esfuerzo que el ELN mantendrá a pesar de la estrechez que encuentra para desarrollarlo.

Nuestro caminar revolucionario en estos 45 años no ha estado exento de errores, los más graves los hemos reconocido en su momento y nos asiste la dignidad y coraje para seguirlos reconociendo cuando ocurran, al tiempo que reafirmamos la concepción humanista y altruista de nuestra causa.

Siempre hemos tenido claro que el objetivo o fin de nuestra lucha, no justifica el desborde de los medios y métodos para lograrlos, muy por el contrario nos debemos a una disciplina orientada en nuestros Estatutos y Reglamentos como guía de acción y nos inscribimos en el contexto del Derecho Internacional Humanitario para el desarrollo de la actividad revolucionaria.

En nuestro ser Eleno caben el mundo, el futuro y un modelo de país, nación y sociedad donde la democracia, la soberanía y la justicia social se hagan realidad, porque en el capitalismo no caben estos valores.

El ELN tiene claro que lo que hoy rechaza el pueblo de la insurgencia no es la lucha, sino los errores cometidos. Estamos abiertos a los cuestionamientos, porque somos conscientes dónde hemos fallado y encontramos en la critica franca la manera sana de ver los errores y su causa, para corregirlos y seguir el camino.

El ELN al iniciar el 2.010, seguirá actuando de manera armoniosa sobre dos ejes de lucha, la resistencia armada revolucionaria y la acción política, así esta última tenga muchas limitaciones por el carácter terrorista y excluyente del régimen autoritario que enfrentamos.

Hoy con el caminar democrático y libertario de una parte importante de los pueblos del continente americano, los imperialistas del mundo expresan su inconformidad y amenazan estos jóvenes procesos. Es por este peligro, que nuestra condición insurgente es más válida que antes.

Estos pueblos y gobiernos demócratas y revolucionarios, pueden tener la seguridad que nuestra experiencia en la guerra irregular y guerrillera, nuestras armas y nuestros hombres, tienen un espíritu internacionalista y están prestos a aportar sus modestos esfuerzos y dar la vida si es necesario, por ver realizado el sueño del Che y nuestro libertador Simón Bolívar.

Nicolás Rodríguez Bautista,
Primer Comandante del ELN.