El año 2010 será un año de innumerables retos y de grandes desafíos para todos aquellos colombianos que se oponen política e ideológicamente al gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a su doctrina de seguridad democrática, al modelo económico neoliberal impuesto en Colombia, a la usurpación de la soberanía nacional por parte de los EE.UU y a su proyecto expansionista sobre centro y sur América.
Es claro que el imperialismo norteamericano y la arrodillada oligarquía colombiana pretenden, por todos los medios, impedir que nuestra América continúe su rumbo hacia la conformación y consolidación de gobiernos de izquierda, que desarrollen proyectos políticos de carácter social en beneficio del ser humano y el medio ambiente, por encima de los intereses económicos del Capitalismo.
Debido a esto podemos exponer claramente algunos elementos de contexto que en el año 2010 se vivirán en este continente; un año marcado por los golpes de Estado; por escenarios de constante desestabilización en la región dadas las amenazas de invasión militar; por la guerra sucia frontal contra los gobiernos, los partidos políticos y las organizaciones sociales que representen una opción de cambio; por el apoyo y respaldo irrestricto a partidos de oposición que ataquen constantemente el proyecto de izquierda latinoamericana; finalmente, por una ofensiva mediática sin precedentes, en la que participan medios de comunicación, escritores, politólogos y todo el aparato ideológico de la ultra derecha.
Una muestra del panorama político que se avecina en la región fue el reciente golpe militar en Honduras, propinado durante el segundo semestre de 2009 al presidente Zelaya por parte de militares golpistas y la clase política corrupta en cabeza de Micheleti. Esto pone de manifiesto una transformación de las dictaduras impuestas durante las décadas de los 70 y 80 en una nueva fase de modelos golpistas, amparados en histriónicos montajes contra aquellos presidentes que son vistos de manera sospechosa desde Washington. Todo esto sucedido por la imposición de presidentes de facto y la intimidación generada por la represión militar, para crear las condiciones necesarias que impidan que los derrocados gobiernos de izquierda tengan opción de restaurar sus derechos constitucionales o de llegar nuevamente al poder por la vía electoral. Finalmente, apelando a un falso Nacionalismo y a una manoseada constitución se convoca a manipuladas elecciones, donde se garantiza la imposición de nuevos presidentes que representen los intereses de las oligarquías criollas y del Imperio.
Como ya lo hemos comentado en varias oportunidades, la implementación de bases militares gringas en Colombia es la punta de lanza para desarrollar la ofensiva militar contra los gobiernos “peligrosos” a los intereses norteamericanos. Finalizando el 2009 ya se sintieron los primeros pasos de esa estrategia de agresión a través de la utilización de aviones espías sobre el territorio venezolano. Por tal motivo, no es infundada la preocupación del hermano país que conoce bien los alcances de los agresores, más aun dados los antecedentes de la operación militar en territorio ecuatoriano contra el campamento de Raúl Reyes, donde se comprobó que tanto la inteligencia como el bombardeo fueron desarrollados por fuerzas militares norteamericanas desde su base militar en Manta.
Venezuela será el botín de guerra que antes del año 2012 pretenden conquistar las fuerzas de la derecha. La forma de obtenerlo dependerá del resultado de una estrategia de doble vía que, por un lado, está encaminada a obtener los triunfos electorales necesarios tanto en las votaciones de Asamblea Nacional de 2010 como en las presidenciales de 2012, que permita cambiar la correlación de fuerzas actuales de apoyo al Chavismo. Para lograr este propósito se busca unir en una sola fuerza a todos los sectores de oposición en Venezuela y la escogencia de un candidato único que enfrente al presidente Chávez y logre derrotarlo. Como es de esperar se valdrán de todos los medios legales o ilegales para alcanzar dicho propósito. La segunda vía, que se libra a la par con la batalla en el terreno electoral, supone el posicionamiento sobre la región de la fuerza militar necesaria para invadir el país. Colombia con sus bases sobre el pacifico y la activación de su artillería sobre el Atlántico es la clave del imperio para alcanzar este propósito. La ofensiva se gesta desde todos los flancos y, por supuesto, Colombia y su ilegitimo gobierno paramilitar juega un papel fundamental en estas “guerras preventivas” como sínicamente las denominan los norteamericanos. Por ello los constantes señalamientos hechos por Colombia contra Venezuela como “auspiciadora y patrocinadora” de grupos terroristas, refiriéndose a las guerrillas colombianas, llegando a la osadía de llevar estas acusaciones hasta la ONU, con el fin de buscar un castigo ejemplar sobre el gobierno del presidente Hugo Chávez, y allanar así el camino necesario para que se produzca tal agresión.
Pero si las cosas pintan mal para la región, Colombia no tendrá un panorama más alentador. La crisis económica y el período de recesión continuarán, así traten de maquillar y atenuar sus efectos devastadores a través de sus medios de comunicación, sus amañados análisis económicos y sus departamentos de planeación. El aumento del salario mínimo fue apenas de un ínfimo 3.6 %, en contraposición al aumento desmedido y cínico de los aportes de salud y pensión, los precios del transporte y de la canasta familiar. El desempleo seguirá creciendo en el presente año a causa del pésimo manejo de la economía por parte del gobierno y de la incertidumbre inversionista generada por la “encrucijada en el alma” del presidente Uribe, incapaz de reconocer al país la perversa verdad de su aspiración a un tercer periodo presidencial.
La guerra sucia contra la oposición, el sindicalismo, los defensores de derechos humanos y las organizaciones sociales se mantendrán con una alarmante tendencia al aumento. Ya con casi 8 años continuos de “Seguridad Democrática” las exiguas libertades políticas, sociales, ideológicas y culturales de las que gozaban algunos colombianos han sido drásticamente restringidas a su mínima expresión. Pobreza, represión, exclusión y muerte serán las palabras más representativas de este mal gobierno para el presente año.
De aquí que para todos aquellos que combatimos el actual régimen, impere la tarea urgente de desarrollar nuevas estrategias que nos permitan pasar de las acciones de resistencia hacia acciones de mayor contundencia, que a la par nos sitúen en un terreno de mayor favorabilidad frente al gobierno Uribista y que, por supuesto, nos posibilite frenar en alguna medida la arremetida brutal del sistema. Sólo con la acción decidida de todas las fuerzas del país, con un único camino de Unidad, podremos enfrentar la presente coyuntura. Por la segunda independencia, contra el imperialismo norteamericano y la oligarquía, juramos vencer.
NI UN PASO ATRÁS LIBERACIÓN O MUERTE
NI RENDICIÓN, NI ENTREGA, SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO
POR UN NUEVO GOBIERNO DE NACIÓN, PAZ Y EQUIDAD
DIRECCIÓN FRENTE DE GUERRA CENTRAL
MONTAÑAS DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO, EJE CAFETERO Y TOLIMA
ENERO DE 2010