Hoy, cuando las semillas de democracia y dignidad dispersadas por los vientos que recorren toda América, han germinado en varios países del continente, el Frente Internacional del Ejercito de Liberación Nacional de Colombia, reafirma una vez más la vigencia del pensamiento y obra de nuestros comandantes Camilo Torres Restrepo, Manuel Pérez Martínez y Oscar Santos, en este nuevo aniversario de su desaparición física.
Tres vidas, un mismo camino y Febrero el mes de su partida (Camilo el 15/66, Manuel el 14/98 y Oscar el 11/2006), nos convoca al reencuentro con su pensamiento y obra.
Camilo, pionero de la Teología de la Liberación, fundador del movimiento de masas llamado Frente Unido, visionario de la necesaria continentalización de la lucha libertaria, de la unión entre los revolucionarios de la clase popular para la movilización y la vinculación de los sectores desfavorecidos a la lucha por la construcción de un nuevo Estado y una sociedad socialista, de la organización del pueblo por la base, de la paz con justicia social, del capitalismo y el imperialismo como enemigos comunes de la humanidad, de la fuerza invencible de los pueblos cuando se deciden a luchar, los valores y la ética como premisa inherente a la vida de los auténticos revolucionarios y la consecuencia de ir hasta el final por los ideales revolucionarios.
Manuel, guiado por el faro Camilista enriqueció y materializó estos postulados de vida; internacionalista con la convicción de que la liberación de los pueblos no es obra solamente de los esfuerzos que se hacen dentro de las llamadas fronteras, sino también de lo que hacen los hombres y mujeres en cualquier parte del mundo, constante en la brega por la unidad del campo revolucionario como eje estratégico de la revolución, persistente en la formación de la militancia elena, donde los valores revolucionarios se conviertan en el arma eficaz para vencer, ser valientes, insobornables, trabajadores, leales, ser constantes, revolucionarios de por vida y hasta la muerte. Como responsable político del ELN por casi 10 años, actuando en democracia y bajo su liderazgo, nuestra Organización comienza a proponerle al país una nueva forma de acción política: 1986, convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, 1989, propuesta de Diálogo Nacional para la Humanización de la Guerra y Defensa de los Recursos Naturales y desde 1996 hasta hoy la convocatoria a la “Convención Nacional”.
Todo este legado fue guía para Oscar Santos. Comandante guerrillero, aguerrido e integral, incansable y leal, quien estuvo ahí entregando lo mejor de sí cuando las circunstancias de la Organización lo exigía, considerado por los guerrilleros y guerrilleras, como un cuadro-salvaguarda de nuestro proyecto político y de vida y como un roble. Jamás se doblegó.
Camilo y Manuel con su ejemplo de vida dejaron cerrado el debate, para nosotros y nosotras, sobre las contradicciones entre marxismo y cristianismo para hacer la revolución; dejan testimonio fehaciente de la validez de la lucha armada, en países donde se penaliza y criminaliza la lucha social, política e incluso la simple oposición.
La vida y obra de nuestros comandantes siguen vigentes y son patrimonio de los pueblos que luchan por una patria digna y soberana. Se ponen al orden del día en estos momentos de cambio favorable a los pueblos del continente, pero también de grandes amenazas para las democracias embrionarias, para la existencia de la humanidad y del planeta, y como nos señala Camilo: no basta prepararnos para resistir, tenemos que prepararnos para vencer.
COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES
NI UN PASO ATRÁS LIBERACION O MUERTE
FRENTE INTERNACIONAL MILTON HERNANDEZ
EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL DE COLOMBIA
Febrero 2010