Principales fundamentos de la actual lucha revolucionaria del MIR

PRINCIPALES FUNDAMENTOS DE LA ACTUAL LUCHA REVOLUCIONARIA DEL MIR.

Las formaciones económico-sociales de nuestros días han estado basadas en la explotación del hombre por el hombre, en el hecho histórico de la lucha de clases. El capitalismo, basado en la propiedad privada de los medios de producción, en su actual fase de desarrollo, el imperialismo, ha devenido en un sistema mundial con un colosal desarrollo de las fuerzas productivas -parte económica fundamental para explicarse el fenómeno de globalización o internacionalización y mundialización de la economía- que no han significado un aumento del bienestar de los pueblos, sino una mayor concentración de la propiedad, la riqueza y el poder, sumiendo en la barbarie a amplias zonas de la tierra, barbarie que significa hambre, explotación, muerte y guerras.

En síntesis, el capitalismo, en su fase imperialista, eleva a nivel mundial la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción. Por ello, el MIR señala al sistema capitalista actual en su desarrollo neoliberal como una lacra de la humanidad.

El MIR señala como enemigo fundamental al imperialismo norteamericano y como enemigo principal a la burguesía nacional, su Estado burgués pro-imperialista y sus aparatos de control social.

Como el capitalismo se ha transformado en un sistema mundial; todos los pueblos del mundo sufren directa o indirectamente este proceso. Este fenómeno abre la posibilidad y la oportunidad que tiene la humanidad de derrotar numerosos frentes de guerras, barbarie y deshumanización que tienen su origen en las fronteras nacionales, culturales, religiosas y/o políticas que, fueron y todavía son, el origen de falsos nacionalismos, fundamentalismos religiosos, políticos y culturales. Esta situación crea por otro lado la misma paradoja que han sufrido todos los imperios; aparentan fortaleza, pero después de su línea de defensa y centro de mando no existe nada, por lo tanto su posición es débil y vulnerable. Ellos basan su fuerza en la guerra de cuarta generación, pero los pueblos lo enfrentan con armas rudimentarias, de bajo costo y en apariencia inofensivas, aumentando la incertidumbre, al hacer inútiles armas tan costosas y sofisticadas.

El MIR, basado en el marxismo-leninismo, sostiene que la libertad es un proceso social, y que el individuo y la sociedad son elementos dialécticamente interrelacionados y que, por lo tanto, el proceso de humanización sólo es posible construirlo en una sociedad donde cualquier discriminación económica, política, social, sexual, étnica o de clase, hayan sido eliminados.

En ese sentido el MIR plantea que la socialización de las fuerzas productivas y la construcción del socialismo en Chile, es una tarea pendiente. En ese contexto, el MIR rechaza todos los experimentos de fuerzas pro-capitalistas, que han sustentado y mantenido posiciones relativas a la conciliación de clases antagónicas, entre capitalismo y socialismo, posiciones que se han traducido en luchas ideológicas entre reformismo y revolución.

En la sangrienta y larga lucha emprendida en estos siglos por los oprimidos, el reformismo ha sido derrotado en todas sus formas.

El MIR no acepta ninguna teoría que lleve a la conciliación entre las clases en pugna, reafirmando sin concesiones, una política revolucionaria y de clase, en esta nueva fase que se inicia de lucha contra el imperialismo y el capitalismo por parte del proletariado y sus aliados, a nivel mundial.

El capitalismo se ha transformado en un sistema mundial. En ese contexto el MIR propicia el carácter mundial de la revolución, apoyando todas aquellas políticas que signifique la integración de los pueblos a nivel latinoamericano y mundial en todos los campos; económico, comercial, social, cultural, político y militar.

El hecho de que las formas que adoptan los procesos revolucionarios sean nacionales, no significa que, en la actual fase de desarrollo económico social, la revolución en un país sea posible sin el apoyo de los pueblos latinoamericanos y de los pueblos a nivel mundial.

Por ello el MIR buscará la alianza con todas las organizaciones que compartan sus objetivos de lucha a nivel nacional, regional y mundial, impulsando la unidad sindical, económica, social, política y militar de los pueblos que luchan por su liberación.

El MIR reafirma su carácter anti-capitalista, anti-imperialista y profundamente latinoamericano. El MIR reconoce a la Revolución Cubana, su pueblo y su comandante en jefe Fidel Castro, como ejemplo de dignidad y consecuencia de lucha, para los pueblos explotados y marginados del mundo. Y reconoce la sostenida y consecuente lucha de los Movimientos Revolucionarios en contra de las dictaduras civiles-militares pro-imperialistas del continente.

El MIR reconoce el derecho de la lucha de los pueblos por construir el poder popular, núcleo y guía de la construcción del socialismo en Latinoamérica y el mundo.

El MIR manifiesta la urgencia de luchar contra los estados burgueses pro-imperialistas, instrumentos de opresión, desde que la sociedad se dividió en clases antagónicas. Por ello el MIR plantea la necesidad de construir formas sociales, económicas, políticas y militares, que signifiquen un contrapeso a la opresión de la organización jurídico-política de la burguesía, de tal manera que asegure una real participación de los organismos e instituciones que los pueblos y la clase explotada implementen para su normal y natural desarrollo.

La sociedad capitalista actual, en la cual culmina toda la prehistoria de la humanidad, basada históricamente en los sucesivos modos de producción, sustentado en la explotación del hombre por el hombre, impulsa por sobre todo el individualismo (egoísmo-hedonismo) por sobre la solidaridad, el autoritarismo por sobre la participación popular, a la vez que fomenta el consumo en forma indiscriminada, transformando al hombre en un enajenado, esclavo del trabajo y del consumo, propiciando la discriminación entre seres humanos, y entre estos, la naturaleza y su entorno.

El MIR forjará un hombre cuyas características serán las de un hombre crítico a lo mal hecho, con un gran amor a la humanidad y capaz de llevar ese amor a la sociedad, su entorno desde la base de la razón. Al amar a la humanidad, ama la vida y no permite la acción de ningún poder externo a sus propias capacidades humanas (el poder del dinero, consumo y las organizaciones todopoderosas, etc.).

El MIR desarrollará una lucha frontal contra toda forma de alienación de la sociedad capitalista. En este sentido acepta todo lo que contribuya a la liberación personal y a la dignidad del ser humano, evitando cualquier tipo de una nueva enajenación.

El MIR rechaza todo lo que implique discriminación y desviaciones enajenantes que el sistema capitalista desarrolla en la humanidad, al propiciar la discriminación de género, étnica, social, económica.

El MIR plantea que el respeto por la naturaleza, es el respeto intrínseco por el hombre. En la futura sociedad socialista, ninguna explotación indiscriminada de la naturaleza será posible, ya que esto sólo se da en un sistema donde el amo y señor es el gran capital, ya que el interés privado ha llevado a la humanidad al borde del colapso y sólo una política moderada de explotación de los recursos naturales conllevará y estará de acuerdo con el marxismo, que reconoce un vínculo dialéctico entre naturaleza y sociedad.

El interés privado, el interés del capital se impone sobre el interés social. La calidad de vida de las masas de la población es un mero problema de rentabilidad para el capital. El deterioro del ambiente ya es un fenómeno global provocado por el afán de explotación de los recursos por el capitalismo, pero esto es incluso aceptado por la ideología capitalista y solucionado con medidas parches que no atacan profundamente el sistema; haciendo caso omiso de la salud mental, física y ambiental de la población, en definitiva de su calidad de vida.

Por ello la lucha propuesta por el MIR, no sólo es para evitar la explotación indiscriminada del ambiente, o la protección de los recursos naturales, sino que incluye además una planificación del desarrollo social, en cuanto a exigir condiciones sanas para el desarrollo humano ya sea en el plano natural, económico, social y político.

El MIR condena a la sociedad capitalista, porque en esta sociedad, el trabajo se vive como alienación, opresión y sufrimiento por parte del trabajador. Rescatar el trabajo, como la esencia específica del ser humano, es rescatar lo propiamente humano, en la relación de éste y la realidad material, natural, social, donde satisface sus necesidades y construye día a día su libertad y pleno desarrollo.

El MIR fundamenta su acción en el marxismo-leninismo, único método posible de interpretación de la realidad, incorporando además en sus planteamientos, todos aquellos aportes realizados por los revolucionarios, tanto nacionales como internacionales, así como las diversas experiencias llevadas adelante por los pueblos tras su emancipación de la dictadura del capital.

El MIR plantea hoy la validez de la conformación, junto a otras fuerzas revolucionarias, de una vanguardia con una clara concepción político-militar, y valida toda forma de lucha que el pueblo desarrolle, en pos de conseguir su liberación definitiva. En ese contexto planteamos, que el movimiento social, por sí solo, no resistirá el avance de nuestro enemigo fundamental, porque está diseñado para otro tipo de lucha y no para enfrentarse a un imperialismo monopólico y guerrerista; por lo tanto esta vanguardia a construir, debe cumplir el histórico rol de conducción y de formación de un ejército revolucionario, que de todas manera se enfrente a este capitalismo monopólico y guerrerista. Esto se fundamenta y lo demuestra la actual lucha que realizan los pueblos latinoamericanos como el boliviano, ecuatoriano, brasileño, argentino y venezolano.

Dirección Nacional
Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MIR

Patria o muerte, venceremos