NOTA DEL CEDEMA: En días pasados llegó al correo del CeDeMA la siguiente declaración firmada por el Frente Unido por la Liberación de los Pueblos (FULP). Incorporamos a nuestro archivo el siguiente documento para su conocimiento, sin poder aportar mayor información sobre la veracidad del mismo.
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DECLARACIÓN(ES)
Compartiendo un mismo espíritu, pensando y sintiendo de una manera otra todo esto cuanto se nos da como único e irreductible, lo que se llama sin más realidad, aceptando un mismo propósito y destino para nuestras vidas, lanzándonos al abismo del amor y su realización, nos hemos reunido personas, seres humanos de carne y hueso, en su mayoría estudiantes colombianos para hacer frente e invitar a la insurgencia de la teoría y de la praxis, la subversión e inversión de los valores mismos por los que adquiere sentido las relaciones de unos con otros, de otras y unos, de otras y otras, de unas con otros, de nosotros y el entorno geográfico, en fin, ad infinitum, aquí y ahora, ahora, porque el tiempo también se ve determinado en la función del rendimiento y el control.
Hacemos por lo tanto un llamado, exigimos que en todos y en todas, ciudadanos colombianos y latinoamericanos, se despierte una vocación por el hambre y la sed de justicia, una vocación de servicio por la transformación de las circunstancias por las que somos negados física y metafísicamente. En atención a ello es que hacemos la(s) siguiente(s) declaración(es):
*Nos constituimos como un frente, un movimiento y un ejército para ejercer la resistencia ideológica, contra-discursiva pero también armada respecto a la hegemonía política y económica que se rige por el capital…
…es que simplemente todo aquello que presuntamente se había ideado para nuestra vivencia (El Estado, El Derecho, La Política, etc.) se ha corrompido desentendiéndose de lo originario de que brotaba: el pueblo, la comunidad: siendo algunos hombres los culpables de aquella escisión que da paso a la opresión, a la dominación, como ausencia de posibilidades de ser auténticamente, etc. Dichos hombres se han constituido en oligarcas, de modo que reconocemos una lucha porque consecuentemente una lucha es lo que nos y debería motivar, una lucha que históricamente se materializa como la contraposición entre los que tienen y los que no tienen, allí donde supuestamente unos dirigen y otros son dirigidos sin más, en la que los primeros siempre abusan de lo que en últimas han coaptado ilegítimamente y por lo tanto usurpado mediante engaño a los segundos.
*Como frente y como movimiento respetamos y propendemos por el valor de la academia y el debate público que construye lo comunal desde la base para la realización de una verdadera democracia. Así mismo, desde ellos buscaremos la organización del pueblo para que pueda ejercer su poder como multitud. Por ello, no buscamos la toma del poder como a bien lo pretendían las guerrillas que han emergido a lo largo de nuestra historia, el poder es ante todo, de la base, nace pues, de abajo, allí donde los seres humanos confluyen como pueblo para darse vida política. Eso no quiere decir que no estemos dispuestos a acabar con la institucionalidad vigente, de aniquilarla tanto en su plano conceptual como material, superando las directrices clásicas de pensamiento y acción por las que suele definirse.
*Como ejército queremos defendernos de las arbitrariedades que desde la legitimidad vigente busca opacar toda iniciativa de transformación que se dice revolucionaria. Somos pues revolucionarios, y como tales buscamos la subversión total de la institucionalidad opresora, por lo tanto nos negamos a los paliativos reformistas, porque la cuestión es simple: o es todo o es nada, decisión radical más no totalitaria de asumir la vocación “ontológica e histórica de ser más” (P. Freire). De modo que este ejército quiere crear una nueva fuerza, es un ejército otro, y como otro no puede caer en los totalitarismos; como otro pues, se yergue como el garante del movimiento y del frente para desplegar la resistencia armada según las situaciones, contextos, circunstancias que se presenten. De manera que si nos armamos es pues porque hemos reconocido que puede ser el último recurso para la transformación sabiendo de antemano que esta no es una guerra que iniciamos nosotros sino el impulso mismo del capital.
*Nuestra directriz es socialista, diríase de izquierda y comunista, aunque éste, desde un principio lo decimos, ha de ser renovado haciendo ruptura de la tradición occidental que pretende inscribirlo en un horizonte de sentido y práctica únicas. Por lo tanto, esta acepción de comunista o socialista es la impronta para identificarnos con la causa universal contra el capital, el que lo instrumentaliza todo, el que vuelve todo mercancía en provecho de la plusvalía. Ya el mismo Karl Marx atestiguaba junto con su amigo F. Engels: “¿Qué partido de oposición no ha sido motejado de comunista por sus adversarios en el Poder?”. Sin embargo, propenderemos por algo netamente autentico, fruto de nuestras fuerzas, de nuestra (inter)cultura como raíz de nuestra vida, para propiciar una justicia social que reivindique las necesidades primeras del(os) hombre(s)-mujer(es), para que se respete la diferencia y haya tolerancia-hospitalidad, para que se esfume el miedo y el temor respecto al habla, respecto a la acción transformadora, para que podamos escucharnos y emprender nuevas formas de mantener la vida en el mundo, superando pues los calificativos con que la política de hoy busca encasillar los movimientos que propenden por la transformación revolucionaria del establishment.
*Por tanto, lo que se reivindica, en un plano más allá de las posibilidades que nos brinda el derecho, las formas jurídicas en general, repetimos, lo que se reivindica es la factibilidad de ser en todo esto cuanto hay que puede y debe darse como un mundo de justicia. La vida, con todo lo que ella implica, la razón y la razonabilidad que ella reclama dentro de los anhelos de cualquiera, es decir, eso de poder trabajar donde tal sea el fundamento de la sociabilidad no mediada e instrumentalizada por la relación de costo-beneficio, eso de poder resguardarse bajo un techo que permita el desarrollo de la familia en integridad, también aquello de poder contar con la salud corporal y mental, de poder instruirse-educarse no solo para el fortalecimiento individual sino colectivo, de poder contar con una cultura e identidad, eso y más y que se dice es lo mínimo.
*Es la total y cabal liberación lo que pretendemos sabiendo que no son actitudes mesiánicas las que nos guían. No, la comandancia suprema es del pueblo, de la sociedad civil, nuestra principal interlocutora con las que buscaremos la toma de decisiones políticas, económicas, sociales y culturales que permitan la revolución.
*Consecuentemente expresamos solidaridad a todos aquellos movimientos y ejércitos que buscan la liberación de los pueblos. En particular buscaremos alianzas regionales a nivel continental para acrecentar la fuerza revolucionaria que posibilite la construcción de eso otro que buscamos, utopía que nace de nuestra rabia y desesperación y que late allí en pos de emerger con nuevos lenguajes que redefinan nuestras relaciones, conceptos, acciones, aquí y ahora, porque ahora y aquí es el momento de sabernos, pensarnos y sentirnos de otro modo, en nuestro tiempo y espacio, etc.
*Por lo demás, el desarrollo de lo anterior habrá de especificarse en una plataforma política que consigne lo pertinente para la acción revolucionaria.
Esto declaramos, esto decimos, porque creemos que el elogio de la dificultad (la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la concepción paranoide de la lucha) y a pesar de todas sus implicaciones, debe verse concretado mediante el desafió combativo hacia la dificultad misma, de-construyéndola no solo en teoría sino en praxis-obra-servicio, posibilitando no los reinos milenarios y las mañanas radiantes en las que todo ya está resuelto, antes bien, solo la posibilidad de construir desde la base, allí donde se dan los encuentros del tú y el yo, el nosotros de realización comunal.
Comité Clandestino de Liberación (CCL) del Frente Unido por la Liberación de los Pueblos (FULP)