LA CRISIS ACTUAL Y LAS PARTICULARIDADES DE LA LUCHA DE CLASES EN NICARAGUA
Buscando profundizar en el análisis de la actual situación de Nicaragua, CAUSA SANDINISTA realizó en el interior del país una entrevista a un Compañero de la Comisión Política, organismo de dirección del FSLN Proletario.
Pregunta: Compañero nos podría hacer una caracterización general de la situación actual que vive Nicaragua.
Res: En Nicaragua experimentamos actualmente un ascenso de la lucha de las masas determinado por una serie de factores económicos, sociales, pero fundamentalmente políticos. Este ascenso que no se había dado en mucho tiempo, tiene un carácter general, aunque se den a su interior pequeñas fases o ciclos de repunte y receso. Veámoslo en su concreción: Las movilizaciones populares -de jóvenes y estudiantes sobre todo-, que se realizan a finales de Diciembre a favor de la libertad de los prisioneros políticos, el esclarecimiento del paradero de 350 campesinos, la derogación del código negro (mordaza sobre la radio y T.V.), y otras consignas de carácter democrático, marcan el inicio de un repunte en las luchas de masa. Dentro de esta situación de flujo, el repudiado asesinato de Pedro Joaquín Chamorro se convierte en un factor generalizante de las luchas, a las cuales imprime un enorme contenido agitativo. Viene el paro de la burguesía del cual se apropian las masas obligando a esta a echarse atrás a partir de determinado momento. Luego de estos acontecimientos entramos en una pequeña fase de receso, que se rompe con la sublevación de los heroicos pobladores de Monimbó, a los que siguen más tarde Diriamba y Subtiava. Esta sublevación alcanza el carácter de una insurrección parcial que no llega a tener alcances de victoria estruendosa por la misma desventaja con que los indígenas se enfrentan a la G.N. A partir de aquí se experimenta un breve receso el cual es interrumpido con la huelga general que desarrolla el movimiento estudiantil en los meses de marzo y abril.
Pregunta: ¿Por qué acontecimientos como los señalados se convirtieron en factores generalizantes de la lucha de masas?
Res: En general lo que determina el carácter trascendente de una serie de acontecimientos, como por ejemplo la muerte de Pedro Joaquín Chamorro, es el hecho histórico de que en Nicaragua madura una situación revolucionaria, la revolución avanza. Es la dinámica interna de esta la que imprime a acontecimientos que en épocas normales hubieran tenido otro significado, una tónica distinta convirtiéndolos en detonantes de la ira popular. En el caso de la sublevación de Monimbó, la salvaje represión desatada por la G.N. contra una pacífica manifestación de los pobladores de este barrio, se con vierte en precipitante de una insurrección parcial. Lo mismo podríamos afirmar con respecto a la huelga estudiantil y las huelgas de hambre que se dieron en todo el territorio. La madre de Marcio Jaen, el combatiente sandinista que junto con Tomás Borge ha permanecido aislado por dos años, de una manera un tanto espontánea, al iniciar su huelga de hambre para mejorar la situación de su hijo, prende con su actitud una llama que se propaga de una forma indetenible, a nivel nacional.
Pregunta: ¿Cual es el papel que corresponde entonces a una vanguardia, si la historia se desenvuelve de la forma que la ha descrito, de una manera un tanto incontrolable? ¿O sea, aquí apareciera como que la vanguardia no controla, más bien sigue a las masas, es así?
Res: Pues no así como lo plantea, mas bien la respuesta vendría en el sentido de que una vanguardia no decreta los acontecimientos. Una vanguardia es CONDUCTORA CONCIENTE de un PROCESO HISTORICO que transporta leyes interiores. La vanguardia tiene que interpretar el movimiento real de la sociedad, y si es una vanguardia del proletariado interpretar el movimiento real del proletariado. Una vanguardia no dice voluntariamente el proletariado tiene que ir para acá, sino que ve las formas de lucha que están empleando las masas en ese momento, las generaliza, les da un contenido más elevado y organizado, y por supuesto conduce todo ese fenómeno social hacia un derrotero objetivo, hacia un fin beneficioso que además puede ser conseguido perfectamente dentro de ese esquema de DETERMINACIONES SOCIALES.
Dentro de este mismo marco retomaré ahora la noción de ascenso en la lucha de que hablaba al inicio... En un comunicado nosotros anunciábamos -como portavoces de un proceso histórico-, el desencadenamiento de futuras luchas, y sabíamos que con la apertura de las clases, era el movimiento estudiantil de secundaria y universidad el que las reiniciaría. Por consiguiente nos preparamos para ello. Eso es exactamente lo que debe hacer una vanguardia: interpretar los fenómenos sociales objetivos, prevenirlos, darles una conducción utilizando todos los mecanismos de las estructuras organizativas, de agitación, de propaganda, para que ese proceso de lucha se desencadene de una manera superior, que irrumpa en la historia como un fenómeno general organizado, así sería más o menos una insurrección. Por eso, cuando Lenin habla de la necesidad de convertir una situación revolucionaria en una crisis revolucionaria, se refiere precisamente a la tarea de organizar (introducir el factor consciente) la situación revolucionaria a favor de los intereses y objetivos del proletariado.
Me parece que ya esto ha quedado claro. Sería bueno que ahora nos hablara un poco de lo que podríamos llamar particularidades de la lucha de clases en Nicaragua. Res: Nosotros creemos que son dos las particularidades actualmente.
1. La lucha de clases se está desarrollando alrededor y en contra de la D.M.S.* que no es una clase sino un instrumento de dominación fundamentalmente del imperialismo yanqui, que lo ha organizado, auspiciado abastecido. Su dominación por supuesto ha servido a la burguesía en nuestro país. Sin embargo a medida que la Dictadura entra en crisis política, la burguesía le ha dado la espalda a su instrumento, por considerarlo incapacitado para sostener su dominación. Esa incapacitación del instrumento ha puesto a la burguesía en predisposición de sustituir sus facetas más podridas, e irritantes, que coincidirían con la familia Somoza. Por otro lado están las clases que han luchado tradicional-mente contra la Dictadura Militar somocista: obreros, campesinos, pequeña burguesía. Prácticamente se puede decir que por una razón u otra todas las clases en nuestro país, están luchando con más o menos decisión contra la Dictadura. El desgaste de ésta ha puesto sobre el tapete el problema del poder, y cada una de las clases principales o mayoritarias se encuentra predispuesta a luchar contra la tiranía de acuerdo a sus propios intereses. Es decir, se está desencadenando, al mismo tiempo que se lucha contra el instrumento de dominación, una lucha aguda entre las clases. O sea, las clases luchan por hacer dominantes sus intereses en el proceso de sustitución o derrocamiento de la Dictadura hacia el que todas marchan.
2. Ninguna de las clases por si misma ha sido capaz de derrocar a la Dictadura, o más bien dentro de una situación de gran ascenso revolucionario donde se han producido distintas formas de lucha: asedios a la Guardia Nacional, paros, movilizaciones políticas sistemáticas, no ha habido una fuerza suficientemente grande como para resolver la crisis, política de la Dictadura sea a favor de una clase o de otra. Ahora en esto hay que tomar en cuenta un factor muy importante. La Dictadura a pesar de no ser una clase, y tener en su contra el inconveniente de estar aislada en grado sumo, tiene a su favor que es un instrumento de dominación desproporcionado para las condiciones sociales y políticas de Nicaragua. Ha acumulado un poder enorme en recursos materiales y bélicos que le permiten a un clan de militares, políticos y funcionarios corrompidos imponer su régimen de terror por encima de las clases de la nación, incluyendo la burguesía. A disposición del régimen se encuentra un cúmulo de recursos: la jerarquía militar con su disciplina, los recursos económicos de la familia Somoza, pero sobre todo los grandes recursos del Estado. En Masaya por ejemplo, para reprimir utilizaron los camiones del Ministerio de Obras Públicas; en general, la seguridad (Policía Política) se mueve en vehículos del Estado, Ministerio de Economía, Enaluf (Empresa Nacional de Luz y Fuerza), Aguadora. La dictadura vemos pues, dispone de un aparato armado, de tecnología, y recursos materiales enormes. Se requiere realmente de un poder muy grande para derrocar a la Tiranía, incluso al somocismo que es una pieza clave dentro de esta.
En síntesis, la lucha de clases en Nicaragua se caracteriza por estarse desarrollando en torno al problema del poder, que supone el proceso de derrocamiento de la Dictadura, al mismo tiempo que hay ausencia de una fuerza que por si sola sea suficientemente capaz como para oponérsele.
Como consecuencia la situación de nuestro país es de una enorme tensión política. Hay una situación de crisis en la que una parte que es la dictadura, tiene la fuerza, el ejército y los medios, mientras la otra decidida a enfrentársele carece de los medios suficientes para declarar los campos de la guerra civil abiertos.
Pregunta: ¿Se podría decir entonces le la fortaleza de la Dictadura radica relativamente en la debilidad de las fuerzas que se le oponen?
Res: Hay algo que tiene que ver con eso. Sin embargo, a pesar de que esas fuerzas no tienen esa capacidad de derrocar a la Dictadura cada una por separado si han hecho RETROCEDER a la tiranía. En esta situación de ascenso revolucionario se ha dado un notable proceso de politización, de organización, de movilización y manejo de formas superiores de lucha, y avances con respecto a la D.M.S. Esta ha retrocedido y viene retrocediendo, emplea la fuerza de una manera descomunal y reprime de una manera criminal porque no tiene otro apoyo. En la última lucha librada por el Movimiento Estudiantil este fue capaz de arrancarle concesiones que la Dictadura no había querido dar ni siquiera durante el paro de Enero. En este caso no podríamos hablar de que Somoza estaba maniobrando. Simplemente esas concesiones son una muestra de que la Dictadura cede a la presión de las masas. También esto reafirma que sólo la fuerza de las masas en lucha garantiza la obtención de victorias contra un aparato tan fuerte. Ahora esas victorias son políticas, pero también las masas se están organizando militarmente de tal manera que el camino está bien claro.
Pregunta: ¿Quisiera que ahondara un poco en el punto de la lucha entre las clases en Nicaragua?
Res: Esa lucha entre las clases se concreta y manifiesta en distintas estrategias y alternativas. Se puede decir que de acuerdo con las clases que están gratiando en la lucha política, hay dos posiciones fundamentales, que se traducen en dos estrategias; la de la burguesía y el imperialismo, y la del Proletariado Revolucionario. Voy a explicar cada una de ellas:
1. Estrategia de la burguesía: La burguesía por sus propios intereses no está decidida a derrocar a la Dictadura Militar, pues este es su instrumento de dominación. Solo quiere erradicar sus aspectos más odiosos para el pueblo. Aspectos que ella (la burguesía), hábilmente en su propaganda ha hecho coincidir -aunque nosotros estamos de acuerdo en que coinciden en alguna medida-, con Somoza, buscan maniobrar para quitar a Somoza mientras dejan incólume el aparato. Con este objeto han hecho uso de una táctica que podría ser definida como de "medios de presión". La burguesía utilizó primero medios de presión directa contra la dictadura con el objeto de arrancarle algunas reformas, a disposición de esto puso su prensa, sus agrupaciones gremiales; cámara de industria y comercio, etc. Cuando se precipita el ahondamiento de la crisis de la Dictadura la burguesía comienza a hablar de diálogo con Somoza, buscando de esta forma acumular fuerzas políticas y arrastrar a sectores atrasados de las masas hacia las posiciones que ella trataba de hacer aparecer como democráticas. Procuraba la burguesía de esta forma arrancar a Somoza algunas concesiones para cal-mar a las masas pretendiendo así amortiguar la lucha de clases, y la lucha contra la Dictadura. La posición de Robelo (actual presidente del Movimiento Democrático Nacional), y o tros miembros de la Empresa Privada -quienes también sufrían la competencia desleal de Somoza-, (económica) ha sido un arma de presión más que ante Somoza ante la Embajada, y la Guardia Nacional. A toda costa la burguesía trata de acomodarse ante esas fuerzas y presentarse como alternativa del imperialismo. Al no lograr absolutamente nada con el DIALOGO, recurren a una forma de presionar más contundente: el paro. Con este pretendían que la embajada yanqui renunciara a Somoza, y por ello lo decretan en momentos que la lucha de masas ha entrado en un ascenso grande. El paro no les resulta. Se dan cuenta que sus organizaciones políticas son. inadecuadas, y que sus medios de presión han resultado insuficientes. Ante ello, por un lado ya han comenzado a articular el instrumento político de clase del que carecían (el M.D.N.), (UDEL ha representado más que nada a la pequeña burguesía, en cuanto a intereses), y por otro buscan como organizar la lucha armada burguesa contra Somoza, no tanto para derrocarlo, sino para atizar un golpe siempre de derecha apadrinado por la Guardia Nacional y la Embajada yanqui.
2. Posición proletaria: El proletariado a nivel estratégico está interesado en el derrocamiento revolucionario de la Dictadura Militar somocista a diferencia de la burguesía que habla de sustituir a Somoza, y de la pequeña burguesía que trata de botar o erradicar el somocismo. El derrocamiento revolucionario de la Dictadura significa: desmontar las bases de la Dictadura, sus leyes, instituciones; disolver la Guardia Nacional y pasar a organizar un ejército del pueblo de obreros y campesinos que defienda las conquistas democráticas, y erradique todos los vestigios de la Dictadura; llevar a cabo transformaciones revolucionarias que beneficien fundamentalmente a las clases explotadas y oprimidas. Su táctica tiene como base la acción revolucionaria de las masas, y se encauza hacia el derrocamiento de la dictadura por medio de una insurrección popular que descanse en el potencial revolucionario de las fuerzas motrices de la sociedad nicaragüense, el proletariado y el campesinado, y capas avanzadas de la pequeña burguesía. Esto no quiere decir que no se busque ampliar el caudal de fuerzas al servicio del derrocamiento de la Dictadura, arrastrando a otras clases no revolucionarias pero que se comprometan a luchar contra la Dictadura.
Pregunta: ¿Esto incluye también a la burguesía?
Res: Si es consecuente en su lucha contra la Dictadura claro que sí, pero por supuesto la hegemonía y la conducción del movimiento lo tendrían las clases explotadas y una vanguardia revolucionaria.
Estamos claros que el proceso de democratización en Nicaragua tendrá muchos matices de tipo burgués, lo esencial es que ese proceso sea conducido por el proletariado y no por la burguesía.
Pregunta: ¿Cree Usted, compañero, que es viable en Nicaragua el desarrollo de una Insurrección Popular?
Res: Si, el planteamiento alrededor de la Insurrección Popular es enteramente posible. Algunos han mencionado que somos utópicos, y que al buscar la organización del proletariado y campesinado estamos negando una alternativa real y directa. Pero cuando se nos ha cuestionado generalmente ha sido porque no ven que fijemos una fecha específica, como lo han hecho los grupos de la pequeña burguesía de quienes hablábamos. Realmente nosotros consideramos que el plazo para una insurrección no está dado por la fijación de una fecha de manera voluntarista. Nosotros caminamos hacia la insurrección preparando las condiciones objetivas y subjetivas, como una vanguardia capaz de provocarla, y basamos nuestra acción en las leyes del desarrollo de la sociedad. Estamos concientes que para que pueda darse una insurrección es necesario:
1. un movimiento ascendente de las masas,
2. deterioro de las condiciones económicas,
3. que la Dictadura esté incapacitada de gobernar. Esas condiciones se están comenzando a dar en Nicaragua. La dictadura está muy deteriorada, y cada vez tiene menos capacidad de producir actos de gobierno, ha roto la legalidad de manera flagrante, se basa en la arbitrariedad. Las masas por su lado han demostrado suficientemente su disposición de combate. Rápidamente se viene configurando una situación revolucionaria, en la que preparar la Insurrección Popular se ha convertido en una de las tareas de mayor importancia y urgencia. Sin embargo sabemos que hay condiciones que es necesario madurar todavía más. Una de ellas es que las clases revolucionarias o por lo menos los sectores más avanzados tengan aptitud para derrocar a la Dictadura militar, que se encuentren bien organizados y preparados para luchar con armas y técnica. Y por otro lado que la vanguardia tenga capacidad y aptitud para dirigir el proceso. Esos dos factores hacen falta, de tal manera que nosotros nos planteamos preparar la insurrección considerando esos 2 elementos básicos.
Pregunta: ¿Y con respecto a las condiciones objetivas?
Res: Dentro de las condiciones objetivas hay un factor que ha estado menos explícito, el que se refiere al agravamiento de la situación económica. Uno de los limitantes de esta lucha ha sido ese; el proletariado y el campesinado no se han presentado a luchar de manera decidida y generalizada, como ha ocurrido en el caso de insurrecciones triunfantes. Sin embargo creemos que en ese aspecto la situación viene madurando rápidamente.
Pregunta: ¿Podría explicar más eso?
Res: Es cierto que el capitalismo dependiente en Nicaragua entra cada cierto tiempo en una crisis cíclica, y que en general, se mantiene en una crisis de carácter estructural. Sin embargo en los últimos años Nicaragua ha vivido una cierta bonanza económica dentro de los limites por supuesto, del capitalismo dependiente, bonanza que en los últimos meses ha comenzado a declinar.
Pregunta: ¿A que se debe que esa bonanza termine?
Res: Por un lado la crisis política de la Dictadura Militar ha engendrado en las condiciones locales económicas, dentro del marco puramente operativo del capitalismo dependiente en Nicaragua un grave deterioro; hay fugas de capital, propensión fuerte a no invertir, la población no está efectuando compras a mediano o largo plazo, las industrias siguen una política sumamente conservadora, el comercio es restringido, se han comenzado a dar algunas quiebras (CAFE PRESTO Por ejemplo), y las inversiones extranjeras han buscado otros mercados a pesar de toda la política de la dictadura tendiente a concederles las mejores condiciones posibles a los inversionistas yanquis. También la situación de desempleo es sumamente aguda. Solo en la construcción se esperaba que 10.000 trabajadores consiguieran empleo, y no fue así. Por otra parte, hay altas probabilidades de que esta crisis de carácter eminentemente local coincida con una crisis cíclica del capitalismo lo que va a dar como resultado un agudo deterioro de la economía. Digo esto porque ya los precios de los productos de exportación tienden a bajar; el azúcar está por los suelos, los costos de producción para el algodón son altísimos y no están siendo compensados por los bajos precios que tiene la fibra a nivel internacional, el mercado de carne está muy reducido. Venezuela que se perfilaba como un mercado probable ha cerrado sus puertas a la carne, el café está bajando al mismo tiempo que sus costos de producción suben por la roya. Se hace evidente que la aparente bonanza que se venía dando está llegando a su fin, y la economía precipitándose en una pendiente cuya profundidad es difícil precisar ahorita. Es mas, el endeudamiento de la dictadura es. tan grande que Nicaragua tiene que pagar en solo servicios a la deuda externa una cantidad que ya es del orden de los 190 millones de dólares por año, y no se ven posibilidades de un refinancia-miento o que se encuentren fuertes para empréstitos favorables. Es claro que marchamos hacia una fase de recesión económica aguda, acompañada de una crisis política.
Pregunta: ¿Qué significado tendrá esta caracterización que ha hecho en la lucha de las masas?
Res: Cuando decíamos que esta situación de ascenso no iba a terminar y que venían nuevos repuntes cada vez más altos, lo fundamentábamos en las condiciones objetivas y bases económicas de la sociedad. Si antes el proletariado y el campesinado se incorporaban a la lucha contra la Dictadura estimulados por una acción de vanguardia, ahora ambos están más predispuestos a organizar la lucha contra la Dictadura entendiendo que es causa fundamental de la aguda crisis que vivimos, y obstáculo de peso para que esa misma crisis -cuya única salida es la realización de transformaciones fundamentales en el modo de producción-, llegue a su fin.
Pregunta: ¿Qué salidas probables existen para la actual crisis?
Res: En general se puede decir que se ve una clara tendencia a la democratización. Sin embargo esta puede darse dentro de dos alternativas distintas y opuestas, la de la burguesía, y la del proletariado.
Pregunta: ¿Que corresponde entonces hacer al Movimiento Revolucionario para fortalecer la salida proletaria y popular?
Res: Fortalecer la alternativa del proletariado significa debilitar la de la burguesía, impedirle a esta que arrastre a las masas y sectores de la pequeña burguesía hacia su propio cauce. Se presenta para ello como primera tarea política levantar la UNIDAD de las organizaciones revolucionarias y democráticas en torno a un programa estructurado en base a los intereses del proletariado, campesinado, y sectores revolucionarios de la pequeña burguesía. La burguesía entonces tendría que sumarse a esa fuerza porque sino quedaría aislada. En segundo lugar nos corresponde concentrar los esfuerzos de organización política y militar en los sectores más avanzados y activos del proletariado y campesinado. Todo en función de la preparación de la Insurrección; no se trata de organizar sindicatos para la lucha económica, se trata de conseguir las reivindicaciones del proletariado aún las económicas derrocando a la dictadura, y ese derrocamiento para que traiga beneficios a las clases populares sólo se puede hacer a través de una insurrección de masas, considerada a partir de cierto momento en su preparación como un arte, esto es fundamentalmente desde el plano militar.
Pregunta: ¿Significa esto una salida cortoplacista?
Res: NO. En primer lugar el proletariado no se plantea el derrocamiento de la Dictadura Militar a corto plazo; el proletariado lo que se plantea es preparar y madurar las condiciones para la insurrección. Por consiguiente la insurrección no tiene plazo, pues este está dado por la maduración de las condiciones objetivas y subjetivas para su realización.
Pregunta: ¿Si levantar la UNIDAD dentro del movimiento revolucionario es una tarea imprescindible para conseguir el fortalecimiento de la alternativa popular, ¿cómo en concreto se plantea ésta?
Res: Nosotros estamos desde hace mucho tiempo llamando a la Unidad y hemos tenido éxito. Ha habido obstáculos pero son temporales y perfectamente salvables.
Lo primero que hemos buscado es lograr la UNIDAD entre las fuerzas que se plantean la lucha armada, el FSLN en primer caso. Una Unidad basada en principios revolucionarios y vista desde los intereses del proletariado y las clases revolucionarias. Eso significaría que la tendencia que se ha planteado aprovechar las contradicciones y debilidades de la dictadura para adelantar un proyecto burgués tendría que cesar en su labor y no proseguir en esa línea. Puede ser que esto sea difícil, pero en primera instancia por lo menos dos tendencias del FSLN pueden ser convergentes, la de los compañeros que propugnan una línea de Guerra Popular Prolongada, y nosotros. Ambos nos planteamos la revolución como un proceso prolongado de lucha en el que hay que pasar por distintas fases, coincidimos en que las fuerzas motrices de la revolución son el proletariado y el campesinado, y además creemos que es necesario organizar la lucha armada sobre la base de las organizaciones populares, armar y organizar a las masas.
Pregunta: Desde el punto de vista táctico correspondería preparar las condiciones para la insurrección por medio de la lucha armada y política, considerando la armada como forma superior de lucha a la que las masas están ya dispuestas; esto entra un poco en contradicción con lo que sería la clásica concepción insurreccional europea, o no? Res: Cuando uno piensa en la insurrección piensa en un proceso político-militar. La situación de Nicaragua nos ha obligado a hacer más énfasis -sobre todo en los últimos meses-, en las consideraciones militares. Eso no quiere decir que no estamos considerando la necesidad de incorporar a más sectores a la lucha política, incluso formas de lucha política todavía inferiores. Pero no podemos decir que preparar la insurrección tiene que ser de una manera tajante, primero lo político, luego lo militar. Sobre todo en las condiciones nuestras donde ya se han dado sublevaciones parciales.
Pregunta: Quisiéramos que profundizara más en los factores que determinan que en Nicaragua se le dé actualmente más énfasis a lo militar.
Res: Habría que considerar en primer lugar, la correlación de fuerzas a nivel militar. La G.N. es un ejército profesional y mercenario, con medios técnicos bastante superiores a los que las masas podrían llegar a tener en determinado momento. Es un ejército bastante bien entrenado que requiere ser batido por una fuerza superior, fuerza técnica y militar, sobre todo con el esfuerzo de todo el pueblo. No se trata del ejército con que se enfrentaron los bolcheviques en 1917, cuando acababa de pasar la guerra ruso japonesa, y en medio de la Primera Guerra Mundial cuando se había logrado que la mayoría del pueblo ruso tuviera suficiente entrenamiento militar. En Nicaragua no ocurre eso. Es necesario entrenar, pues no se puede hacer un ejército de la noche a la mañana, ni se pueden hacer levas masivas.
Pregunta: ¿Qué toca hacer entonces?
Res: Es necesario librar una guerra en condiciones muy especiales. Primero una guerra de resistencia en la que se vayan levantando poco a poco pequeñas fuerzas militares que tengan como propósito hostigar, y desgastar al enemigo, a todo lo que significa económica y militarmente la Dictadura. Esta concepción permite mantener un asedio, un desgaste, al mismo tiempo que las fuerzas revolucionarias se van fortaleciendo, creciendo, van adquiriendo mejor base de combate. Por supuesto eso no quiere decir que nos vamos a detener allí, desde luego que de esas pequeñas fuerzas populares de desgaste van surgiendo pequeñas fuerzas selectivas, unidades de combate más profesionales que ya son capaces de enfrentar a fuerzas superiores. Por ejemplo, hoy un COMANDO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO ataca un puesto pequeño de la Guardia Nacional (como lo han hecho infinidad de veces desde hace algunos meses), y defiende una manifestación, con ello adquieren experiencia, al mismo tiempo que se foguean sus combatientes, mañana ese mismo COMANDO puede convertirse poco a poco en vanguardia de su zona o sector, disponer de sus propios recursos. Así se va formando una pequeña fuerza miliciana, y se va creando el Ejército Revolucionario organización superior que se nutre de los mejores combatientes.
Es importante tener en cuenta que el movimiento revolucionario no solo cuenta con fuerzas en las ciudades, hay también en el campo y la montaña donde hay magníficas condiciones para librar una guerra de guerrillas. Allí el terreno es mejor aliado que en la ciudad, y las fuerzas militares populares pequeñas pueden moverse con facilidad, impedir la entrada de patrullas enemigas a la zona, montar organizaciones de combate estables. De esta forma es posible pasar de una lucha de resistencia contra un ejército interventor extraño, hostil a desarrollar una Fuerza Armada que se plantee posteriormente objetivos militares de mayor envergadura, y la realización de ofensivas parciales contra el enemigo donde este se encuentre.
Pregunta: ¿Toca entonces librar pequeños combates de resistencia, dentro de una táctica que se podría considerar como netamente de ofensiva?
Res: No. No nos encontramos en una fase de resistencia militar. Más bien se trata de una táctica militar de resistencia en la que nuestras fuerzas tienen que librar pequeños combates de ofensiva. Y estos combates son pequeños, no porque nos encontramos en una situación general de resistencia, sino porque debemos plantearnos objetivos de acuerdo con nuestras fuerzas. Si nosotros como hemos hecho en algunas partes podemos combinar acciones políticas y militares que en su conjunto forman una acción revolucionaria de gran envergadura (ya en algunas oportunidades hemos hecho hasta 12 y 13 acciones pequeñas simultáneas) por supuesto que logramos asestar un golpe fuerte al enemigo. Esto al mismo tiempo, lo que es sumamente importante, que fortalecemos la capacidad de lucha de las masas, las educamos, y organizamos puesto que las acciones planteadas están en total correspondencia con lo que las masas hacen en ese momento, en completa relación con las formas de lucha que emplean. Nuestra crítica a las tácticas aventureras se basa en la concepción que acabamos de redondear. Nos oponemos a esas tácticas porque no son compatibles con la acción revolucionaria de las masas. Realmente ser conductor de la lucha de las masas es algo muy difícil pues se requiere dominar las leyes sociales; pero es más aún ser dirigente militar, pues corresponde entonces aplicar la técnica de formas superiores de lucha en el momento más adecuado. En síntesis, nuestra táctica plantea un movimiento de ofensiva generalizado dentro del cual hay combates pequeños de acuerdo a la aptitud técnica y política de los sectores más avanzados de las masas. Aptitudes por supuesto que buscamos elevar.
¡TODOS POR EL DERROCAMIENTO DE LA DICTADURA MILITAR SOMOCISTA!