Nuevamente nos hacemos presentes a través de la palabra Elena que intenta ser guía y compañía en el difícil camino al que el fascismo enemigo condena a mujeres y hombres llenos de dignidad y amor de humanidad y de patria.
A 46 años del inicio de la gesta de aquellos guerreros que dieron nacimiento a nuestra organización, los saludamos hoy desde el corazón con un enorme y fraternoabrazo que quiere trasmitirles nuestra solidaridad, persistencia y compromiso.
La reciente jornada electoral, circo que venden al mundo como ejemplar muestra de la democracia “moderna”, no sólo celebra con alevosía los votosenlas urnas mientras que oculta la falta de comida en la mesa de millones de colombianos, sino que además deja en el poder la opción guerrerista y pro-gringa de la casa Santos, reconocida en la historia nacional como enemiga de los intereses populares. Con una abstención del 55%, utilizando una vez más la maquinaria clientelista, promoviendo la compra de votos, empleando el accionar del narco-paramilitarismo, extorsionando a los más pobres con los planes gubernamentales como familias en acción y, claro, manipulando a la sociedad a través de los medios masivos de información, ganó en las urnas la derecha más rancia y asesina que se haya enquistado en el poder en los últimos años de nuestro país. Un Estado destinado al servicio de las mafias y de los intereses extranjeros, es lo que realmente representa el triunfo del candidato de Uribe, Mancuso y los gringos.
Seguramente el continuismo de Uribe intentará otros 8 años seguir profundizando su modelo de dominación altamente represivo, pero más seguro es que también se seguirá expresando de múltiples maneras la resistencia popular y la protesta de quienes comosiempre padecen la exclusión social, la injusticia, la persecución y muerte de este régimen corrupto y mafioso. La lucha de los barrios por mejores condiciones, la pelea de los presos por la vida y la libertad, la carrera de los vendedores ambulantes por el derecho al trabajo, batalla de los estudiantes por presupuesto para la educación, la fuerza de los obreros por salarios dignos, el ingenio de las amas de casa son algunas formas de resistencia que hoy tenemos que impulsar y multiplicar. Los combates guerrilleros deberán acompañar estas dinámicas populares en busca de cambios profundos que ayuden a labrar nuevos escenarios de paz y equidad.
En allanar caminos de unidad de todas estas luchas dispersas y en construir propuestas que involucren a las grandes mayorías, y desde todos los espacios en que nos encontremos los elenos, empeñaremos nuestros principales esfuerzos para este nuevo periodo de confrontación. Es en estos tiempos de crisis moral de la patria donde se agiganta el ejemplo de quienes como ustedes, no renuncian a los principios ni tampoco los endosan a nadie aunque las condiciones sean angustiantes.
Desde las cárceles hoy debe surgir otra voz gigante que sume a la lucha, que muestre caminos, que denuncie la mentira y la hipocresía de un gobierno que se jacta del número de votos pero ignora el número de víctimas de su apetito económico; 5 millones de desplazados, 10 millones de desempleados y subempleados, miles de desaparecidos, miles de Colombianos asesinados en los mal llamados falsos positivos, más de 60.000 presos hacinados en las cárceles, son algunas de las tantas razones por las que los presos políticos y los prisioneros de guerra deben seguir jugando un papel fundamental en estas luchas. Este es el reto que estos tiempos nos traen y ante el cual no podemos ser inferiores.
La justicia no puede seguir siendo “pa` los de ruana”, mientras que, entre otros, los grandes capos de la narco política y los corruptos de este país descansan en cárceles que se asemejan a casas estrato 5, reciben visitas todos los días y beben whisky a borbotones, en abismal diferencia con los miles de presos que no pertenecen a ese selecto círculo y que ven reducidas la posibilidades de libertad o de dignidad en el encierro. No es justo que el INPEC siga jugando con la dignidad humana, aunque se empeñe en hacer vallas millonarias donde se lee lo contrario; en Colombia quien no tiene para comprar la justicia sencillamente la padece en las cárceles.
Los jueces del país no pueden seguir haciendo uso de la justicia con un sentido revanchista y de clase, en donde a quien se roba 1000 millones de pesos de una entidad pública se le condena a 6 meses de detención en su propia casa, mientras el pobre que roba un reloj debe pasar años encerrado y hacinado en una prisión. Esta no es la justicia que necesita la patria para arreglar sus problemas sociales.Estas y muchas aberraciones del sistema judicial y penitenciario sólo cambiarán si los presos en general, las familias, los amigos, los partidos políticos, las organizaciones sociales y, en general, el país en su conjunto ganan conciencia de la necesidad de superar las causas de la pobreza y de la miseria, como única vía para evitar las consecuencias de la violencia social y de la guerra.
Por tanto, sigue siendo necesaria la cohesión interna, la actitud de permanente disposición hacia el estudio y el trabajo y la disciplina constante para encarar los nuevos retos que supone la ofensiva permanente del enemigo, que trata de quebrar nuestra moral de combate a través de falsas promesas como las de justicia y paz. Debemos responder con decisión y con un comportamiento consecuentes con la consiga Elena de NO asumir bajo ninguna justificación la claudicación, la renuncia y la traición.
Les reiteramos desde estas calles y montañas que a pesar de los tiempos difíciles avizoradospor nuestro comandante en jefe Manuel Pérez Martínez, persistiremos todos los días de nuestras vidas en el propósito de hacer una nueva Colombia con justicia social y futuro para todos.
San José de Cúcuta, julio 4 del 2010.
Frente Urbano Carlos German Velasco Villamizar
¡¡¡Somos revolución, construimos poder y triunfaremos!!!