40 Años del MIR: Reivindicando la Vanguardia Revolucionaria del Pueblo
El MIR se organiza para ser la vanguardia marxista-leninista de la clase obrera y de las capas oprimidas de Chile, que buscan la emancipación nacional y social. El MIR se considera el auténtico heredero de las tradiciones revolucionarias chilenas y el continuador de la trayectoria socialista de Luis Emilio Recabarren, el líder del proletariado chileno. La finalidad del MIR es el derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por un gobierno de obreros y campesinos, dirigido por los órganos del poder proletario, cuya tarea será construir el socialismo y extinguir gradualmente el Estado, hasta llegar a la sociedad sin clases. La destrucción del capitalismo implica un enfrentamiento revolucionario de las clases antagónicas. (Declaración de principios del MIR, Agosto de 1965)
A principios de la década del sesenta, y con el heroico ejemplo de la Revolución Cubana, quedaba en evidencia, y esto así lo reafirmaba, que "en América Latina no existen Partidos Revolucionarios fuertes; crearlos es una tarea que exige, en la época del gendarme mundial del imperialismo, una estrategia política y militar desde el inicio mismo de toda actividad revolucionaria.
La tarea de construcción del Partido y de la Fuerza Militar para los verdaderos revolucionarios, están indisolublemente ligadas. Donde no existen Partidos Revolucionarios fuertes, habrá que crearlos como Fuerzas Político Militares desde el comienzo. Donde existen y son débiles, habrá que desarrollarlos, pero transformándolos en fuerzas políticas militares de inmediato, para que puedan responder a las exigencias que plantea una estrategia político-militar de poder en esta época".
Esta era la tarea impuesta a las orgánicas revolucionarias de Latinoamérica, que se planteaban la Revolución Socialista. La práctica hasta ese instante indicaba, y hoy más aún se reafirma, la ineludible necesidad de plantear la unidad político-militar de la Vanguardia Revolucionaria.
A lo anterior, sumemos el planteamiento, que realiza la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR), quien definía, que para el desarrollo victorioso de todo el proceso de Guerra Revolucionaria, era necesario movilizar a todo el pueblo bajo la dirección del proletariado revolucionario, puntualizando que la dirección proletaria de la Guerra Revolucionaria debía ser ejercida por un Partido de combate marxista-leninista, de carácter proletario, capaz de centralizar y dirigir, uniendo en un solo y potente haz, todos los aspectos de la lucha popular, garantizando una dirección estratégica justa y que bajo la dirección del Partido proletario es necesario estructurar un poderoso Ejército Popular. Además, era necesario construir un poderoso frente obrero y Popular de masas que movilizara a todo el pueblo progresista y revolucionario -cuya lucha corre paralela- convergiendo a cada momento y estratégicamente con el accionar militar del Ejército Popular y el accionar político clandestino del Partido Proletario.
Los dos aspectos anteriores, los hemos traído a la memoria, para demostrar que, posiblemente, debido al avance capitalista y al creciente pesimismo y desorientación que reina entre los militantes revolucionarios, en la actualidad, nos hemos olvidado y hemos dejado transcurrir por un largo periodo, la tarea histórica que debemos cumplir.
Hoy la historia, nos reclama la imperativa necesidad de superar nuestras individualidades, para entender que los procesos sociales, se desarrollan en una dialéctica compleja de circunstancias, a las cuales debemos arraigar nuestros sueños. Saber que la mirada utópica del futuro es una quimera, que el propio Marx y Engels nos aclararon hace más de un siglo. Pero también nos explicaron que a los grandes cambios no se arriba en "un caballo con alas", sino con paso firme y decidido.
Esa sabiduría, ha quedado escrita en nuestra historia en la metáfora revolucionaria del 15 de agosto de 1965, fecha que sintetiza un devenir de condiciones y que en nuestro país, un colectivo de compañeros supiera leer y escribir con valentía, sabiduría, convencimiento, y amor revolucionario por la humanidad.
Es por ello, que en esta fecha queremos retomar la esencia de la continuidad de nuestro proceso de liberación. En rigor, en nuestra historia de clase explotada y de oprimidos, el nacimiento del MIR, como Vanguardia Revolucionaria, supera una fecha, un lugar o un combatiente revolucionario; la vanguardia es la más dinámica y consecuente organización que se da un pueblo, que pasa a adquirir conciencia real de las injusticias que lo aquejan. En ese sentido, los 15 de Agosto de cada año, los miristas, debemos evocar y conmemorar a todas las experiencias que hicieron posible sintetizar un planteamiento revolucionario para nuestro país; pensemos en el primer movimiento marxista, la Liga Internacional de Trabajadores, en la Vanguardia de Lenin, en el Ejercito Rojo de Mao, en el 26 de julio de Fidel y el Che, en Bolívar, en San Martín, en O'higgins, Manuel Rodríguez, Lautaro, en Recabarren y la clase obrera chilena, en Miguel y todos nuestros combatientes que hicieron posible la idea-objetivo de conmemorar y reivindicar una Vanguardia marxista-leninista, que con un carácter político-militar oriente los pasos del pueblo, para alcanzar la definitiva liberación del yugo del capital.
El MIR nace, crece, se desarrolla y se fortalece con las características que le dieron origen, por ello al tratar de transformarlas, estaríamos tratando de tergiversar la historia, más hoy, cuando nuestro enemigo fundamental amenaza la existencia del planeta, por lo que hay que batirlo en una gran confrontación mundial, a decir del Che esto "significa una guerra larga. Y, lo repetimos una vez más, una guerra cruel. Que nadie se engañe cuando la vaya a iniciar y que nadie vacile en iniciarla por temor a los resultados que pueda traer para su pueblo. Es casi la única esperanza de victoria".
En ese sentido, no podemos seguir viendo las Vanguardias, como estructuras burocráticas, atadas a discursos. Sino, verlas como lo que realmente deben ser: la viva fuerza de la organización del pueblo.
El MIR, como Partido de Vanguardia, con una doctrina marxista-leninista, tiene como objetivo desarrollar la conciencia de clase del conjunto de los explotados y marginados, de los pobres del campo y la ciudad, elevando su base ideológica, política y militar, para que organizadamente, se constituyan en protagonistas de su propia liberación. Es importante destacar este aspecto, debido que desde acá se desprende el carácter clarificador y orientador de la vanguardia y no suplantador de los movimientos sociales. El marxismo-leninismo esto lo clarificó desde un principio, planteando la clara diferencia entre la vanguardia revolucionaria y el proletariado, como clase revolucionaria. Pero además, desde esta diferencia cultural y política, entre ambas, planteó la unidad dialéctica, sin protagonismos ni sustitución del partido sobre la clase; al pueblo no se le debe restar el protagonismo en el proceso revolucionario emancipador, debe participar protagónicamente, en el dialéctico ejercicio de la construcción y la práctica del poder.
Como miristas, reivindicamos a la vanguardia como parte de un proceso de historia viva, no a un grupo de "sabios e iluminados" que se juntan un día a "elucubrar" política, sino como actores revolucionarios partes del pueblo y de un proceso revolucionario, encontrándose determinados por su claridad, entrega y determinación de hacer lo correcto, ya que hoy, en este escenario que coloca el imperialismo, el mundo es un proceso de humanidad y ambiente que nos reclama responsabilidad.
Por lo anterior, en este momento histórico, debemos superar cualquier diferencia que obstaculice la claridad; todo significado que cargamos como fusil, como idea, incluso como tradición, debe sobrepasar los límites de lo desconectado para interrelacionar, de lo simple a lo complejo, dialécticamente, de lo particular a lo universal.
Es nuestra historia la que nos determina, no nuestras cabezas. Es desde la continuidad que debemos seguir, hemos nacido en agosto, en octubre, en julio, somos hijos de la historia y de la vida. Esta nos da las respuestas que buscamos. Nos hereda la sabiduría del pasado, y nos hace nacer la esperanza del futuro, pues como dijera el Comandante Fidel "los sueños de hoy, serán las realidades del mañana"
Hoy debemos saber que nos encontramos en un gran momento de síntesis, son muchas contradicciones las que nos han dado la posibilidad de no separarnos de nuestra convicción revolucionaria.
De lo anterior se desprende, que una vanguardia está de aniversario cuando somos capaces de estar vivos, no como un recordatorio de un muerto. Cuando las manos siguen con fuerza para apuntar el fusil en la dirección correcta, cuando la vista no está cansada ni nublada, sino con ojos abiertos a cada día de realidad, cuando las voces siguen dando órdenes, y son capaces de conducir...
No estamos sólo para recordar una fecha cada tantos años, sino para saber que hoy tenemos una gran responsabilidad. No es tarea de otros, siempre es nuestra, no podemos separar ni un ápice de historia, en esta trama todos tejemos patria o muerte; y hoy por sobre todo, humanidad o muerte.
¡Sólo podemos la vía Revolucionaria!
¡Combate o Muerte!
Agosto de 2005, desde algún lugar de Chile.
Dirección Nacional Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR