El Ejército de Liberación Nacional de Colombia, envía al Episcopado y al pueblo colombiano, sus más sinceras y sentidas condolencias por el fallecimiento, el pasado 25 de Agosto, de Monseñor Jaime Prieto quien fuera uno de los más destacados pastores, en la defensa de la paz y los Derechos Humanos en Colombia.
Su profunda convicción cristiana lo hizo mantener una irrestricta opción por los pobres ante su avasallamiento por parte de los poderosos y la persecución militar y paramilitar; ello le ocasionó persecución, amenazas y descalificaciones de quienes detentan el poder desde los círculos de la extrema derecha.
Aun así, Monseñor Prieto jamás vaciló en su postura de auténtico pastor y desafió a riesgo de su vida los peligros, con destacada valentía y autenticidad cristiana.
Colombia, los departamentos Santander del Sur y del Norte, Barrancabermeja y el Magdalena Medio, gozaron de la eficaz presencia y compañía de Monseñor Prieto y hoy sentimos con profundo dolor su ausencia.
En este momento cuando desde distintos estamentos sociales y políticos de Colombia y el continente se agitan las banderas de la paz, es imperativo hacer presente a Monseñor Jaime Prieto, quien luchó por una paz auténtica, con justicia social, una paz que supere el gravísimo conflicto interno que desangra a Colombia y que reclama justicia social entre muchas otras urgencias así como un auténtico proceso de Verdad, Justicia y Reparación para las víctimas.
Al reivindicar la memoria y el ejemplo de Monseñor Prieto, es importante reconocer que en los momentos más críticos de la historia, destacados pastores de la Iglesia Católica no han dudado en colocarse del lado de los pobres y desposeídos de la patria, lo cual les ha merecido el respeto y reconocimiento del pueblo y la Nación.
El ejemplo y sacrificio de Monseñor Prieto, seguirá acompañando al pueblo colombiano y del continente, junto a otros cristianos como Monseñor Gerardo Valencia Cano, el Arzobispo Arnulfo Romero y sacerdotes como René García, Álvaro Ulcué Chocué, Camilo Torres Restrepo, Manuel Pérez Martínez y tantos otros cuya inspiración cristiana los llevó a la entrega sin límites y hasta las últimas consecuencias por su pueblo.