1. Quien duda qué la muerte de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 fue producida por los agentes yanquis, con los terroristas de Richard Nixon y Henry Kissinger a la cabeza? Sobre ese acto aleve de intervención imperialista no hay dudas. La certeza esta grabada en la historia.
2. Los testimonios desclasificados de las grabaciones de las llamadas desde la Casa Blanca, donde Nixon daba carta libre para cometer fechorías y crímenes contra el pueblo chileno y quebrar su proceso de la vía pacífica al socialismo, vía electoral, son solo la afirmación de algo que nuestros pueblos sabían y que la oligarquía chilena y el oficialato traidor del Ejercito chileno ha querido ocultar por siempre.
3. Pinochet, el general traidor y asesino, no fue más que el escogido por las estructuras clandestinas del imperialismo para asumir y ejercer el poder. La dictadura estableció por primera vez en América el modelo neoliberal que impulsaban los Chicago Boys, quienes fueron los asesores económicos del llamado milagro chileno. Esto conllevo la privatización de la salud, del sistema pensional, de la infraestructura, de la minería, de las industrias estratégicas, etc., ejemplo nefasto que cundió en todos los países con excepción de algunos donde los pueblos lograron defender su patrimonio.
4. La certeza vuelve. Los yanquis aplicaron a rajatabla en Chile el Consenso de Washington. Fue su prueba piloto. Miles de desaparecidos y asesinados, un pueblo silenciado y aterrorizado, la voluntad popular truncada a sangre y fuego, la construcción de un régimen autoritario y policíaco, ese fue el costo. Los ricos acumularon como nunca antes. El actual presidente Piñera es el más claro ejemplo de los tiburones pinochetistas que hicieron festín con el patrimonio nacional y ahora la propaganda y el engaño, el trastoque de valores y la ignorancia que deja la dictadura en el pueblo, lo convierten en paradigma de ciudadano de éxito y es elegido como primer mandatario.
5. Quién no está lleno de dudas sobre el responsable del inolvidable atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono ese 11 de septiembre de 2001? Cada día surgen más pruebas documentales, más investigaciones, más testimonios de lo absurdo del informe oficial sobre las causas y responsables de ese atentado terrorista contra el corazón del imperio.
6. La duda empieza en determinar si los organismos de inteligencia del más grande imperio de la historia no sabían nada del atentado. Continúa la suspicacia cuando la Fuerza aérea más sofisticada de la tierra no es capaz de contener la artesanal acción de unos pilotos que habían aprendido sentados en monitores que simulaban las condiciones de vuelo de esos grandes jets.
7. La duda se acrecienta cuando la respuesta imperial se desgaja contra dos pueblos lejanos y débiles, Afganistán e Iraq, con historias inverosímiles y que la misma vida ha demostrado que no eran ciertas. Bin Laden, potentado saudí, socio comercial de la familia Bush, extremista de derecha como Bush, es designado como líder de Al Qaeda, franquicia que funciona donde el imperialismo la necesita y responsable de los atentados a las Torres, según el señalamiento de la cúpula yanqui. Afganistán sigue siendo bombardeado e invadido, con la disculpa de este fantasma que alimenta la sed de venganza insaciable del pueblo estadounidense, pero que difuminado, no ofrece líneas de resistencia, no presenta combates. La disputa en Afganistán se convirtió en un una guerra de Liberación Nacional por parte de su pueblo al igual que en Iraq.
8. En Iraq, se fortalece la duda, al demostrarse que Sadam Hussein no tuvo nada que ver con las acciones del 11 de septiembre. Tampoco encuentran armas de destrucción masiva, otra amenaza contra los pueblos del mundo, que supuestamente el régimen iraquí poseía. Colin Powell, el terrorista mentiroso, justificó así en el Consejo de Seguridad de la ONU, la invasión a Iraq. La verdadera razón es tan grande como los pozos de petróleo que están en el subsuelo de la segunda potencia petrolera. Fue por el petróleo estúpido diría Clinton.
9. El engaño, la mentira, el terrorismo, el asesinato, son las armas del imperialismo, las armas de las trasnacionales que aúpan las agresiones contra los pueblos. No hay duda que los mueven la lógica del capital, el acumular más y más ganancias. La certeza de los millones victimas, de la destrucción de la voluntad de los pueblos, de la soberanía popular, es la que queda de este accionar imperialista.
10. Este 11 de septiembre se celebran dos acciones diferentes. Se conjugan las dudas y las certezas. El imperialismo está en el centro de ambos. Sabemos que una fue el criminal, el autor material e intelectual. En la otra dudamos que sea victima. Algún día la humanidad sabrá la verdad.
Comando Central - COCE
Ejército de Liberación Nacional
Septiembre de 2010