CARTA ABIERTA A LAS VÍCTIMAS DEL ACCIDENTE DE MACHUCA
Hoy al cumplirse 11 años del lamentable y doloroso accidente de Machuca, el ELN reitera sus disculpas y pide perdón, una vez más, a los dolientes de las víctimas, además reitera su disposición a ayudar en su reparación de los daños causados por este accidente.
Consideramos importante seguir esclareciendo a todos los colombianos y a la comunidad internacional, que dicho suceso nada tiene que ver con nuestra política, pues jamás ha sido ni será propósito del ELN, causar daño alguno al pueblo. Dicho suceso nunca fue pensado ni planeado para producir tal daño, ello no nos exime de responsabilidades, pero no se puede confundir con un hecho premeditado a la usanza de los paramilitares o de las tropas gubernamentales.
Lo sucedido
Machuca, ubicado a unos 150 kilómetros de Medellín, en 1998 era un sencillo y abandonado caserío habitado en su mayoría por pobladores afro-descendientes del Chocó, motivados por el trabajo de la minería artesanal en las minas de oro del nordeste antioqueño.
Como la presencia del ELN en dicho lugar ha sido ininterrumpida desde 1967, la persecución y represión contra su población, de parte del Estado ha sido permanente a través de sus Fuerzas armadas y sus paramilitares.
Muy cerca de Machuca, pasaba inicialmente el oleoducto Colombia que atraviesa el país de oriente a noroccidente, por ahí sale el petróleo crudo para las refinerías de transnacionales imperialistas. Luego para ampliar el saqueo petrolero, se construye el oleoducto Osensa, pegado al oleoducto Colombia.
Desde mediados de la década de los 80, El ELN realizó sistemáticas campañas de denuncia sobre el saqueo de los recursos energéticos colombianos, también presentamos propuestas para mejorar las políticas en beneficio del interés nacional y de las mayorías.
Toda propuesta política de la sociedad como de la insurgencia ha sido desoída por los gobiernos. Por esta razón el ELN tuvo que acompañar dichos planteamientos con acciones militares y de sabotaje a la infraestructura para hacerse escuchar. Solo entonces, en Colombia comenzó a debatirse con mayor intensidad sobre el saqueo de nuestros recursos energéticos.
Así es la historia. En la década de los 50 fue con la lucha de los trabajadores petroleros, con muertos y persecuciones, que se logró reivindicar el interés nacional creando Ecopetrol, en contravía a la oligarquía gobernante a quien solo le interesaba que las transnacionales se llevaran los recursos.
A finales de la década de los 80 el ELN continuaba adelantando la campaña “DESPIERTA COLOMBIA SE ESTÁN ROBANDO EL PETROLEO” como fundamento de una lucha que es parte de la que libramos como nación. En tal sentido, la conducción nacional del ELN ordena realizar acciones de publicidad en las ciudades, propaganda armada sobre las vías y sabotajes a oleoductos que trasladan el crudo y de esa manera seguir respaldando las luchas de los trabajadores petroleros.
Es en este contexto que se realizan las acciones de sabotaje a la infraestructura petrolera y energética, pero no que la Conducción Nacional del ELN hubiese orientado específicamente la voladura en las proximidades de Machuca, donde se presentó el lamentable accidente que enlutó al pueblo colombiano e inevitablemente al ELN.
Hoy pasados 11 años rendimos homenaje a quienes allí murieron y reconocemos que varios de ellos eran personas con ideales altruistas y favorables a los cambios por los que luchamos pueblo y guerrilla.
Reiteramos que es totalmente falsa y ruin, la cobarde afirmación de algunos medios informativos, que difundiendo versiones de los mandos militares gubernamentales, reprodujeron la mentira que el ELN había incendiado el caserío en retaliación porque sus pobladores apoyaban al ejército gubernamental. Jamás la mentira puede aceptarse como argumento de lucha política contra los adversarios, eso es sencillamente guerra sucia.
El accidente
Otras acciones de voladuras al oleoducto se habían realizado en el área, pero no tan cercanas al caserío.
Era la madrugada del 18 de Octubre de 1.998, un mando regional y de manera inconsulta orienta la realización de dicha voladura sin cerciorarse de las características del terreno y sin valorar objetivamente los riesgos para la población.
La voladura se realiza en las horas de la madrugada. Cuando se presentaban roturas al tubo, la válvula más cercana se cerraba automáticamente para evitar un derrame abundante. En esta oportunidad ese mecanismo falló y habría que averiguar con profundidad qué fue lo que falló, para evitar hacer suposiciones.
El crudo cayó al río que pasa por uno de los costados del caserío y atraviesa la carretera Segovia Zaragoza. Antes del amanecer se produjo el incendio que alcanzó las casitas más cercanas al río y a través de éstas el fuego se propagó rápidamente por todo el caserío produciendo la tragedia.
El derrame de crudo con composiciones gaseosas, al extenderse por la atmósfera produjeron el incendio al llegar a las llamas que estaban en las casas.
El mismo 18 de Octubre de 1998, el Comando Central del ELN se comunicó con el mando encargado del área, quien confirmó la responsabilidad de sus unidades en dicha acción y recibimos en directo las primeras versiones de tan dolorosa tragedia.
El ELN a parte de sancionar disciplinariamente al mando que ordenó la acción que desencadenó el accidente, asumió la responsabilidad en este fatídico acontecimiento. A nombre de nuestra Organización, en cabeza del primer comandante del ELN asumió públicamente la responsabilidad y pidió perdón por lo acontecido, como obligación moral indispensable.
Desde entonces, en el ELN y particularmente en su conducción, hemos llevado este dolor junto a las víctimas, junto a todos los dolores por los sacrificios que vive el pueblo y los luchadores por atreverse a enfrentar las injusticias y por buscar un futuro más digno para las mayorías de Colombia.
Gloria eterna a todas las víctimas de este grave conflicto social y armado que vive Colombia y que urge una Salida política que logre la paz verdadera, una paz con justicia y equidad social, con democracia y autodeterminación, sin el sometimiento extranjero y donde existan para todos los colombianos y colombianas los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas obligaciones, solo así habrá paz y futuro.