Este Primero de Mayo, como en el resto del mundo, los trabajadores colombianos tenemos una cita histórica en las calles, plazas y parques de todas las ciudades y poblados.
Con sentimiento internacionalista los explotados expresaremos alegría por las victorias de la movilización popular amplia y unitaria que destrona tiranos en Ecuador y Bolivia, unidad combativa que da nuevos triunfos al pueblo y el gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela, fortalece la firme resistencia del pueblo y el gobierno cubanos y da esperanzas a Uruguay.
Este día de lucha obrera mundial hará más evidente el gran movimiento antiimperialista que apoya la causa Palestina y lucha por expulsar los yanquis de Irak e Irán sin dejar sola a la Colombia popular que avanza en oposición al desteñido presidente Álvaro Uribe y su fascista programa de "Estado Comunitario".
La indignación general crece con la crisis económica, social y política del país que ya llega a muy altos niveles. La globalización neoliberal y los dictados del Fondo Monetario Internacional, dirigidos por el terrorista Bush, que con tratados como el ALCA-TLC nos sumergen en el atraso y la dependencia insoportables e inadmisibles para los pueblos latinoamericanos, cuando contamos con iniciativas como el ALBA que rompen lazos de dependencia y abren las puertas a la integración por una América Latina hacia el progreso.
Con los múltiples esfuerzos desarrollados por las mayorías de Colombia, se está mostrando el rechazo vehemente a la política infame del régimen, porque sólo el combate popular garantiza evitar las lágrimas y los mayores sufrimientos que se avecinan si el gobierno de Uribe impone su reelección o continúa otro tirano con las usuales medidas contra Colombia y su pueblo.
El fracasado y demencial guerrerismo del Plan Patriotas y toda la "Seguridad Democrática" de Uribe, están siendo derrotados con la defensa en las calles de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario pisoteados por el gobierno y las hordas mercenarias que forman la Fuerza Pública. El guerrerismo del Plan Colombia de los yanquis ha sido debilitado con la resistencia de los luchadores por la paz de la Comunidad de San José de Apartadó y de quienes claman por el canje humanitario. Lo están mostrando inútil e inservible los combates militares en la Frontera Sur, Urabá, el Llano, el Cauca y todo el territorio nacional desarrollan las FARC, el ELN, el EPL y toda la Colombia insurgente, asestando derrotas contundentes a las FFMM dirigidas por un Comando Sur incapaz de impedir la actual crisis en las alturas que las sacude. De conjunto, esas luchas están creando condiciones objetivas para exigir la solución política al conflicto.
En este Día Internacional, la clase obrera protestará con justa razón por los atropellos al derecho a la vida, contra la muerte que siembran el terrorismo de Estado y sus paramilitares, legalizados con la burda y corrupta jugada politiquera de la mesa de amigos de San José del Ralito, como otra pieza clave del impulso al Plan Colombia y la reelección de Uribe. Exigirán verdad, justicia y reparación para las victimas del paramilitarismo y el terrorismo de Estado, que es todo el país.
En el Primero de Mayo los trabajadores denunciarán la corrupción del opresor Estado burgués proimperialista y la del gobierno corrupto de Uribe que, engañosamente, atribuye al gasto social y los salarios la causa del déficit fiscal para proceder a recortarlos. Realmente, ese déficit es causado por el cumplimiento de los abonos a la impagable deuda con la banca internacional y sus testaferros en Colombia, es generado por el elevado gasto en la guerra dictada por el amo yanqui con su Plan Patriotas y por el despilfarro clientelista del Uribe-candidato.
Muchísimas voces repetirán que las privatizaciones entregan el ahorro público a los magnates del capital financiero nacional e internacional, mientras se socializan las pérdidas y la crisis económica se descarga sobre los humildes reduciendo ingresos y salarios, elevando impuestos y tarifas que hacen inalcanzable la canasta básica familiar de los obreros, campesinos y gentes del pueblo.
Se exigirán soluciones reales a las demandas del campesinado pobre y medio, azotado por las importaciones de alimentos, la falta de asistencia técnica y mercadeo que acaban la precaria soberanía alimentaria del país. Se reclamará la condonación de las deudas del campesinado con el capital financiero, promotor y beneficiario de la concentración de la tierra mediante la expropiación violenta de propiedades validos de leyes injustas aplicadas por jueces parcializados y, especialmente, con la acción terrorista de los paramilitares contra campesinos, negros e indígenas, apoyados por el Estado, narcotraficantes y multinacionales del sector energético que se han apoderado de cerca de 4 millones de hectáreas para beneficio de sus megaproyectos.
Reclamaremos con los pequeños y medianos propietarios de la ciudad por sus demandas de crédito, bajos impuestos y contra la apertura económica. Reclamaremos el apoyo a los colectivos populares y demás creadores de arte y cultura, exigiendo un lugar digno para la intelectualidad formada en Colombia hoy desplazada por prepotentes tecnócratas educados por los imperialistas para defender sus intereses.
El Primero de Mayo saldrán miles de jóvenes a gritar exigiendo empleo, bienestar social, deporte, educación y recreación. Las mujeres dejarán su sonoro reclamo del derecho a la igualdad contra la discriminación y la opresión seculares. Los homosexuales manifestarán su rechazo a la discriminación clerical y estatal.
Exigiremos junto a las comunidades indígenas, raizales y negras, la satisfacción de sus demandas de autonomía, respeto a su cultura, derecho a gozar de plena representación y decisión en las políticas económicas de desarrollo y el derecho a disfrutar las riquezas de sus territorios saqueados por multinacionales.
Los trabajadores volverán a manifestar su oposición y resistencia a las reformas laboral y pensional, a la penalización de la protesta social. Insistirán en reclamar el libre ejercicio de los derechos de huelga, petición y negociación de sus exigencias, cuya negación es otra expresión del terrorismo de Estado y el fascismo que promueven el Plan Colombia y el proyecto fascista de "Estado Comunitario" para proteger el capital y sus beneficiarios.
Estas banderas constituyen un marco programático alternativo que no empieza a agitarse este Primero de Mayo, ni termina de difundirse con la jornada de paro del 19 de mayo convocada por el movimiento sindical y popular.
Las personalidades democráticas, las organizaciones sociales y demás fuerzas progresistas y revolucionarias aglutinadas en organizaciones democráticas y progresistas como el Frente Social y Político, Alternativa Democrática y en los núcleos progresistas de los partidos tradicionales que están desencantados de los caciques clientelistas y tradicionales, hemos conformado la Gran Coalición Democrática para unir todas las voces inconformes e impulsar una oposición más amplia y unitaria al régimen. El gobierno de Uribe ya fue derrotado en el referendo del 2003 y la oposición democrática volverá a derrotarlo en las fuertes batallas venideras, guiándose con las banderas de cambio a favor del pueblo y la nación.
Colombia está de cara a una creciente lucha política de masas que va polarizando el país, que enfrenta a los obreros y el pueblo con el poder oligárquico e imperialista. Avanza una lucha de oposición alternativa para derrotar, una vez más, las tinieblas y el horror del fascismo que tratan de imponer los dueños del capital y la tierra, liderados por el gobierno autoritario del paramilitar Uribe Vélez, fiel títere del imperialista Bush.
Hoy, los amantes del progreso y la soberanía nacional, esperamos conquistar un gobierno alternativo que se apoye en el pueblo y luche por el pueblo. Un nuevo tipo de gobierno que, confrontando decididamente el modelo neoliberal de los opresores y explotadores, abra espacios a las luchas por libertades democráticas, por el bienestar económico-social y por la paz. Queremos conquistar un gobierno alternativo que defienda la soberanía nacional y popular. Vamos a definir una candidatura presidencial unitaria, alternativa, que con firmeza represente todo lo sano y progresista que tiene Colombia.
Los amantes de la libertad, con la celebración de este Primero de Mayo unitario, combativo e internacionalista, afianzaremos los esfuerzos por la unidad popular y el cambio. En campos y ciudades, apoyaremos y desarrollaremos todas las formas de organización y de lucha de nuestro pueblo. Así acumularemos fuerzas necesarias para la insurrección popular armada que nos dé la conquista del poder, la revolución social que aplaste la oligarquía y ejecute lo que dicte el pueblo.
¡Cuba, Ecuador, Bolivia y Venezuela... en América Latina son escuela!
¡El Primero de Mayo... todos contra el régimen!
¡Contra el gobierno de Uribe... unidad, organización y lucha!
¡VIVA EL PARO NACIONAL DEL 19 MAYO!
¡COMBATIENDO UNIDOS VENCEREMOS!
Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)