Empieza a salir a flote la lucha política e ideológica de dos de los principales grupos al interior del movimiento magisterial. Uno de ellos argumenta, contra el otro, complicidad y alianzas con el ulisismo (léase priismo) y agrega una larga lista de denostaciones. El otro argumenta que su contraparte está aliada con el diodorismo, el cual detenta en la actualidad parte de las mieles del poder estatal.
Pero las declaraciones de estos grupos y sus representantes no ayudan al movimiento magisterial ni popular, por el contrario lo perjudican mucho. Ambos se rasgan las vestiduras, sacando a flote su inmadurez y un poco de soberbia en sus alocuciones. En juego está el relevo de la dirigencia seccional, así es que muchas corrientes o grupos ya enfilan sus baterías. Al presentarse la oportunidad de hacer resbalar al oponente, no se pierde la oportunidad de hacerlo.
La lucha ideológica no está demás, siempre y cuando se haga de manera adecuada, siguiendo los canales adecuados. La lucha política por los espacios es un derecho conquistado, pero es necesario ubicar correctamente cuál es el enemigo de clase, teniendo la capacidad de detectar el momento y las formas de hacerlo de tal manera que no se le den armas al adversario para golpear. En la lucha legítima por dirigir el movimiento magisterial no debe nadie llevarse entre las patas todo un proceso histórico. Con sus muchos aciertos pero también con sus muchos errores, la Sección XXII es en la actualidad un símbolo de la lucha social a nivel nacional.
Paralelo a esto, se sigue dando la filtración de información en diversos medios de comunicación. De manera lenta pero sistemática, defenestrando y generando confusión. Salen a la luz datos de partidas presupuestales ejercidas por el IEEPO cuyo destino fue el CEE de la sección XXII. Se filtran montos de salarios de algunos representantes de mediana jerarquía en el CEE, cuidando de no evidenciar a la cúpula del comité (por el momento). Exponiéndolos ante la opinión pública como gastos injustificados y ostentosos. El objetivo es generar un ambiente de linchamiento en la opinión pública y sentar las bases para justificar una ofensiva represiva. Sería bueno e imparcial compararlos con el salario de algunos senadores o funcionarios estatales. Eso para dar algo de muestra de equilibrio y hacer que muchos malpensados como nosotros no veamos doble intención en el asunto.
Lo anterior genera dudas en cuanto a las verdaderas intenciones de toda esta serie de acontecimientos y maniobras políticas-mediáticas. Muy cerca está el recuerdo de lo que sucedió durante la visita de Calderón a Oaxaca. Parece todo un plan preconcebido con antelación. La experiencia nos hace pensar que así puede ser, ojalá estemos equivocados. Es más, deseamos equivocarnos. Nadie quiere una vuelta al pasado, por el bien de Oaxaca no debe ser así. El pueblo quiere un proceso realmente de cambio; contrario a ello, la decepción traerá consigo una explosividad que hasta el momento está contenida por la expectativa generada con la promesa de cambio. El bono político otorgado por la ciudadanía todavía da para un poco de tiempo más. Recomendable es entonces no permitir que todo se vaya al traste.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, a 7 de marzo de 2011.
¡Por la revolución socialista y la liberación nacional!
¡La lucha popular revolucionaria!
¡Patria libre!
¡Y socialista!