Las hordas criminales del estado colombiano continúan haciendo presencia en el occidente del país para asesinar a quienes se interponen en los intereses de multinacionales y planes oligarcas.
Con profundo dolor denunciamos ante la opinión pública nacional e internacional la masacre perpetrada por personas encapuchadas el pasado 22 de marzo en la vereda La Cumbre, finca Carrema, municipio de Pueblo Rico, departamento de Risaralda, donde fueron vilmente asesinados seis personas, cuatro de ellas de una sola familia y otras dos que se encontraban empleadas en dicha finca, entre las víctimas se encontraba un menor de edad de tan solo doce años.
Esta región rica en diversos recursos naturales entre los que podemos mencionar, oro, agua, petróleo, uranio, platino entre otros es hoy por hoy el centro de atención de muchas multinacionales que miran con avaricia toda la riqueza natural que posee y la cual pretenden explotar a través de diversos mega proyectos que desde ya están imponiendo por la fuerza como la hidroeléctrica que se ubicaría sobre los ríos San Juan y Agüita a la altura del puente La Unión, donde varias veredas y comunidades de los municipios de Mistráto y Pueblo Rico en Risaralda tendrían que desaparecer. En este punto ya han comenzado a desplazar las comunidades y a ofrecer migajas en el mejor de los casos por desalojar las tierras, de no hacerse de esta manera se corre el riesgo de que negocien con la viuda como han amenazado a muchos que no quieren abandonar lo que para ellos significa todo el trabajo de sus vidas.
De igual forma alertamos a líderes sindicales, obreros, estudiantes, defensores de derechos humanos y todo aquel que lucha por construir una nueva sociedad a no dejar que sus voces sean silenciadas por el terrorismo de estado, que con sus balas quieren callar el derecho de todas las víctimas que han dejado, sus hijos los paramilitares; como lo hicieron con David de Jesús Góez el pasado 24 de marzo de 2011 en Medellín, quien se desempeñaba como líder representante de los campesinos a quienes los paramilitares les robaron las tierras en Urabá.
Querido pueblo del occidente colombiano y de Colombia entera, nuestro país no puede seguir indolente ante el sufrimiento de nuestros hermanos cuyo peor delito es haber nacido o vivir sobre unas tierras con muchas riquezas o en su defecto ser pobres.
Desde nuestra trinchera de combate enviamos nuestra solidaridad con las comunidades de esta hermosa región e invitamos a todas las organizaciones populares, sociales y defensoras de los derechos humanos a participar activamente en la denuncia de los hechos de barbarie cometidos por estos agentes criminales del estado que se esconden bajo una capucha para cometer todos estos asesinatos y dejarlos en la impunidad.
Llamamos a toda la comunidad a aunar esfuerzos para resistir y combatir la arremetida estatal que se avecina para entregar nuestras riquezas a manos extranjeras.
No más sangre derramada… fuera yanquis y multinacionales de Colombia.
La patria se respeta
Frente de guerra occidental
Ejercito de liberación nacional