Los últimos 2 años hemos presenciado la clara agudización del grado de violencia en la protesta social. Es visible a través de los medios de “desinformación” o de “formación” como se busca legitimar la represión e ilegalizar la protesta social.
Se busca generar un consenso para dar vía libre a la creciente militarización de la sociedad, que proponen como supuesta solución del “caos por la protesta y la inseguridad”, y como real contención de la reacción popular que van e irán generando las políticas de ajuste y saqueo que pretenden imponer en estos próximos años, empujados por su natural ambición y por el contexto de inestabilidad económica mundial. El plan militar del Estado obedece al plan político de los dueños del país (los monopolios o popularmente llamados multinacionales o transnacionales): bajos salarios (por medio del “neopacto social” y la inflación), aumento de impuestos (para más subsidios a las multinacionales y el pago de la deuda) y aumento de exportaciones de recursos estratégicos (por medio de la contaminación más perversa pretenden aumentar el saqueo de la soja y el biodiesel, los minerales y los hidrocarburos básicamente).
Hoy el problema de la creciente presencia en la vida cotidiana de las Fuerzas Represivas del estado, debe ser un problema seriamente discutido por las Fuerzas Revolucionarias del conjunto de la sociedad.
Veamos, como desde los voceros de las oligarquías gobernantes, los voceros de los monopolios, se preparan para un mayor “control social” o contención de la violencia popular, que irá creciendo por la creciente bronca hacia una situación de existencia cada vez mas dura e indigna para las masas populares.
Ya lo anunciaba la señora Ministra de Defensa Nilda Garré (discurso del 17 de junio de 2009, con motivo del "Día del Ministerio de Defensa"): “Por otra parte, se ha trabajado permanentemente en la búsqueda de soluciones a las demandas formuladas por las entidades gremiales buscando en todos los casos la adecuada resolución de las problemáticas planteadas. Cabe señalar, sin embargo, que el esfuerzo conjunto de atender las problemáticas laborales a través del diálogo y la negociación no debe incluir la aceptación de acciones reñidas con el respeto a trabajadores y funcionarios y a los bienes de la jurisdicción. La dificultad de atender los reclamos formulados no justifica nunca acciones incompatibles con la convivencia.
Esto cobra mayor importancia por el hecho de que, como es sabido, el año anterior en esta misma circunstancia propuse la necesidad de atender de manera sistemática la problemática de la violencia laboral, en el entendimiento de que su existencia se sustenta en cierta “naturalización” de las conductas violentas. Como consecuencia de este planteo se realizó durante los últimos meses de 2008 una encuesta en distintos ámbitos del Ministerio, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el interior, alcanzando un total de 1063 encuestas respondidas, que fueron sistematizadas y que darán lugar a una publicación que permitirá analizar con autoridades civiles y militares y con el conjunto de los trabajadores la problemática de la violencia laboral y buscar las soluciones adecuadas.”
La palabra de la ministro, evidencia una claro plan desde las clases dominantes, hoy en marcha, y hace unos años planeado (como muestra la fecha del discurso). El plan político-militar es el de controlar a todo el pueblo pero principalmente a los trabajadores, ya que son concientes del peligro potencial si esta clase toma como propia el uso de la violencia como solución de disputas de intereses.
Ellos saben y nos insisten que el monopolio de la violencia es del Estado, pero olvidan decir que es del Estado al servicio de las multinacionales, trasnacionales y grandes grupos económicos financieros. Es decir, nos proponen que al dejar el monopolio de la violencia en un estado cipayo-oligárquico, solamente es legítima la violencia siempre y cuando sea para sostener y proteger el “régimen” de ganancias extraordinarias de las multinacionales existente en nuestro país. Y cuando decimos régimen, en el sentido, hablamos del conjunto de instituciones e intereses que sustentan a las mismas multinacionales como únicas privilegiadas, por lo tanto el único interés que se defiende en el país y muy bien, es el de las grandes ganancias de las multinacionales. Se las subsidia, se las beneficia impositivamente, se les permite infligir leyes o adaptarlas a sus necesidades, mientras las leyes en beneficio del pueblo y en detrimento de las ganancias, se olvidan o se modifican.
LA CUESTIÓN DE LA VIOLENCIA:
Señalaba en su momento Alejandro Macfarlane, presidente de Edenor y de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica (Adeera), cuando comenzaban a masificarse las tomas de instalaciones como medida de fuerzas de los trabajadores, recuerden el caso de Kraft:
“Deberíamos empezar a buscar un modo de resolver las situaciones gremiales dentro de lo que prevé la ley. Independientemente de quién tenga razón en el caso Kraft, el método de cortar las autopistas y tomar las plantas no parece razonable. Hay que desideologizar el conflicto laboral y resolverlo dentro de la ley para que todo sea más tranquilo y aumenten las inversiones”
Luego, otro allegado a los mismos intereses de clase del mismo Macfarlane:
“Lo de Kraft es un problema que, aparte de generar trastornos, crea inseguridad porque la Justicia considera que no tiene que actuar y va perjudicando el clima de negocios. Lo veo con la preocupación con que lo vemos todo. Además, no se acatan las conciliaciones; los delegados tienen fueros; aparecen los activistas... No puedo decir qué hay que hacer, pero nadie tiene derecho a efectuar cortes así”. Señaló Roberto Domenech, jefe del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y vicepresidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), fieles expresiones de las multinacionales agroexportadoras.
Es muy notoria y clara, desde hace un tiempito la preocupación en los sectores del verdadero poder, los monopolios económicos.
FORJAR Y DIRIJIR UNIDADES DE AUTODEFENSA DE MASAS: PAPEL INDELEGABLE DE LOS REVOLUCIONARIOS
Como veíamos hoy bajo la excusa de la inseguridad, se busca plasmar un plan de contención y control social, y es por esto que se puede especular que esa inseguridad es impulsada y protegida por los interesados en implementar dicho plan. Sea verdad o no esta especulación, la forma de romper el plan es oponerle uno nuestro, y es justamente el de quitarles el uso exclusivo de la fuerza al absolutamente corrupto y podrido Estado (incluidas todas sus fuerzas represivas), es decir, la forma de oponernos a su inseguridad es generando nuestra seguridad, es organizando a las masas en su autodefensa.
Hablar de esta cuestión, ya no es un vericueto teórico, es una necesidad empírica e inmediata, ante los planes de los monopolios en el poder, expresados por sus “funcionarios” como antes habíamos visto.
También la problemática social de la “delincuencia” que anida en los barrios, asociada con el narcotráfico y la policía (y no la de origen socioestructural), tiene como única solución la organización de autodefensas seriamente elaboradas y no la aclamada “seguridad” con más presencia del mismo “narcopolicía”. De todas formas sabemos que la solución definitiva es estructural, osea política, pero por esta razón, como la única solución posible y viable en nuestra actualidad es una Revolución, osea una construcción de Nuevo Poder, es soberano y viable el camino de impulsar y construir Organismos de autodefensa ya que en un futuro estos serán la base de una definitiva solución para nuestra patria, serán base de una popular insurrección que tumbe, destruya y reemplaze a este Estado corrupto, burocrático y cipayo-oligárquico, y pilares centrales en la lucha prolongada ante el Poder.
Tambien justifica la política de impulsar autodefensas, la creciente necesidad de defender los espacios de participación que las masas construyen, como también la necesidad de proteger la lucha reivindicativa que las masas impulsan, y ante las distintas arremetidas de la reacción, sean camarillas patoteriles de sindicatos, mafias de narcos o policías, o de agentes serviles a los monopolios; esto requiere una urgente implementación de Organismos de autodefensa, y que en su nacimiento desde las masas se vayan desarrollando los elementos de autodefensa desde lo pequeño y simple a lo grande y complejo.
Esta necesidad de Organismos de autodefensa, no puede ser satisfecha sin un colectivo que este preparado en la política revolucionaria para impulsarlo.
Hablar de autodefensas, sin una vanguardia, es una irresponsabilidad y un acto peligroso para las masas mismas.
“Los espontaneistas, con su irresponsabilidad y ligereza característica, gustan plantear sin ton ni son ante cada movilización obrera y popular por pequeña y aislada que sea, la formación inmediata de milicias de autodefensa. Naturalmente que para ellos es solo una palabra con la que pretenden colocarse a la izquierda de nuestro Partido en el terreno de la lucha armada y no existen riesgos de que lleguen a concretarlo. Pero sectores proletarios y populares de vanguardia, plenos de combatividad, pueden caer bajo la influencia de esta hermosa consigna y llegar a la formación apresurada de tales milicias, exponiéndose y exponiendo prematuramente a sectores de las masas a los feroces golpes de la represión con resultados contraproducentes. Las milicias de autodefensa son parte esencial en el armamento obrero y popular, constituyen sólidos pilares en la edificación de las fuerzas armadas revolucionarias, pero por su amplio carácter de masas solo pueden surgir de una profunda y total movilización del pueblo en zonas de guerrilla o zonas liberadas.” PODER BURGUÉS Y PODER REVOLUCIONARIO. Mario Roberto Santucho (23 de agosto de 1974)
Es de fundamental importancia el Papel del Partido Revolucionario de Vanguardia, guiado por el marxismo leninismo, que con su accionar debe ir constituyéndose en dirigente natural de este proceso de formación de los necesitados organismos de autodefensa de masas, no solo para que las mismas puedan afianzarse en sus luchas reivindicativas, sino también para ir constituyendo los elementos necesarios para la imperativa y urgente Revolución fundamentada en UN NUEVO PODER nacido en las entrañas de los trabajadores y el pueblo.
Este cambio, nuestra patria reclama para Redimirse y concretar plenamente su existencia en DIGNIDAD y SOBERANIA. El norte es la revolución y el socialismo.