A los pueblos del mundo:
Al pueblo de México:
Al pueblo de Guerrero:
Compañeros, camaradas:
Se acerca un año más de dolorosa conmemoración luctuosa de la masacre en el vado de Aguas Blancas, en nuestro sufrido estado de Guerrero.
El tiempo pasa y poco a poco la memoria va madurando. Pero que nadie se haga ilusiones, no habrá olvido jamás, mucho menos a cambio de indignas compensaciones de $50,000.00 ni con sólo promesas electoreras.
La masacre de Aguas Blancas jamás se nos olvidará porque nosotros mismos fuimos producto de ella, nuestro nombre lleva bien grabado en sus siglas el dolor de la muerte injusta y vil que nos impuso el caciquismo rampante del siempre desvergonzado figueroísmo.
Somos ahora más maduros políticamente. Pero no olvidadizos ni viles oportunistas. Claramente decimos que no le andaremos mendigando a Aguirre abrir el caso de Aguas Blancas. Lo abriremos, aun a pesar de él, al lado de nuestro pueblo, en conjunto con nuestras bases de apoyo, porque somos pueblo y estamos con el pueblo. El tiempo de la justicia se va acercando, poco a poco, inevitablemente. Tenemos paciencia, una formidable arma de guerra.
Hemos instruido a nuestros compañeros de base para que contribuyan en la búsqueda de coordinación y unidad del movimiento social guerrerense. Pensamos que ese es el primer paso para lograr lo que sea. Le hemos dicho a nuestra gente que no debemos emborracharnos con promesas pequeñas o grandes ni metas gigantes; seamos serios y abramos primero el caso Aguas Blancas. Pero antes de eso démonos la estructura legal y funcional necesaria para lograr nuestros objetivos. No pretendamos enjuiciar a los asesinos materiales e intelectuales sin antes tener los medios legales y operativos para lograrlo. Si nos precipitamos los dejaremos escapar fácilmente. Debemos recurrir a las experiencias de nuestros hermanos de Cuba y suramericanos. Ellos lograron recuperar los restos de los combatientes caídos en Bolivia, incluyendo los del Che Guevara, y han logrado muchos avances en su largo caminar por hacer justicia a los asesinatos, desapariciones y huérfanos que dejó el Plan Cóndor en toda la América del Sur. Debemos pedirles que nos ayuden con su experiencia jurídica, de antropología forense y de otras ramas científicas en general para lograr cumplir nuestro cometido.
No cabe la menor duda de que las familias y las organizaciones sociales que han sido directamente víctimas son quienes deben encabezar este esfuerzo por hacer justicia en Guerrero. Pero al mismo tiempo, todos ellas deben estar conscientes de que muchos de los delitos fueron cometidos por fuerzas represivas federales y en ese sentido requerirán de una mayor fuerza política, económica y social para lograr hacer justicia.
Lograr la justicia en el plano federal será, como históricamente lo ha sido, la tarea más ardua. Peor ahora en que un verdadero chacal gobierna el país a sangre y fuego, un hombre al que 40 mil mexicanos muertos le parecen nada. Pero se acerca ya el final de esa negra etapa. El movimiento social deberá entonces ser hábil para armonizar los tiempos de Guerrero con los de todo el país.
En el reciente encuentro entre el poeta Javier Sicilia y aquel que incluso sin nombrarlo pinta de rojo-sangre cualquier cosa, quedó claro que este último no entiende razones de ninguna especie. Decir que está arrepentido de no haber sacado a las calles antes al ejército es buen síntoma de su pensar fascista y autoritario. Ese hombre no tiene sensibilidad alguna, es un gran hipócrita de corazón, un Pinochet, un Franco, un Videla, un tirano de ultraderecha subordinado a un Plan Cóndor, hoy llamado Plan Mérida. Señor Sicilia, del responsable estratégico del asesinato de su hijo, no espere mucho.
Esa es nuestra palabra humilde. Rendimos respetuoso tributo a los muertos en el vado de Aguas Blancas aquel 28 de junio de 1995. Y le recordamos al pueblo que a raíz de ese hecho lograron juntos derrocar, al menos formalmente, a otro chacal, a Rubén Figueroa Alcocer. ¡Que nadie diga que las cosas no se pueden hacer!
¡Saludo combativo a todo nuestro pueblo de México y de Guerrero!
¡Contra la globalización neoliberal!
¡La construcción del Socialismo!
Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres – Comando Justiciero 28 de Junio, CCRP-CJ28J