Del CCCLB a las organizaciones revolucionarias

¡A TREINTA Y UN AÑOS DE LA CAÍDA EN COMBATE DEL COMANDANTE LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS, LLAMAMOS A DETENER LA LUCHA FRATICIDA ENTRE REVOLUCIONARIOS!

Compañeros: hoy, dos de diciembre de dos mil cinco, nuevamente estamos aquí, en la Plaza Central de Atoyac de Alvarez, Guerrero, bajo la sombra del monumento que con la participación y el esfuerzo popular hicimos al profesor y comandante Lucio Cabañas Barrientos. Como hace un año, manifestamos que las condiciones de pobreza y miseria en las que vive nuestro pueblo siguen lastimando a la mayoría de mexicanos. Que la crisis económica que afecta a los trabajadores, campesinos e indígenas se ha profundizado. Que lamentablemente los actuales gobernantes siguen entregando nuestro país a los capitalistas nacionales y extranjeros y siguen amenazando a la industria eléctrica y a la petroquímica básica a través de los contratos de servicios múltiples. A lo anterior se agrega el proceso de privatización de las aduanas y la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de los compañeros de la Cooperativa Pascual.

Hoy, al cumplirse 31 años de la caída en combate del comandante revolucionario Lucio Cabañas Barrientos, dolorosos acontecimientos han conmovido a quienes durante años hemos empeñado nuestros esfuerzos en la transformación democrática y revolucionaria de nuestro país. Debido a ello es que consideramos necesario dirigirnos a todas las estructuras insurgentes político militares y a las organizaciones democráticas de México.

En efecto, ante los comunicados que se han hecho públicos a finales de septiembre y en octubre y noviembre de 2005, firmados por diversas expresiones de la insurgencia armada mexicana, entre ellas el Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, el Comando Popular Revolucionario “La Patria es primero” y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo, las organizaciones políticas que participamos en este acto luctuoso y de lucha combativa, consideramos necesario unirnos al llamado a detener la lucha fraticida, que desde hace años diversos ex presos políticos han hecho en distintos medios de difusión masiva.

Consideramos urgente, también, fortalecer una corriente de opinión que, con respeto, llame a la reflexión a los revolucionarios que compartieron filas durante muchos años, que juntos arriesgaron sus vidas, espalda con espalda en distintos eventos de lucha revolucionaria y que hoy se acusan y descalifican mutuamente. Consideramos que los hechos de que se habla en dichos comunicados, no contribuyen a la transformación revolucionaria del país y que las fuerzas de seguridad del Estado mexicano pueden intervenir para agudizar las contradicciones dentro de esos sectores de la izquierda revolucionaria.

Es lamentable que sucesos de esa naturaleza que han sufrido los movimientos revolucionarios en América Latina, tales como los asesinatos de Roque Dalton, quien fue acusado por sus propios compañeros de ser agente del imperialismo, acusación que la historia derrumbó estrepitosamente y fue evidenciada como el pretexto o la justificación para la eliminación de un pensamiento discordante; o el trágico episodio que envolvió a los comandantes Ana María y Marcial en el Salvador, donde con un manto ideológico se pretendió justificar el crimen brutal de la profesora; o las divisiones que sufrieron los sandinistas en Nicaragua, las contradicciones con desenlaces trágicos que afectaron a los revolucionarios guatemaltecos, entre otros muchos, se estén reproduciendo en nuestro país con aristas sumamente similares.

Consideramos que las organizaciones democráticas y revolucionarias deben ventilar sus diferencias en el marco de la lucha ideológica y del respeto a las decisiones de los militantes, ciudadanos y sectores organizados, de participar en las filas que consideren coinciden con sus intereses y puntos de vista. El resultado de los esfuerzos organizativos de las estructuras revolucionarias habrá de ser el parámetro de la justeza o no de sus planteamientos; pero jamás sobre la base de la eliminación física de otros revolucionarios con diferentes concepciones.

Queremos recordar hoy, en este sitio, la actitud del Comandante Lucio Cabañas Barrientos cuando en junio de 1973 al expulsar del campamento de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres a los integrantes de la organización partidaria, manifestó que esos compañeros no eran enemigos, que eran compañeros con otros puntos de vista que consideraba equivocados y ordenó que se les proporcionaran los pocos recursos con que contaba el Partido de los Pobres, que se les diera las armas necesarias para que continuaran la lucha de acuerdo a sus conceptos y dispuso que una comisión los acompañara hasta el lugar donde se sintieran seguros. Esa actitud de nuestro Comandante ante quienes discreparon de sus puntos de vista y aún intentaron tomar la dirección del Partido de los Pobres, consideramos que es una actitud ejemplar que alumbra la obscuridad que hoy se cierne sobre el movimiento revolucionario mexicano.

Es necesario fortalecer la lucha anticapitalista y por la construcción del socialismo en México; es sumamente importante coadyuvar a los procesos de coordinación y unidad del movimiento democrático y revolucionario, contribuir al crecimiento de los distintos esfuerzos organizativos que están en desarrollo. Todos aquellos que luchan en contra del capital, desde distintas formas y trincheras, tienen un lugar en la lucha popular. Unamos nuestras voces y luchas por la presentación de los detenidos-desaparecidos y la libertad de todos los presos políticos del país; por el castigo a todos los responsables de la represión política y los crímenes de lesa humanidad en contra del pueblo.

¡¡ SER PUEBLO, HACER PUEBLO Y ESTAR CON EL PUEBLO!!

COORDINADORA COMANDANTE LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS

Atoyac de Alvarez, Guerrero; a 2 de diciembre de 2005