[Ver la carta enviada por el Comité Cerezo en respuesta a la presente.]
Le escribo solicitándole me permita dar cabida a estas breves líneas en medio que atinadamente dirige. Me despido dándole las gracias por su atención.
A CEDEMA
Al pueblo de México.
Con interés y alegría y junto a otros compañeros he seguido la aparición y el esfuerzo de la página de CEDEMA, la consideramos un trabajo necesario para la comprensión y el desarrollo de la lucha de los pueblos y de quienes comprometidos con la transformación social, no dejan de trajinar por construir un mundo más vivible.
Así hemos podido asomarnos a las experiencias y el pensamiento de las diferentes organizaciones y compañeros que en uno y otro lado del planeta, en sus circunstancias riegan con su sudor y su sangre las semillas, retoños, y cosechas de una nueva vida.
Dentro de la publicación de diferentes materiales quiero referirme a dos de reciente aparición. Uno el que aborda el caso de la detención de dos compañeros de dirección del ERPI y el otro que habla de situaciones vividas al interior del EPR-PDPR.
Sobre el primer documento quiero afirmar que no es un documento elaborado por Francisco, sino como el mismo documento dice, es producto de un análisis colectivo en el que mis participaciones son mínimas, no fue elaborado para su publicación y el que llegó a CEDEMA no fue enviado por mi.
Del segundo documento, reconozco ser el autor y tampoco lo envié a CEDEMA. Se refiere a hechos que desde su circunstancia histórica y la visión de entonces, en algunos casos ofuscada e inmadura, abordé y discutí. Muchas de sus conclusiones las reafirmo pero algunas otras las considero apresuradas. Quiero afirmar que en el caso de lo que entonces era el colectivo de conducción de la zona de Guerrero, contiene juicios relativos y sin quererlo así, un espíritu intolerante y descalificador al que le falta una mayor reflexión.
Desde este espacio quiero reconocer los aportes que los compañeros Antonio, Aurora, Hermenegildo, Cuauhtemoc y otros que no cito por no ser el caso de este escrito, hicieron al desarrollo del trabajo de organización, educación política y del pensamiento crítico en el proyecto que en otro momento compartimos. Con la lamentable detención de los hermanos Cerezo, este y otros materiales que varios compañeros pudimos reconocer en las tomas televisivas, fueron incautados por los servicios de inteligencia del estado.
Considero que hacer públicos estos documentos en un momento en que se han exacerbado contradicciones entre algunos proyectos organizativos, lejos de contribuir a la sana discusión del pasado, puede agregar otras confusiones y malos entendidos que solo benefician a los aparatos de inteligencia y a los que han hecho de la intriga, su forma principal de hacer política. Me despido de ustedes reiterando el reconocimiento a la labor que en favor de la historia reciente y de la de hoy realizan desde su profesión.