Al pueblo Páez y demás habitantes de Toribío

AL PUEBLO PAEZ Y DEMÁS HABITANTES DE TORIBÍO

El pasado 23 de julio fueron asesinados en el corregimiento de San Francisco, municipio de Toribío, el señor Alfredo Ríos y su conductor William Poto, muertes que estamos investigando.

Dirigentes de los cabildos de Toribío, la administración municipal y organismos de seguridad del Estado, basados en supuestas “investigaciones”, han salido presurosamente a culpar a las FARC-EP del asesinato. Aclaramos a la población de Toribío, a los familiares de los muertos y a la comunidad nacional e internacional que nada tuvimos que ver con la muerte de los señores William Poto y Alfredo Ríos, de quien solo conocemos que era un empresario local, y no tenía conflictos con nadie, excepto los que le pudieran haber granjeado su filiación política y actividad económica.

El señor Ríos desde muchos años atrás representaba las políticas del partido liberal en el municipio, y al momento de su muerte estaba aspirando al Concejo Municipal, en alianza con la señora Clara Cerón (precandidata a la alcaldía) constituyéndose ellos, junto con otras expresiones políticas minoritarias del municipio, en una fuerza alternativa con posibilidades de disputar al Movimiento Cívico (de orientación indigenista) la alcaldía y mayorías del consejo en los próximos comicios.

Es de amplio conocimiento por la comunidad, los organismos defensores de derechos humanos e instituciones gubernamentales que tanto el señor Ríos, la señora Cerón, el señor José Omar Vitonás Paví y Adán Rober Latin, todos integrantes de la propuesta política MUTE, han venido siendo amenazados de muerte.

Por otro lado, otras personas que han manifestado opiniones divergentes a las hegemónicas en el municipio, son señalados de ser guerrilleros por algunos dirigentes indígenas, convirtiéndolos de inmediato en objetivo militar de las fuerzas policiales y militares que hacen presencia en el municipio, las cuales han demostrado su catadura criminal al golpear, perseguir, detener con pruebas falsas, asesinar y hasta masacrar comuneros. Tal fue el caso de la vereda Gargantilla el pasado 26 de marzo, cuando servicios de inteligencia militar engañaron a más de dos decenas de jóvenes a quienes concentraron en un sitio, para luego MASACRARLOS con bombas y ametrallamientos mediante desembarco hecho por la Policía Nacional y la Fuerza Aérea, en una operación denominada sonoramente como OPERACIÓN DAMASCO, y en la cual murieron 16 muchachos, en su mayoría niños, dato aportado por el propio presidente Santos, cuando en persona dio el parte públicamente.

Es política del Estado colombiano recurrir al crimen cotra inocentes, ya sea valiéndose de asesinos a sueldo vinculados a bandas paramilitares o a través de sus mismos miembros uniformados como ha pasado con los mal llamados falsos positivos. Dejando en evidencia que para ser víctima, real o potencial del Estado, basta con ser pobre.

Los responsables del crimen de Alfredo Ríos no pueden ser personas diferentes a quienes veían en él una amenaza para sus intereses, en complicidad con las fuerzas del Estado.

Convocamos a la polación de Toribío a movilizarse en contra de esos crímenes, contra la presencia de Fuerza Pública en el municipio que solo conflicto y muertes trae y contra la intolerancia política que cierra puertas, señala y amenaza, negando todo tipo de derecho a comuneros y ciudadanos por el solo hecho de disentir.

Los llamamos a todos a luchar contra el gobierno neoliberal, progringo, sanguinario y saqueador de recursos de las comunidades de Juan Manuel Santos, a quien solo interesa las riquezas de una minoría burguesa, y desprecia al pueblo manteniéndolo en el hambre y pisoteados sus derechos.

FARC-EP - Comando Conjunto de Occidente
Julio 30 de 2011.