PALABRAS DEL EZLN EL DÍA 7 DE MARZO DEL 2001 EN IGUALA, GUERRERO
Hermanos y Hermanas Indígenas de Guerrero:
Hermanos y Hermanas de Guerrero:
Pueblo de Iguala:
Es un honor para nosotros estar bajo los cielos del rebelde y digno Estado de Guerrero.
Quienes lo habitan llevan sobre los hombres el prestigio de una historia de lucha que viene desde hace muchos ayeres, y llega hasta hoy mismo.
Nosotros, los zapatistas, sabemos que Guerrero, a lo largo de toda la historia, ha dada al país grandes luchadores sociales.
Las luces de Lucio Cabañas Barrientos y de Genaro Vázquez Rojas, no son las únicas que Guerrero ha dado al firmamento del México contemporáneo.
Y no sólo en las rebeliones armadas, también en la lucha civil y pacífica, en las ciencias y las artes y, sobre todo, en el batallar anónimo de quien es pueblo guerrerense.
Guerrero, el estado que toma nombre del héroe insurgente de la independencia de México, quien dijera el que es ahora lema zapatista: “Vivir por la Patria o morir por la Libertad”.
Guerrero, el estado que toma también del nombre su vocación de lucha.
Guerrero, el estado en el que se sintetiza el drama nacional: concentración de la riqueza en pocas manos, desequilibrio social escandaloso, fastuosas edificaciones al lado de colonias de cartón, narcotráfico, corrupción gubernamental, población indígena y campesina, altos índices de marginación y pobreza, movilizaciones pacíficas, represiones de todo tipo, rebelión armada, represiones de todo tipo.
Las tres últimas características, represión-rebelión armada-represión parecen ser el único horizonte de los gobiernos para sus planes.
Olvidando premeditadamente los pasos previos de la escalera desestabilizadora, el gobierno define sus planes queriendo cortar el círculo, olvidando que es una espiral.
Si a la represión se reacciona con lucha armada, quienes son gobiernos piensan que lo que hay que hacer es aumentar el grado de represión, hasta ahogar la posibilidad de rebelión armada.
Pero es inútil, por cada desaparecido, por cada preso político, por cada asesinado, son más los que se suman y pocos, muy pocos, los que se restan.
Los conflictos sociales no son círculos ni se pueden cortar.
Los conflictos sociales son una espiral.
Y las espirales, como todo mundo sabe, desaparecen cuando se detienen primero, y luego se va a su origen para eliminarlo.
Detener la espiral de los conflictos sociales significa optar por la vía del diálogo para darles una salida política, producto de acuerdos conjuntos que se cumplan.
Erradicar la espiral de los conflictos sociales significa ir a su origen: una política económica que en lugar de desarrollo procrea rencor social, muerte y frustración; y un quehacer político cuya puerta mantienen cerrada el candado del caciquismo, el de la corrupción y de la doblez de lenguajes e intenciones, remachada, además, por una política que limita al ciudadano a un calendario electoral.
Mientras las políticas gubernamentales sigan concibiendo los conflictos sociales con la ineficiente teoría del “círculo vicioso” que se rompe con el poder represivo del Estado, los problemas nunca serán solucionados y hacer política en México seguirá siendo el “arte” de simular y posponer.
Hermanos y Hermanas:
Este es el estado de Guerrero.
Síntesis del drama nacional.
Las matanzas de Aguas Blancas y El Charco son un botón de muestra de esto que decimos.
Por su escándalo y descaro, lograron saltar a la conciencia nacional.
Sin embargo, existen infinidad de ejemplos que quedan en el silencio.
Y el silencio, ya se sabe, no es la garantía de que todo está bajo control, sino que es el fermento de la rebelión.
La presencia y accionar de varias organizaciones político-militares, demuestran que México está lejos de haber cambiado.
El EZLN reconoce a estas organizaciones, entre ellas al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), el Ejército Popular Revolucionario (EPR), y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), por mencionar a algunas, a quienes agradecemos las condiciones creadas que han facilitado nuestro paso por los territorios en sus áreas de influencia e interés.
Si para el gobierno, la palabra “Guerrero” se asocia con el Acapulco turístico, para los guerrerenses significa cárceles llenas de luchadores sociales, desaparecidos políticos, militarización. Sí, pero también rebeldía, lucha social, organización, oposición honesta y consecuente, historia pues.
Sí, “Guerrero” quiere decir historia.
Digo “Guerrero”, pero puedo decir casi cualquier estado de la República Mexicana.
Sigue abonado el terreno del descontento social y, si no hay diálogo y salidas políticas pacíficas reales, no simulaciones, este descontento derivará, tarde o temprano, en el recurso de la vía armada.
Hermanos y Hermanas:
Por mandato de sus bases de apoyo, las comunidades indígenas del sureste mexicano, el EZLN ha decidido insistir en la vía del diálogo.
Por igual mandato, el EZLN ha pedido al gobierno federal 3 señales. Su cumplimiento será respondido con el inicio del diálogo sincero y respetuoso. Antes de las 3 señales no habrá diálogo con el gobierno federal.
Pero lo que está en juego en las 3 señales no es sólo el reconocimiento constitucional de los Derechos y la Cultura Indígenas, no sólo la puerta para el diálogo verdadero sin militarización y presos políticos, es también una respuesta importante a preguntas de igual magnitud:
¿Se va a optar por la imposible e inútil ruptura del falso círculo de los conflictos sociales?
¿O se va a elegir la doble vía de, por un lado, diálogo para detener la espiral con salidas políticas, y, por el otro, modificar profundamente la política económica para que contemple con seriedad el alivio de las condiciones de vida de los más pobres?
La Marcha de la Dignidad Indígena, la Marcha del Color de la Tierra, plantea al Señor Fox un reto, un desafío.
Este desafío es sólo lo que él llama “el conflicto en Chiapas” o el alzamiento zapatista, es toda una política gubernamental que, como en casi todo, brilla por su ausencia.
Así que ya va siendo hora de que el gobierno de Fox entienda que no se está enfrentando a un problema de popularidad mediática, donde siempre va a la cola y sus resultados son cada vez más desafortunados.
A lo que se está enfrentando es a un desafío.
Un desafío que sólo puede ser enfrentado por quien tenga visión de Estado.
Y la visión de Estado no se aprende en los programas de formación gerencial.
Conducir una Nación no es conducir un programa de mercadotecnia de un refresco de cola.
Con campañas publicitarias se puede aparentar que se gobierna y que hay visión de Estado.
Sí, pero ¿por cuánto tiempo?
La República tiene, pues, un desafío: visión de Estado.
El desafío no es sólo para el Poder Ejecutivo Federal. Carente de interés en todo lo que no sea su imagen en los medios, el ejecutivo define su propia manera de gobernar, en este caso, gobernar por, en y para los medios.
El desafío es también para el Poder Legislativo. El vacío que en política dejan los comerciales televisados, tiene que ser llenado so pena de hacer de la crisis el signo predominante en el Escudo Nacional. Por la República, el Poder Legislativo Federal debe comenzar a hacer política nacional con visión de Estado. Para ello debe salir de los curules para dialogar con sus representados, y debe abrir la más alta tribuna de la República para escuchar y hablar con quienes son legítimos en sus aspiraciones y propuestas.
Si el Poder Legislativo Federal no comprende su papel histórico, los mexicanos verán cómo la vida política nacional no se decida ni en las calles ni en el Congreso ni en los palacios gubernamentales, sino en los noticieros radiados o televisados.
La visión de Estado tendrá así cortes comerciales y será decidida de acuerdo al rating.
Hermanos y Hermanas:
La crueldad con la que se han conducido quienes todo tienen en demasía ha provocado que los muertos de todos griten desde la tierra.
Los hombres y mujeres buenos y buenas no escuchan esos gritos porque son buenos y buenas.
Los hombres y mujeres buenos no escuchan esos gritos de reclamo porque ellos mismos son grito.
Pero para quienes saben que es sucio el origen de su riqueza, ese grito se convierte en temblor.
Un temblor que, en esta ocasión, tiene el color de la tierra.
¡Viva Guerrero!
¡DEMOCRACIA!
¡LIBERTAD!
¡JUSTICIA!
Desde Iguala, Guerrero
COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL
México, marzo del 2001.
PD.- Desde aquí, en Iguala, Guerrero, mandamos el tercer mensaje de siete a la Ciudad de México:
“Este es México. Para hacer una guerra hay que desafiar al Gobierno. Para alcanzar la Paz con Justicia y Dignidad, también hay que desafiar al Gobierno. Desafiemos pues a quien se oponga. Desafiémoslos nosotros a ellos.”