Entrevista a Álvaro Fayad (El País, Madrid, 10 de octubre de 1983)

ENTREVISTA

"ACEPTAMOS LA AMNISTÍA, PERO NO ENTREGAREMOS LAS ARMAS, ÚNICA FORMA DE OPOSICIÓN EN COLOMBIA", AFIRMA ÁLVARO FAYAD

Declaraciones del 'número dos' del movimiento guerrillero M-19

RAMÓN GORRIARÁN, - Quito - 10/10/1983
EL PAÍS (ESPAÑA)

Entre 10.000 y 15.000 hombres participan en el movimiento guerrillero en Colombia, según ha manifestado en declaraciones a EL PAÍS el número dos del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19, extrema izquierda), Álvaro Fayad. Fayad y el número uno de la organización, Iván Marino Ospina, fueron los dos representantes de la guerrilla con quienes se entrevistó el sábado en Madrid el presidente colombiano, Belisario Betancur. En este entrevista, realizada en Ecuador antes de su viaje a la capital de España, Fayad considera la lucha, guerrillera como la única oportunidad de organizar una oposición en Colombia, afirma que el M-19 -que reemprendió la lucha armada Iras romper la tregua establecida con el Gobierno de Betancur- apoya la amnistía concedida por el presidente como un primer paso hacia la paz y declara estar dispuesto a dialogar, aunque es reticente a entregar las armas.

Un grupo radical y nacionalista, pero no marxista

El dirigente del M-19 acusa a Betancur de debilidad con los monopolios y los militares y revela que el líder histórico del M-19, Jaime Bateman, murió cuando se dirigía a Panamá a entrevistarse con un representante del presidente colombiano. Álvaro Fayad es el número dos del M-19, tras la desaparición de Jaime Bateman. Fayad estuvo con Bateman hasta momentos antes de su desaparición en el avión que le transportaba a Colombia para entrevistarse con un delegado del presidente Belisario Betancur. Ambos estuvieron juntos en Santa Marta celebrando el 44 cumpleaños del entonces jefe indiscutible del M- 19. El número dos del segundo grupo guerrillero colombiano tiene entre 35 y 40 años.

Pregunta. ¿Cuál es la posición del M-19 en el actual proceso político colombiano tras la promulgación de la amnistía, decretada por Belisario Betancur?

Respuesta. El grave problema que perfora la política y los llamamientos a la paz de Belisario Betancur es que no ha pactado ni querido negociar nada con el movimiento guerrillero, y la amnistía debía haber sido pactada con nosotros y las otras organizaciones. De todos modos, nosotros, el M-19, apoyamos desde el primer momento la propuesta de amnistía, lanzamos a compañeros a la actividad pública política, fuimos al Congreso. Todo ello es parte de una política adoptada por la organización en la octava conferencia que se realiza el 7 de agosto de 1982, el mismo día de la posesión de Belisario. Según el Gobierno, con Belisario se iniciaba una etapa que definieron como posfranquista, de donde se deduce que Julio César Turbay Ayala era Franco. Nosotros, siguiendo el símil, exigimos una especie de Pactos de la Moncloa en los que estemos todos. Nosotros aceptamos la amnistía, pero no entregamos las armas, porque es la única posibilidad en Colombia de hacer oposición. Pero apoyamos la amnistía, ya que es un primer paso hacia la paz; luego propusimos el segundo paso: silenciar simultáneamente los fusiles. Pero Belisario se quedó a mitad de camino, porque pacta con los monopolios, se deja encerrar y chantajear por los militares y basa su Gobierno en los dos partidos tradicionales, liberal y conservador.

"El origen de Belisario le da un estilo democrático"

P. ¿Qué diferencia encuentra el M-19 entre el liberal Turbay y el conservador Betancur?

R. Estos dos partidos se distribuyen el manejo del Estado, es imposible ser empleado público si no se es afiliado a uno de los dos partidos. Por eso, la propuesta de Betancur, con la que gana las elecciones, es la de un frente nacional, un movimiento nacional que rompa el bipartidismo, cosa que el país entero apoya y nosotros también. Pero las diferencias entre Turbay y Belisario son innegables: Betancur es un hombre de buenas intenciones, no es el conservador doctrinario, es un hombre que realmente quiere cambiar algo en Colombia, al menos en cuanto intenciones. Además, su origen humilde le da un estilo más popular, más democrático. Por todo ello, es impresionante el apoyo popular que todavía tiene Betancur, pero en economía, sociedad y política no bastan las buenas intenciones, hay que definirse a favor de quien se está. Pero nosotros seguimos dispuestos a dialogar, queremos silenciar los fusiles y dialogar.

P. Mucho se ha hablado últimamente de la unificación del movimiento guerrillero en América Latina. ¿Qué hay de cierto en ello?

R. En Colombia hay pasos hacia la unidad; por ejemplo, con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia), el M-19 ha firmado documentos de carácter estratégico y hay también conversaciones con los otros movimientos, en base a una unidad de las cinco organizaciones guerrilleras de Colombia para exigir a Belisario el diálogo; hay más o menos matices, pero hay conciencia de que el movimiento guerrillero es la única oportunidad de organizar fuerzas de oposición en Colombia. En relación a la unidad latinoamericana, qué más quisiéramos, pero lastimosamente no es así, y hemos permitido que una oleada militarista recorra el continente.

Si hubiera unidad, Augusto Pinochet no estaría tranquilo, los militares argentinos no pretenderían una amnesia colectiva, y, sobre todo, Centroamérica no estaría tan cercada.

"Bateman es una leyenda a nivel Popular"

P. Hay muchas versiones que corren sobre la desaparición de Jaime Bateman Cayón: que si fue eliminado por la línea dura del M19, que se fugó con varios millones de la organización. ¿Qué puede decir a todo esto?

R. El problema de fondo era que Jaime Bateman, el comandante Pablo, era un fenómeno de masas en Colombia, ya es una leyenda a nivel popular y la gente espera verlo en cualquier oportunidad, pese a nuestra reiteración de que desapareció en la avioneta en que viajaba a Panamá. Bateman estuvo en Santa Marta, su ciudad natal, celebrando su cumpleaños, y después viajó, con Nelly Vivas y otro compañero en una avioneta pilotada por un político conservador, a Panamá para entrevistarse con un delegado del presidente, en lo que iba a ser la primera entrevista entre Gobierno y M-19, pero por causa de una tormenta en la zona del Darien, fronteriza entre Panamá y Colombia, el avión desapareció y nunca se encontró rastro alguno; nosotros rastreamos exhaustivamente la zona y no encontramos nada, ni manchas de aceite en el mar, ni destrozos en la selva. Nada, desapareció, y asumió el número uno Iván Marino Ospina, y yo el dos. Las versiones sobre su eliminación por la línea dura y su fuga con millones son producto de la inteligencia militar del Ejército colombiano, que destinó muchos hombres y recursos a la captura de Bateman mientras vivió, sin conseguirlo nunca; así que ahora había que desacreditarlo y dividir al M- 19.

P. ¿Cómo se define el M-19?

R. Nosotros retomamos la figura de Bolívar: nuestra primera acción fue el robo de las espadas de Bolívar para devolverlas cuando haya libertad y democracia en Colombia, ya que lo que hay ahora es un formalismo liberal. En lo político expresamos una manera de ser, colombianos y revolucionarios, fuera de todo esquema marxista. Siempre se está pensando si esto lo dijo Lenin o Trotski, pero nosotros hemos desechado la teoría que simplemente sirve para explicar los hechos después de sucedidos o para intentar acomodar una realidad que no cabe en la teoría. Nuestros criterios son los de las masas, no estudiamos libros de Lenin; cuando un militante nuevo llega a la organización le damos a leer Cien años de soledad, de García Márquez.

P. ¿Busca el M- 19 el socialismo?

R. ¿Cuál? ¿El de Felipe González? ¿El de Yuri Andropov? ¿Tito? ¿El de Vietnam? ¿Cuál? Nosotros luchamos por un régimen democrático en el que se expresen las fuerzas sociales fundamentales del país.

P. ¿Cuántos hombres tiene el M-19 y qué armamento?

R. Cuantificar los hombres es difícil. Somos la segunda organización guerrillera en Colombia. La primera son las FARC, y en total en Colombia hay alrededor de 10.000 a 15.000 guerrilleros. Nuestro armamento es ligero de momento, aunque pensamos convertirnos en un ejército. Entonces deberemos comprar armas pesadas, y recalco lo de comprar porque a nosotros no nos provee ningún centro internacional. Nosotros robamos armas al Ejército y las compramos en el mercado negro; ésas son nuestras fuentes.

"A Betancur se le está terminando el tiempo"

P. ¿Qué perspectivas ve para Colombia?

R. Dramáticas; estamos al borde de las definiciones. Ojalá se mantenga la posibilidad del cambio pacífico por las buenas intenciones de Belisario. El pueblo quiere creerlo, quiere apoyarlo, el movimiento guerrillero también quiere apoyarlo.

P. ¿Cómo explican las gestiones de paz de Colombia en Centroamérica y la situación interna?

R. Es inexplicable, tiene que llegar el momento que su política internacional coincida con la interior. Nosotros saludamos positivamente su política hacia Centroamérica y los no alineados, pero tiene que coincidir ser tan progresista y dialogante en Centroamérica con la actitud en el interior del país. Nosotros le dijimos a Belisario que la paz empieza por casa.