Mensaje del EPB-Macheteros a 6 años del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos

MENSAJE DEL EJÉRCITO POPULAR BORICUA: LOS MACHETEROS

23 DE SEPTIEMBRE DEL 2011

VIGILIA POR LA DIGNIDAD FILIBERTO OJEDA RÍOS, HORMIGUEROS, PR

Hoy, como cada 23 de septiembre desde hace seis años, nos hemos dado cita para recordar la vida patriótica, digna y combativa de nuestro comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos. Condenamos, asimismo, su asesinato perpetrado por mercenarios del gobierno de Estados Unidos a través del FBI. Nuestra organización, el Ejército Popular Boricua - Los Macheteros y el pueblo puertorriqueño sufrió una pérdida irreparable con la muerte inesperada de aquel que diseñó, creó y educó a Los Macheteros en el sublime arte de la clandestinidad y la lucha armada urbana. Fue un experto timonel, como lo demuestra el que el Ejército Popular Boricua - Los Macheteros continúa, como siempre, en pie de lucha.

El asesinato de nuestro compañero de lucha nos ha herido en lo más profundo de nuestros corazones macheteros que tienen el consuelo, sin embargo, de cumplir su última orden con nuestros corazones. Por eso seguimos Pa' lante siempre. Él no murió en vano; por el contrario, honró hasta el último momento la frase albizuísta de "la patria es valor y sacrificio," y nosotros demostramos al pueblo que somos dignos discípulos de nuestro comandante y que tendremos siempre presente su señalamiento de que debemos cuidarnos de los eclécticos oportunistas.

El eclécticismo oportunista no es otra cosa que el renunciar a elaborar un sistema coherente de lucha donde se mezclen ideas, opiniones y teorías distintas, o, lo que es lo mismo, la supresión de la dialéctica en los procesos revolucionarios, y, en particular, en la lucha de liberación nacional de las colonias contra su opresor. En la lucha de liberación de los pueblos, muchos se dejan influenciar por este pensamiento liberal pequeño burgués de algunos dirigentes y no perciben la imperiosa necesidad de que el pueblo entienda y haga suya la lucha de clases y la lucha armada como métodos para lograr la independencia.

Este eclecticismo oportunista es tan descabellado que, además de conducir a la pretensión de hacer alianzas que únicamente contribuyen a alejar más y más la independencia y a fortalecer sectores que siempre han actuado activamente en contra de la independencia y el socialismo, lo lamentable de esto es que en ocasiones sectores revolucionarios sinceros se adhieren a este pensamiento que les lleva a aceptar falsas concepciones de lucha y se alejan del materialismo dialéctico. Fue el análisis materialista dialéctico el instrumento con que el comandante Filiberto Ojeda Ríos defendió la lucha armada y en clandestinidad como método de lucha en esta colonia que le ganó la admiración y respeto hasta de aquellos que diferían de él.

La lucha armada en Puerto Rico es un hecho consumado desde nuestros primeros pobladores los taínos, Ramón Emeterio Betances, el comandante Juan Antonio Corretjer y nuestro comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos. Algunos detractores de la lucha armada teorizan sobre la necesidad y vigencia de la lucha armada urbana, sin contar con el conocimiento teórico, la metodología, la concepción político militar, la estructura básica, y sobretodo, un análisis científico, político y militar de las condiciones en que se vive la colonia. El conocimiento concreto de la lucha armada no sólo se obtiene de un análisis estrictamente marxista, sobrio y austero y de las experiencias de lucha de otros pueblos, sino, principalmente de nuestra experiencia de más de 500 años de coloniaje que hemos padecido bajo el imperialismo, el capitalismo, la constante represión y la pérdida de tiempo en las elecciones coloniales.

Durante la participación electoral, ya sean elecciones, consultas o plebiscitos, no se da una interrelación con los problemas diarios de la lucha de clases y de la necesidad de convertirnos en una república libre, soberana e independiente. Las luchas en las colonias, si no dan el salto de defensiva a ofensiva, albergan en su seno el germen de la destrucción de la lucha de la liberación nacional. Estar siempre a la defensiva no estimula a las masas trabajadoras una voluntad fuerte que contribuya a su desarrollo como clase.

Las elecciones arrojan una especie de bálsamo que calma las tensiones y lleva la izquierda a una depresión inmovilista. Y, ¿qué hace la izquierda? La izquierda se divide, y en algunos se produce la tesis de la paz democrática que no es otra cosa que un repliegue para supuestamente entrar en contracto con las masas sin tomar en cuenta si ha habido un cambio coyuntural. Ese germen destructivo sólo se eliminará con la capacitación ideológica, la confrontación directa, la desobediencia civil activa y la lucha armada. Para nosotros, los miembros de Ejército Popular Boricua - Los Macheteros, la guerra es un hecho clasista. La guerra es la continuación de la política de clases y nos distinguimos de las concepciones militares capitalistas por el carácter de clases, por el contenido ideológico y por los fundamentos teóricos y metodológicos.
Para el comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos, la lucha armada era el instrumento definitivo para la liquidación de todo utopismo carnavalesco electoral, el desarrollo de la conciencia de clase y la clave para adelantar la lucha por la independencia. El comandante guerrillero, Filiberto Ojeda Ríos siempre se ajustó a los cambios coyunturales y se nutrió de las luchas de Ramón Emeterio Betances, el comandante Juan Antonio Corretjer, el maestro Pedro Albizu Campos, los CAL, las FARP, el MIRA, los Voluntarios, las FALN, los COR, confrontándolas con el proceso histórico, dándoles vida y concreción en la realidad histórica, con una plenitud muy superior de la que se puede esperar en una colonia clásica donde existen fuerzas represivas como la policía de Puerto Rico, el FBI, el Homeland Security, la Guardia Nacional y otras.

Nuestro comandante no sólo tradujo a esa experiencia práctica las luchas pasadas, sino que su visión era extremadamente clara y precisa -- no deformada ni comprometida sentimentalmente por prejuicios teóricos burgueses y mucho menos, por deseo utópico alguno. La tesis medular esbozada por el compañero comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos es que la invasión norteamericana en Puerto Rico en el 1898 fue una intromisión de la lucha patriótica por la soberanía y la autodeterminación de un pueblo que llevó más de 400 años de coloniaje español.

Otro de los aspectos para el desarrollo y necesidad de la lucha armada de carácter prolongado es que, producto de la intervención norteamericana en Puerto Rico, se ha multiplicado la enajenación social, el conformismo y el reformismo. En la colonia, tanto durante los 400 años del coloniaje español como bajo los yankees, al individuo se le asignan tareas y funciones conducentes a satisfacer la necesidad de la burguesía, del gobierno, de los capitalistas, dentro de una visión ideológica autoritaria y fascista la cual los burgueses y el gobierno de turno justifican como algo que redundará en beneficio del pueblo.

Para nosotros, el orden social no produce sus individuos, sino en la medida en que estos son manipulados por el mismo orden. Nosotros consideramos que la organización social y el estado independiente emergen constantemente del mismo proceso diario de lucha de determinados individuos u organizaciones. En Puerto Rico, esto no se está dando a la altura y necesidad de la lucha de los trabajadores y mucho menos se conforman con un Puerto Rico mejor -- palabras huecas sin contenido que definen el conformismo e inmovilismo del pueblo.

Desde la invasión yankee a nuestra tierra, la enajenación social ha ido en aumento. Vemos como, con algunas excepciones, los individuos, los sindicatos, las organizaciones poíticas, actúan cada cual por su lado sin tomar en cuenta las necesidades del pueblo como colectivo, como sociedad. Todo esto es parte del trabajo de inteligencia y penetración del invasor y sus gobernantes de turno, ya sean del PNP o el PPD. Esta ideología capitalista no reconoce a la sociedad el resultado de sus actividades individuales, sino que ve al individuo como un instrumento del sistema capitalista. El pueblo, confundido y dividido acepta esto como algo natural y no lucha contra ello. El pueblo no se reconoce como actor de esta situación de explotación y enajenación.

Es necesario acciones que jamaqueen al gobierno y despierten al pueblo como las realizadas por los revolucionarios en Lares, los nacionalistas en Puerto Rico y los Estados Unidos y los actos llevados a cabo por diversas organizaciones clandestinas contra los marinos en Sabana Seca, el ataque por parte de la gloriosa organización puertorriqueña las FALN a la Taberna Fraunces en los Estados Unidos, y la acción revolucionaria de incalculables pérdidas para las fuerzas aéreas de los Estados Unidos al penetrar y violar el perímetro de seguridad de la Base Aérea Muñiz que causó la destrucción de varios aviones militares, cuyo costo superó los millones de dólares, y que fue realizada magistralmente por los comandos del Partido Revolucionario de los Trabajadores Puertorriqueños - Ejército Popular Boricua - Macheteros. Fue de tal naturaleza el golpe a esta base que la prensa señalaba en sus editoriales que más habían perdido en un día las fuerzas armadas estadounidenses en Puerto Rico que lo que habían perdido en la guerra de Vietnam en un mes.

Otra de las razones por la lucha armada de carácter prolongado es que la inflexibilidad del aparato económico condiciona la rigidez de las relaciones sociales y, por lo tanto, del aparato jurídico, político e ideológico. Tenemos que combatir el inmovilismo, el temor a perder lo poco que tenemos, el temor que se nos identifique como independentistas radicales y se nos excluya, incluso, por dirigentes de otras organizaciones independentistas. El Ejército Popular Boricua - Los Macheteros no se considerará nunca excluido porque no teme perder su ser, su identidad. No teme a las sanciones, a persecución, la cárcel ni a la muerte.

El pueblo se expresó ante el asesinato del compañero Secretario General Comandante Guerrillero Filiberto Ojeda Ríos un día como hoy 23 de septiembre en el 2005. El pueblo, en una manifestación de cariño, respeto y admiración se tiró a la calle. Miles y miles de puertorriqueños y extranjeros salieron de sus oficinas, como observaban desde sus ventanas y desde los puentes con grandes pancartas que leían: "Filiberto Vive, FBI Asesinos". Los estudiantes y el pueblo en general tiraban flores, y el carro fúnebre que transportaba el cadáver del comandante guerrillero desde San Juan hasta el cementerio de Naguabo tenía que detenerse de vez en cuando para que el pueblo, en señal de respeto, pusiera sus manos sobre su vehículo o tomara una flor como recuerdo. Fueron muchas las lágrimas que corrían por las mejillas de niños, jóvenes y viejos. Lágrimas que reflejaban tristeza, admiración, y repudio a los federales.

Estos testimonios nos comprometen a continuar la ruta trazada por el comandante guerrillero. Su última frase fue "Pa' lante". El significado de esta frase para nosotros los miembros del Ejército Popular Boricua - Los Macheteros es claro: la lucha es larga y prolongada. No es producto de la desesperación, del aventurismo o la anarquía, y mucho menos, producto del sectarismo. No somos foquistas, ni hemos sido foquistas. Así nos lo enseñó nuestro comandante guerrillero. Nuestra lucha es una concepción estratégica para la victoria por la cual tomamos en cuenta los elementos presentes en la época de los 50, los 60, los 70 y los 80.

Los sucesos de estas épocas nos llevan a entender claramente que aquello de organizar las masas al margen y no de frente al sistema, como piensan algunos sindicalistas no es correcto, pues se deja al lado algo fundamental. Las masas están dentro del sistema y si se les quiere organizar, se tiene que hacer desde adentro para convencerlas y poder organizarlas con otra orientación más allá de la tradicional visión economicista de los sindicatos amarillos. Trabajamos hacia la creación de una fuerza capaz de atraer a las masas, inspirarles confianza y conducirlas. Esto es lo que siempre hemos buscado por varias vías. Una de ellas, a través de la unidad que siempre propuso nuestro comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos.

Unidad, sí, pero sobre la base de hechos y no de componendas. De la teoría a al práctica. Es hora de abrir paso a la solución de la crisis que confronta en estos momentos el movimiento independentista, la unidad es sinónimo de patriotismo, de adelanto, de sacrificio, de camaradería. Es una necesidad de los pueblos y de los movimientos patrióticos que luchan contra el opresor para construir una sociedad sin clases. Una sociedad en la cual no exista la explotación.

En esta conmemoración del asesinato de nuestro Secretario General Comandante Guerrillero Filiberto Ojeda Ríos, es necesario recordar que el compromiso de luchar por la independencia usando como instrumento político militar la lucha armada no es una tarea fácil, es una tarea que exige de cada uno de los macheteros y macheteras una entrega total, plena, sin reservas de ninguna clase, de un completo sometimiento de nuestra voluntad, de nuestra conciencia, nuestro sentimientos, nuestros hábitos, y nuestros intereses personales al sagrado compromiso de liberar a Puerto Rico y de la unidad, unidad de toda la izquierda con un programa que surja de las reuniones de los movimientos de izquierda, un programa que rompa con la dependencia y el inmovilismo al cual nos tienen sometidos por más de 113 años del gobierno yankee, un programa que permita que la participación en el proceso por parte de los independentistas --organizados o no-- no sea de pura retórica, sino de acción, de calle, de toma de cuarteles, de quema continua de banderas yankees, en fin, de confrontación. Todas esas acciones, vinculadas a la lucha de liberación nacional y a las reivindicaciones inmediatas del pueblo, acciones que sepan despertar el entusiasmo y tengan eco en los sectores del Partido Popular, del Partido Nuevoprogresista y de los no afiliados. A la misma vez, dentro de una democracia participativa entre todos los sectores de la izquierda, tienen que irse discutiendo los elementos de esa política unitaria que nos llevaría a un frente unitario por la liberación nacional y la independencia.

Como al momento, nada se ha concretizado en relación a este frente unitario, es necesario que echemos a un lado nuestras diferencias y cada cual aporte las ideas que ya se tengan sobre la unidad en la acción. Evitemos el forcejeo entre nosotros, los independentistas, por el programa que elaboremos en relación al concepto de la unidad. Cada quien traiga su tesis sobre la unidad, sin que esto signifique que su tesis debe ser la que prevalezca. Lo que sí debe ser un común denominador entre todas la fuerzas independentistas que participen del proyecto unitario es que la unidad es un mecanismo que puede llevar el pueblo a la calle a protestar, a la vez que le transmitimos nuestra visión sobre la realidad política por la que atraviesa el pueblo y conocerlo así de que unidos seremos más que una resistencia; seremos una fuerza contundente con capacidad para vencer, tomar el poder, y constituirnos en una república libre y soberana. Estamos totalmente seguros de que el triunfo final será nuestro, del pueblo, de nuestra nación.

Pacientemente, continuaremos luchando y trabajando por la independencia y el socialismo, porque creemos en el inmenso poder de las masas organizadas que comprenderán que el socialismo inevitablemente sustituirá el capitalismo y una nueva era de paz y progreso se abrirá para la humanidad.

¡Viva el Comandante Guerrillero Filiberto Ojeda Ríos!
¡Viva el Ejército Popular Boricua - Los Macheteros!

Un fuerte aplauso y un viva al prisionero político y de guerra Oscar López Rivera y un fuerte aplauso y un viva a los hermanos Norberto y Avelino González Claudio.

¡Todo Boricua, Machetero!
¡Toda Boricua, Machetera!