Al pueblo de abajo, oprimido y explotado,
De México y del mundo.
Al Partido Democrático Popular Revolucionario
Y a las organizaciones revolucionarias que se preparan
Para las tareas históricas.
Actualmente, el capitalismo como forma de organizar a la sociedad, ha entrado en una profunda crisis irresoluble dentro de los marcos de la apropiación privada del producto del trabajo social. Esto ha llevado a que las oligarquías de todo el mundo se vean en la necesidad de expoliar aún más a las clases trabajadoras y a despojar y privatizar los bienes comunes del pueblo.
Este proceso se ha expresado en la región de Latinoamérica, y en concreto en México, a través de una “succión” del trabajo excedente y de los bienes comunes: la depredación de la naturaleza, el despojo de las tierras indígenas y campesinas, la pauperización y la precarización del trabajo, etc. En una palabra: una miseria abrumante en cada esfera de la vida.
Nosotros entendemos que este proceso no es inevitable, sino que depende de la acción conciente de las clases revolucionarias que se detenga a la barbarie o no. Esto lo entienden también las oligarquías, por lo que han decidido desatar una guerra de contrainsurgencia preventiva a través de la ocupación militar y paramilitar del territorio en el que el saqueo y la explotación pueden tener dificultades de reproducirse establemente.
Esta guerra sucia “preventiva” tiene sus pilares en la intervención imperialista en México y en América Latina y por lo tanto, la actuación cada vez más frecuente y decisiva de los policías, soldados y espías yanquis en la lucha de clases en México, no es sino la consecuencia lógica de la estrategia contrainsurgente.
Hoy las organizaciones del pueblo se encuentran aisladas, debilitadas, resistiendo heroicamente los duros golpes que no pueden frenar por sí solas. Nosotros entendemos que en estas condiciones no podemos librar las luchas que la historia impone. El mundo se sacude en un ascenso revolucionario que hacia décadas que no se veía y México no será la excepción. De no prepararnos y organizarnos para la construcción de una dirección revolucionaria no estaremos a la altura para las históricas tareas de la emancipación proletaria.
En este sentido saludamos y suscribimos el llamado a la unidad que hace el Partido Democrático Popular Revolucionario en aras de construir una herramienta de lucha para el pueblo. Nosotros esperamos poder establecer un diálogo que vaya encaminado a esa unidad. Esperamos que sea bien recibida nuestra propuesta y nos sumamos a la exigencia:
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!