No son pocas las cadenas que a todos (los que no tenemos televisión pagada) de manera casi obligatoria nos toca ver o escuchar. A un costo de 129 millones de dólares en lo que va del año, del dinero de todos, que se gozan y festinan pocos.
Y ahora, las llamadas cadenas y propagandas, ya no se reducen solo a atacar, distorsionar o justificar tal o cual cosa. Sino también se utilizan para elevar la figura de Rafaelito, su perfección y abnegación por los desposeídos (igualito al oligarca que decía “primero los pobres”). Desnudando de esta manera su vanidad y egocentrismo, pero también la preocupación por la disminución de su popularidad.
Esto tiene su explicación en la importancia que le da Correa a difundir de manera categórica sus mentiras y la necesidad de distorsionar la realidad de represión y miseria que se vive en el Ecuador. Es necesario atacar a los luchadores, además de encarcelarlos, mostrarlos como delincuentes, terroristas y locos.
Es imprescindible demostrar que la llamada “renuncia obligatoria” es necesaria para que el país avance hacia un “verdadero cambio” sin que importe la clara y flagrante violación de los derechos de los trabajadores que fueron conseguidos con sangre (15 de noviembre de 1922), y que la misma Constitución lo reconoce como irrenunciables. Pero eso no es impedimento cuando Alianza País necesita consolidar una base social firme, para enfrentar las elecciones que se vienen y para defender a su majestad en épocas de combate, que también se vienen.
Es necesario entonces sacar a los “malos elementos” (luchadores sindicales, izquierdistas, etc.) y descabezar las organizaciones que no estén alineadas con la política de Correa. Asegurar esos puestos con gente incondicional, lo mismo que en las Cortes de Justicia, lo mismo que la Asamblea, lo mismo que en la Policía y en el Ejército (serian separados 1000 efectivos entre policías y militares hasta el próximo año).
Es urgente también (ya que no puede despedirlos) encarcelar a los dirigentes campesinos e indígenas que levantan la lucha por el agua y contra la minería (más de 200 hasta la fecha) instalando cámaras y metiendo infiltrados en las instituciones, para vigilar de manera agenciosa a maestros y estudiantes de colegios y universidades para sembrar el temor y el terror en la juventud.
Es imprescindible que el ambiente en el Ecuador sea de persecución y represión, que nadie se atreva a criticar a Correa o a sus funcionarios, ni en los medios de comunicación, ni en el internet, ni en la calle. Porque será perseguido, encarcelado, enjuiciado y condenado en tiempo record, ya que la justicia ahora si funciona.
Pero lo que realmente le quita el sueño y le hace caer el pelo al Presidente, es la lucha y el combate que se le vienen como regalo de año nuevo (por sus “buenas obras” de estos años). Le preocupa que los maestros ya lo vencieron en la lucha, que los estudiantes ya no le tienen miedo, que los campesinos e indígenas ya se le enfrentaron altivamente y le hicieron tambalear, que los mismos que debían defenderle casi le linchan por bocón. Le preocupa que todas las medidas represivas que ha tomado no hayan disminuido la conciencia del pueblo ni su continua pelea por la consecución de días mejores, de un verdadero cambio, de una verdadera revolución.
Le irrita que existamos organizaciones que no hemos perdido el rumbo, que tenemos claro que la historia no la hacen las figuras, ni los mesías, sino los pueblos con su lucha y que el Socialismo es uno solo y se consigue con el combate, con la organización, con la insurrección. Que entendemos que solo cuando el poder sea de los pueblos, solo cuando la dictadura de la burguesía sea destruida. Podremos construir un nuevo Ecuador, una Patria realmente solidaria y soberana.
Los G.C.P. nos preparamos para estos nuevos combates, para desenmascarar, cada vez mejor, al gobierno corrupto de Correa, para desbaratar su política represiva y derechosa y para lograr más y mejores victorias junto a nuestro pueblo, organizándonos en cada sitio, en cada lugar, preparando la insurrección armada y así aplastar al capitalismo, únete a los GRUPOS DE COMBATIENTES POPULARES.
MIENTRAS EL SISTEMA SEA TERRORISTA,
SIEMPRE SEREMOS SUBVERSIVOS.