El comandante Alfonso Cano vive en la movilización de todo el pueblo.
Ningún revés impedirá que las FARC – EP sigan acompañando al pueblo colombiano en todas sus luchas de resistencia frente a la brutal intervención del capitalismo mundial y a la barbarie liderada por el poder militar de los Estados Unidos, bajo la conducción de una oligarquía nacional que, para su enriquecimiento particular, festeja impúdicamente la aprobación de un TLC que mendigó ante la Casa Blanca. Infame renuncia a la soberanía patria, para beneficiar los intereses de las corporaciones multinacionales del saqueo minero – energético, agro industrial, educacional, comunicacional, de la industria, la banca y el comercio. Ese es el talante de una clase gobernante que se ha beneficiado de la violencia y del terror para acallar las fuerzas que han impulsado la construcción de la Colombia equitativa.
El artero y falaz triunfalismo desplegado por la oligarquía y sus instrumentos mediáticos, ante la caída en desigual combate del Camarada y Comandante Alfonso Cano, es una infame maniobra para manipular opiniones de respaldo al régimen y ocultar una verdad que más que nadie ellos conocen: ni estos “triunfos” pírricos pueden doblegar la moral combativa de guerrilleras y guerrilleros, ni la paz se construye con amenazas. Sí, nuestro Comandante cayó en su puesto de combate, cumpliendo con su deber de comandante, tejiendo ideas para la paz, irradiando templanza, abnegación y sacrificio en el compromiso con los oprimidos de Colombia y el continente, murió alegre, enhiesto y libre de cargas morales porque su estatura intelectual y todo su amor lo entregó generoso a los oprimidos.
En la resistencia revolucionaria a la violencia terrorista del Estado hay éxitos, pero también reveses, y así nos hemos construido las FARC – EP al lado de las masas empobrecidas que han sido víctimas de la violencia terrorista del Estado, que han enterrado a sus muertos y mantenido el coraje de luchar por la justicia; de sus consejos y ejemplo hemos crecido y sabemos que en la memoria de los oprimidos se mantendrá ondeante la ejemplar vida del comandante Alfonso Cano por su compromiso ético, de corroborar con la praxis sus postulados teóricos de lucha y compromiso con los desposeídos. La moral del colectivo fariano se yergue hoy más elevada que nunca. Nuestra lucha por la paz de Colombia es a fondo y continua, tal cual, como dejó orientado el comandante y en homenaje permanente de guerrilleros y milicianos a su ejemplar vida de revolucionario integro.
Colombianos y colombianas, cuenten con nuestro acompañamiento en todos los esfuerzos y expresiones por derrotar el proyecto capitalista, su modelo neoliberal y construir los caminos de la solución política del conflicto social y armado que agobia a la nación. Solo con la lucha organizada de los marginados, que en estos tiempos ha alcanzado dinámicas portentosas, será posible resolver problemas como los de las tierras despojadas y establecer una política que resuelva la inequidad en el campo, castigar los crímenes de Estado o “falsos positivos”, garantizar una vida digna y de respeto al ser diferente, al empleo bien remunerado, a salud, a vivienda y educación para el crecimiento del saber y la investigación. Solo la movilización de todo el pueblo, anhelante de justicia, podrá derrotar la cínica estrategia gubernamental de la paz de los sepulcros que ha establecido el poder oligárquico en Colombia.
Nuestra solidaridad con el movimiento social y popular en su conjunto, con la juventud y los estudiantes que con su creatividad y multitudinaria capacidad de movilización, no solo resisten los intentos gubernamentales de ahondar el proyecto mercantilista en la educación, sino que además avanzan en la construcción de políticas educativas para el desarrollo humano y la investigación.
Saludamos los esfuerzos del movimiento sindical, que a pesar de la combinación de la criminalización, la judicialización, los cantos de sirena y los intentos de cooptación del actual gobierno, activa su capacidad de movilización y su férrea decisión por restablecer las conquistas arrebatadas y avanzar en la conquista de nuevos derechos laborales, como lo han manifestado varias jornadas obreras en el país, como las de Puerto Gaitán en el Meta y de Puerto Wilches en el Magdalena Medio.
Expresamos nuestro respeto a las iniciativas campesinas, indígenas y afrodescendientes que dinamizan los caminos de la solución política y la lucha por la tierra, rompiendo el acoso gubernamental que se ensaña en silenciar las voces que claman salidas civilistas a la guerra, la distribución equitativa de la tierra, el crédito y por la profundización de la democracia.
Al Partido Clandestino, al Movimiento Bolivariano, a las organizaciones obreras, campesinas, juveniles, estudiantiles, de mujeres, LGTB, intelectuales, artista y a todo el movimiento popular va nuestro aliento para redoblar los esfuerzos por cualificar y cuantificar las luchas presentes y futuras. Estos son tiempos de acción y de unidad como verdadero tributo a la heroicidad de nuestro pueblo y como compromiso con una nueva Colombia.
Todas las unidades farianas y milicianas, gradecemos las innumerables voces y expresiones de solidaridad que hemos recibido en estos momentos luctuosos, acompañándonos en el sentimiento que desató en todos los oprimidos de Colombia la caída del inmensurable comandante guerrillero, Camarada Alfonso Cano. A todos ustedes y a todo el movimiento popular en Colombia, les reafirmamos que nuestro compromiso por la paz de Colombia es inquebrantable, por tanto las banderas de Bolívar, de Manuel, de Jacobo, de Alfonso y todos los colombianos caídos por la justicia seguirán nutriendo la argumentación y la decisión de lucha de la rebeldía por una Colombia nueva.
Memoria eterna para el comandante Alfonso Cano.
Juramos vencer y venceremos.
Estado Mayor Central.
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejercito del Pueblo. FARC – EP.