PORQUE SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS.
COMANDANTE NESTOR CERPA CARTOLINI
EJEMPLO DE CONSECUENCIA Y SACRIFICIO
Al pueblo peruano,
A los revolucionarios de la Patria Grande,
A los Tupacamaristas consecuentes.
Camaradas:
“Que flexibilidad – que iniciativa histórica y que capacidad de sacrificio…
¡La historia no conocía hasta ahora semejante ejemplo de heroísmo¡
Si son vencidos, la culpa será, exclusivamente, de su buen corazón.
De cualquier manera…incluso en el caso de ser aplastada
por los lobos, los cerdos y los viles perros de la vieja sociedad
constituye la proeza mas heroica de nuestro Partido…”
Carlos Marx.
Carta a Luís Kugelmann.
Hoy, 17 de diciembre, las Fuerzas Armadas Revolucionarias – Ejercito Popular Tupacamarista (FAR – EPT), rinden su más sentido homenaje a nuestro recordado camarada, nuestro Comandante de la Dignidad Tupacamarista Comandante Néstor Cerpa Cartolini y con él a todos y cada uno de los mártires por la liberación nacional y el socialismo mariateguiano, que ofrendaron su vida en pos de un mañana mejor para nuestro pueblo.
Hoy, se cumplen 15 años de valeroso asalto revolucionario a la fortaleza burguesa, 15 años de de inmortal asalto al cielo, acción que permitió romper el silencio en que la dictadura fujimontesinista había sumido a nuestro pueblo y desde allí abrir nuevos capítulos de lucha, de conquista social y política que hoy en día viene siendo pisoteada por el nacionalismo y sus socios empresariales.
Es preciso entonces combatir el historicismo oficial para desnudar sus raíces y señalar con ojos de futuro que la retención política en la residencia del embajador japonés en Lima, convertida en objetivo táctico de los revolucionarios peruanos por romper el cerco político – comunicacional de desinformación y manipulación de la conciencia ciudadana, implementada por la narco – dictadura del Fujimontesinismo, fue un hecho histórico, singular y único en la lucha por el Socialismo peruano, que sentó las bases metodológicas de nuevas y renovadas formas de confrontación clasista.
Concebida en momentos donde la izquierda y el movimiento social y popular se encontraban en total crisis organizacional, de perspectivas e identidad; ejecutada en momentos cuando el imperialismo doblada campanas celebrando el fin de la historia , cantaba su victoria sobre el “socialismo” y anunciaba la supremacía del último hombre, es decir; la victoria del capitalismo y su ideología de dominación como sistema únicos, concebida en momentos donde el fascismo peruano bajo el amparo del ala militar más corrupta y antipatriota de las Fuerzas Armadas (FF.AA) junto al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), convertida en partido orgánico de la dictadura, señalaba los marcos de un proyecto de estado y gobierno, abiertamente sometido a los intereses norteamericanos y del gran capital.
En medio del reflujo social y popular, con movimientos sociales desarticuladas, con dirigentes detenidos, desaparecidos, en la clandestinidad o el exilio, mientras se callaba al pueblo para implantar el más salvaje modelo económico de explotación: la flexibilización laboral arrojaba a las calles un nuevo y golpeado ejercito de desempleados, prostituía la oferta laboral en pos de aumentar la mano de obra barata, como consecuencia de la aplicación salvaje de un conjunto de recetas económicas y “recomendaciones” políticas fondomonetaristas y de organismos financieros internacionales que buscaban hacer “viable” la dependencia peruana, en el circuito capitalista.
En esta vorágine, el estado peruano que había cumplido parte de su papel en la concepción liberal y de mercado, era “remodelado” en función de los intereses del capital transnacional, asumiendo un nuevo rol dentro de la concepción neocolonial diseñada por los estrategas que dieron nacimiento al llamado Consenso de Washington, con un ejército de tecnócratas formados en los programas “democráticas” norteamericanas y la presencia de “asesores” militares yanquis, diseñaron la estrategia contrarrevolucionaria, para la profundización del modelo neoliberal y el establecimiento de una zona de operaciones estratégicas contra la guerrilla colombiana y el control de la Amazonía.
Ante este hecho, la Comandancia General del MRTA, ante condiciones adversas, y tomando como referencia las conclusiones de una seria evaluación política de periodo tuvo que tomar una de las decisiones más trascendentales para la preservación del Partido: el Repliegue Táctico Ordenado (RTO) , manteniendo y proyectando el acumulado estratégico como patrimonio del pueblo peruano en las montañas de la selva central, bastión histórico del Frente “Juan Santos Atahualpa” preparando las condiciones para una larga lucha de resistencia, concebida en esencia y fundamentación revolucionaria como una táctica de combate y victoria popular.
Ceder ante la seducción de una clase históricamente privilegiada, rendirse ante los cercos militares, claudicar en el horizonte revolucionario fruto de las recomendaciones de “supuestos” camaradas o ponerse de lado de los pobres, definirse por los más humildes: con Mariátegui o Ravines, Felipillo o Túpac Amaru II, para el Comandante “Evaristo” eso no fue ni por un instante, una disyuntiva, su posición fue clara y definida, nunca ambigua: con el pueblo, junto al pueblo, nunca con la oligarquía y sus lacayos.
La decisión de copar y tomar la residencia del Embajador japonés, fue una decisión al tiempo que audaz y valiente, una decisión de compromiso con la tierra que lo vio nacer y el pueblo que lo alimento y formó: agudizar las contradicciones de clase, desnudar la esencia del régimen, mostrar la naturaleza criminal, el cinismo y la corrupción de la mafia fujimontesinista que por mantenerse en el poder venían bañando con sangre del pueblo los campos de nuestra Patria en la defensa sacrosanta de los intereses suyos y de su clase.
Superar creativamente el periodo signado por la contrarrevolución y el paramilitarismo, desechar la posibilidad del adiós a las armas, de reforzar la “democracia” de los ricos, profundizar la “paz de los cementerios” o adoptar una política de tercera vía, fue una cuestión de principios elegir por la libertad y la revolución, que caracterizó al Comandante de la Dignidad Tupacamarista.
Se planteó entonces, intensificar la tarea de conspiración permanente, golpear, desnudar y debilitar al régimen que permitiera un periodo de apertura democrática, se convirtió en agenda de primer orden, los abrazos con el enemigo dentro y fuera de las cárceles, por supuestos camaradas e infiltrados permitió descubrir debilidades en nuestras filas. Había entonces que profundizar nuestra clandestinidad, cortar contacto con estructuras partidarias mientras se concretaban los planes de concentración y crecimiento orgánico.
Comprendiendo que romper el silencio era una tarea dura, que el tiempo de nuestra táctica de repliegue llegaba a su fin, el Comandante “Evaristo” decide que es hora de sacudirse de todo cerco enemigo, de deslindar con el terrorismo de Estado y Senderista. Liberado de toda carga personal o sentimental, entiende que es tiempo de abrigarse con el pueblo que el terror había inmovilizado, asumir su voz, su hambre y su destino, convencido de que el verdadero enemigo de los pueblos, es el imperialismo y su sistema de opresión y dominación, cometerá la más grande hazaña cometida por revolucionario alguno en nuestra patria, por 126 días la residencia japonesa será la muestra más clara de que tomar por asalto el cielo, era posible.
Bajo la consigna política de “rompiendo el silencio…” el 17 de diciembre de 1996 en Lima, bastión conservador de la oligarquía peruana, 14 combatientes del Ejército Popular Tupacamarista (EPT), retuvieron políticamente a cientos de diplomáticos extranjeros, oficiales de la dictadura fujimontesinista, militares de alto rango comprometidos con la política contrasubversiva de aniquilamiento y tierra arrasada, empresarios beneficiarios de las “bondades económicas” del neoliberalismo impulsores de la política anti laboral de flexibilización, invitados de honor a la mesa de Morihisa Aoki, responsable de los intereses de las transnacionales niponas en tierras re colonizadas por el capitalismo.
La captura de la residencia Japonesa y la retención política de connotados miembros empresariales, políticos y militares de la administración imperial en nuestros pueblos, fue una muestra victoriosa del valor revolucionario y de vigencia de las propuestas programáticas del MRTA, que mostrando el abismo entre ellos y nosotros, desnudó al mismo tiempo la verdadera esencia de esta izquierda farisea que no dudó en endilgarnos el epíteto de “terroristas”.
LA RETENCION POLÍTICA EN LA RESIDENCIA JAPONESA
FUNDAMENTACION HISTORICA
LA CAPTURA DEL INCA ATAHUALPA
La retención política de personalidades civiles, políticas, militares y empresariales en lo que fue la Residencia del Embajador en Lima, no fue nunca concebida desde la óptica revolucionaria como una vulgar y delincuencial “toma de rehenes” como pretendió el Fujimontesinismo hacer creer al pueblo, en su primer anuncio oficial, fiel a los dictados imperiales y ocultando verdades históricas, en un discurso televisado de aproximadamente cuatro minutos, condenó la ocupación político – militar, catalogándola de “repugnante” y denominando a nuestros combatientes de “asaltantes”.
Se olvidaba el dictador, puesto que la nuestra no es la historia de la burguesía japonesa, que el 16 de noviembre de 1532, en Cajamarca tuvo lugar el secuestro del Inca Atahuallpa, el primero en suelo sud americano, mientras se encontraba con pocos efectivos militares ya que sus grandes unidades de combate se hallaban consolidando su victoria sobre las fuerzas de Huáscar. Sobre este hecho la historia oficial calla para sumir en el olvido la memoria histórica y negar la naturaleza delincuencial del sistema.
Económicos y no otros fueron los móviles del secuestro del Inca Atahuallpa como se puede deducir del fabuloso rescate solicitado, que ascendió a la cifra de 88,5 millones de dólares en oro, y de 2,5 millones de dólares en plata, sumándose a ella, la apropiación de recursos naturales estratégicos, riquezas y la puesta a remate de nuestra soberanía en el mercado para beneficio y usufructo del mercantilismo europeo, estas razones y no otras permitieron al invasor, adoptar dispositivos de extermino. “Sabían que la sorpresa y la acción violenta del ataque les daría el éxito deseado” .
A diferencia del accionar del mercenarismo internacional, la captura de la residencia del embajador japonés, tuvo razones sociales, políticas, económicas y culturales.
La captura de uno de los espacios estratégicos del capital internacional, no tuvo baja civil ni militar alguna, salvo una no profunda herida en el píe del camarada “Tito”, nuestra capacidad de combate mostraba su nivel en los hechos y la moral revolucionaria señalaba la diferencia histórica, abismal, incomparable con la decrépita moral burguesa.
Acostumbrados a la rapacidad de su clase, al maquiavelismo de sus acciones, creyendo el ladrón que los combatientes de la libertad son de su misma condición intentaron tergiversar al amparo de sus leyes, jueces, periodistas y apologistas, el sentido histórico de una retención política llamada a ser la iniciadora de la revisión de nuestro pasado y el comienzo de nuevas jornadas de lucha. El pueblo peruano, expresado en su juventud, verdadero rehén de la clase dominante, se alzó en junio de 1997 contra la mafia y mostró su rabia al intentar asaltar el Palacio de Gobierno y el Congreso de la República al grito de ¡Abajo la dictadura!
Retención política que planteada con el súmmum de nuestras raíces, expresó el humanismo revolucionario respecto al pueblo y al trato ético al enemigo, diferente a la ética y al humanitarismo pequeño – burgués.
Catorce (14) combatientes tupacamaristas llenos de amor patrio, con ojos de futuro, estructurados en un grupo de comando que asumían el ejemplo del cc. “Edgar Sánchez”, hicieron la diferencia abismal con la organización militar mercenaria que organizados en cuatro (4) pelotones (3 de caballería, 1 de infantería sin contar el grupo de artillería), dieron inicio en Cajamarca, al mas grande genocidio en la historia de los pueblos.
Tupacamaristas, que en limpia operación militar retuvo a 700 personas entre personalidades políticas, militares, empresariales así como familiares, sin herida ni maltrato alguno, fueron liberados de manera gradual, mostrando la calidad moral de los revolucionarios y la valía histórica de quienes se reclaman continuadores de una larga tradición de lucha, impusieron dignidad la tarde del 22 de abril a 140 “gallinazos” que actuaban a sueldo del imperialismo yanqui y el sionismo internacional.
Diferencia histórica con quienes desarrollan y aplican el exterminio bajo el amparo de las armas, la tecnología y la complicidad de las clases dominantes que abrazan el cascarón del viejo estado.
Nuestro fundamento político de debilitar al régimen o derrumbar con el concurso del pueblo un sistema de explotación y dominación al capturar la residencia, se puede encontrar en la necesidad de cambiar y transformar la realidad peruana, de abrir un capítulo de denuncia al régimen dictatorial ante la opinión pública nacional e internacional, de mostrar los mecanismos, de señalar con las acciones, las entrañas de un monstruo que cabalgando sobre la mas sórdida violencia estatal, bendecía la impunidad, oficializaba la corrupción, violaba tratados y convenios internacionales, en fin, la acción heroica de un puñado de defensores de la patria, sin curas, jesuitas ni cardenales que los bendijeran, tomaron por asalto el cielo para escribir y enseñar a las generaciones futuras de cómo los herederos de la colonia y del invasor extranjero, de cómo la “democracia pactada”, con más de 180 años de saqueo en su vida republicana, había engendrado su moderna dictadura e imponía con el desempleo, la pauperización social, la corrupción generalizada y la miseria de sus valores la fuerza de su ideología; el peso criminal de sus fuerzas armadas sin honores ni victorias en el campo de la defensa patria (Arica, Tarapacá, Leticia y Tiwinza territorios cautivos de las burguesías locales latinoamericanas), tendría sus “glorias militares” en el asesinato de niños, mujeres, ancianos indefensos, sin que constituya una excepción el repase a combatientes desarmados o heridos .
Convertida en una suerte de mercado persa, el Estado peruano en su crisis se transformó en un boulevard donde tierras, iglesias, medios de comunicación, recursos naturales, cardenales, periodistas, hombres y conciencia, fueron artículos de un moderno bazar, cuyos precios se definían en la salita del servicio de inteligencia nacional. La homilía del mercado abría su cáliz, enfundado en uniforme de combate neoliberal.
El país se remataba, la nacionalidad se compraba en el pentagonito, el Congreso y en la sucursal de la calle Azángaro. Convertida en centro comercial, el mercado laboral se extendía sin límites de edad, desde el nacimiento a la muerte, sin observancia de género era la lógica para recaudar impuestos y la ampliación de la PEA (Población Económicamente Activa) activó un nuevo ejército laboral que aceptó calladamente las nuevas y esclavizantes jornadas laborales: 12 horas para el trabajo, 12 horas para la explotación.
Hoy, 17 de diciembre, marca también nuestro compromiso de luchar por el socialismo mariateguiano, construir la unidad revolucionaria, y asumiendo el ejemplo de nuestro recordado Comandante levantamos la consigna de: unidad, unidad y más unidad, ante la agresión burguesa y el silencio complice.
Sin luchas no hay victorias!
Tupac Amaru, vive, vuelve y vencerá!
Comandante Néstor Cerpa…Presente!
Honor y Gloria a los héroes y mártires del pueblo y del Partido!
Con las masas y las armas, Patria o Muerte…Venceremos!
Comandante Camilo Reyes
Séptimo Frente Guerrillero
FAR - EPT