La única forma de emancipar a la mujer es emancipar al conjunto de la clase trabajadora por la revolución socialista y la construcción de nuevas bases sociales, sin explotación, sin opresión y con igualdad plena entre hombres y mujeres.
LENIN
Al pueblo peruano
A las mujeres luchadoras
A la comunidad Internacional
¡Todos tenemos una función en la vida, la mía es pelear para que otras mujeres y los hijos puedan vivir en paz y libertad!
En Nueva York, Estados Unidos, más de diez mil mujeres salen a la calle para protestar por el mal trato patronal y obtener la jornada diaria de las diez horas, una conquista que deseaban, porque hasta esa fecha, 1857, trabajaban dieciséis horas diarias; madres, hijas, esposas son vilmente golpeadas, masacradas y encarceladas por la represión policial. Sus compañeros se suman a la lucha, ellos habían logrado hace diecisiete años la jornada de las diez horas diarias. Desde esa fecha se prendió en E.E.U.U. cuna del Imperialismo yanqui y en el resto del mundo, la llama de la “conciencia de clase” que llevaría a cambiar el mundo con la revolución proletaria en Rusia de 1917.
En 1911, el 8 de Marzo, 129 mujeres obreras mueren calcinadas en una fábrica textil, tomada en huelga por la jornada de las 8 horas y la explotación humillante a la que eran sometidas por los empresarios capitalistas en Nueva York. Los empleadores les cierran las puertas por fuera, prendiéndole fuego a una bodega repleta de hilados y líquidos inflamables, expandiéndose rápidamente el fuego, no se salva nadie. Afuera los familiares miran impotentes mientras bomberos tratan de controlar el fuego.
En homenaje a lo que se ha llamado el primer levantamiento obrero femenino en el mundo por las 8 horas de trabajo, el 8 de Marzo se instituyó como “Día Internacional de las Mujeres” en una conferencia internacional de mujeres socialistas, realizada en Dinamarca en 1910. A partir de esta fecha en el seno de la clase trabajadora se viene destacando este día como una jornada de lucha por las reivindicaciones sociales, políticas, culturales y sexuales de la mujer en general.
El sacrificio de estas mujeres significó también que la Organización de las Naciones Unidas en 1975, proclamara oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Bajo este contexto el Movimiento revolucionario Túpac Amaru, se manifiesta al pueblo peruano, a todas la mujeres clasistas y a la comunidad internacional para dar un saludo combativo a todas ellas, que como las 129 mujeres entregaron sus vidas bajo el fuego de sus explotadores, mujeres que lucharon por cambiar las condiciones laborales, que buscaron mejoras salariales, por frenar la explotación y maltrato que fueron objeto. Hechos que hoy en día sirven como ejemplo de lucha y entrega, y valió para que en la posteridad la mujer sea considerada como parte fundamental en el desarrollo económico, asimismo, tener participación activa en la vida política y considerada en la toma de decisiones.
En el Perú, en América latina y en el mundo entero, la participación de la mujer ha venido incrementándose, llegando a tener mayor injerencia y participación en los diferentes acontecimientos.
En nuestro país tenemos la figura de Micaela Bastidas, lideresa de insurrectos tupacamaristas, que junto a Túpac Amaru compartió los ideales de libertad, participó en la elaboración de los planes estratégicos para la revolución. Fue capturada y ejecutada el 18 de mayo de 1781.
Con los mismos espíritus encontramos a Tomasa Tito Condemayta, Manuela Sáenz, con gran temple y espíritu de liderazgo, Antonia Santos, Manuela Beltrán, Juana Azurduy, Magdalena Güemes de Tejada, María Loreto Sánchez Peón, y muchas más que quedaron en el anonimato. Mujeres que lucharon y dieron sus vidas para liberar al pueblo del yugo español.
La participación de las mujeres en el proceso de la independencia fue muy importante, a pesar de no haber logrado que sus nombres queden inmortalizados. Lo importante fue que ellas utilizaron distintas formas de lucha para apoyar en favor de la liberación, pasando muchas veces desapercibidas, sin embargo, también fueron sometidas a las más crueles vejaciones, torturas y muerte.
En ese sentido, los procesos revolucionarios han tenido como una de las bases fundamentales la participación de la mujer. En palabras de Salvador Allende, la revolución sin la presencia de la mujer no puede afianzarse ni desarrollarse, por lo tanto la presencia de la mujer fue fundamental en los procesos históricos y lo es en los actuales momentos.
Por ello, nuestra tarea no solo esta en reivindicar su papel y el significado que tiene como parte integrante de todo proceso de cambio, también esta es dar a conocer “la tremenda miseria y de las vergonzosas humillaciones que sufre la mujer, débil y desamparada bajo el régimen burgués. Con esto testimoniamos que conocemos estas necesidades, que comprendemos igualmente la opresión de la mujer, que comprendemos la situación privilegiada del hombre y odiamos —sí, odiamos— y queremos eliminar todo lo que oprime y atormenta a la obrera, a la esposa del obrero, a la campesina, a la esposa del hombre sencillo e incluso, en muchos aspectos, a la mujer de la clase acomodada. Los derechos y las medidas sociales que exigimos de la sociedad burguesa para la mujer, son una prueba de que comprendemos la situación y los intereses de la mujer y de que bajo la dictadura proletaria las tendremos en cuenta. Naturalmente, no con adormecedoras medidas de tutela; no, naturalmente que no, sino como revolucionarios que llaman a la mujer a trabajar en pie de igualdad por la transformación de la economía y de la superestructura ideológica” (V.I. Lenin: La Emancipación de la Mujer, 1971).
Son muchas las deficiencias que aún se debe abolir, sin embargo, a la fecha son más las mujeres que vienen tomando conciencia y trabajando para la transformación en las mentalidades y esta transformación debe ir a la par con la desaparición de las estructuras mentales que reprimen a la mujer y sus capacidades en el desarrollo de las distintas tareas. Tal es así, que tenemos la presencia de la mujer bastante marcada mediante su participación en los distintos estamentos como militantes y guerrilleras en los diferentes frentes de lucha, siendo una de las características de las organizaciones Políticos – Militares a lo largo de nuestra América, tener la participación y el compromiso revolucionario de las mujeres, a ellas, a Mónica Baltoda, comandante sandinista, a Tania en Cuba, Paula Gonzales (ELN), y muchas mujeres más que se incorporaron en los frentes guerrilleros las que combatieron igual que los compañeros y lucharon en primera línea en la liberación de nuestros pueblos, alcanzaron grados militares, asimismo, cumplieron las tareas de educadoras, médicos, etc.
En las filas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, también tuvimos la presencia de muchas compañeras, algunas de ellas: Tania, Zoila López (asesinada durante su tortura en Chimbote), Liliana Rojas Landa (asesinada en la Victoria), Luz Dina Villoslada Rodríguez (asesinada en la Embajada Japonesa), y otras tantas compañeras que dieron sus vidas por los ideales que hoy persistimos dignos y rebeldes. También debemos reconocer y homenajear a las compañeras que resistieron las torturas y violaciones por agentes del Estado, de la Dincote, y las F.F.A.A., a todas las compañeras que cayeron heroicamente en combate, asimismo, las compañeras que aun se encuentran encarceladas.
Finalmente, nuestros saludos se extienden a todas las mujeres que mediante el sacrificio vienen dando pasos agigantados en los diferentes aspectos tanto políticos, académicos y en el aspecto laboral, quienes cada día tienen mayor participación y presencia, aportando de esta manera y siendo claros ejemplos para el resto de las mujeres, que aún deben salir del estado de sumisión que el sistema somete con sus distintos mecanismos.
Igualmente, el mejor de los reconocimientos a las Madres de la Plaza de Mayo, a las mujeres Guatemaltecas, Nicaragüenses, Salvadoreñas, Zapatistas, a las mujeres del Movimiento Sin Tierra, a las mujeres Mapuches, a nuestras mujeres del ande, de la selva y costa, igualmente a todas las mujeres luchadoras de nuestros pueblos.
Decirles a ellas que la lucha que hoy continuamos, es por la liberación de nuestro pueblo, al igual que nuestras heroínas lo hicieron cuando sintieron el llamado de sus conciencias, de su compromiso de clase, corazones, sensibilizados por el sufrimientode nuestros hermanos; los mismos caminos seguimos hoy, con el ejemplo y tenacidad que ellas pusieron, aun seguimos luchando y abriéndonos caminos.
Caminos que surcaremos en conjunto, por ello hacemos un llamado a la mujer peruana a comprometerse con las luchas de nuestro pueblo peruano, levantar nuestra voz contra la traición y engaño de este gobierno. Asimismo, organizarnos para resistir y combatir a este sistema explotador y marginador que utiliza todas sus armas para adormecer las mentes de nuestros niños, jóvenes y mujeres. A pesar de que se ha conquistado espacios de participación, vemos que en los niveles más bajos y en general aun hay diferencia y desigualdad, por lo cual aun tenemos mucho por hacer.
La lucha continua…
¡Viva el Día Internacional de la Mujer Trabajadora!
¡Viva las mujeres del Perú y del mundo!
¡Con las masas y las armas, Patria o Muerte… VENCEREMOS!