La toma de la UNAM por la Policía Federal Preventiva, el cierre y represión contra la normal rural de El Mexe, el encarcelamiento de casi un millar de estudiantes y las acusaciones de terrorismo y de alta peligrosidad social contra casi un centenar de miembros del CGH son solo una expresión mas del autoritarismo, la intolerancia y la represión generalizada y sistemática que el neoliberalismo aplica a los mexicanos, ahora les toca a los jóvenes, tratando como criminales a los luchadores sociales.
Con el endeble argumento de restituir la ‘’legalidad”, el estado violentó la autonomía de la UNAM para recuperar las instalaciones universitarias de manos de los ‘’delincuentes’’, que apenas ayer eran interlocutores legales, sustituyendo el dialogo con la acción de la anticonstitucional Policía Federal Preventiva (PFP).
La rebeldía estudiantil universitaria viene a formar parte de la insurgencia popular y revolucionaria que con expresiones, legales o armadas van conformando un amplio movimiento democratizador que busca rescatar la soberanía popular, frente a un gobierno que no esta resolviendo el problema de una modernidad incluyente.
La lucha por la educación gratuita, masiva y de calidad tanto en las universidades como en diferentes centros de educación media y superior entre ellos las normales rurales, expresan la inconformidad, la rebeldía, la protesta y el agravio de la mayoría de la sociedad mexicana, frente a las medidas neoliberales que ensanchan rápidamente la brecha entre ricos y pobres.
La solución de los grandes problemas nacionales está pendiente, la demagogia gubernamental no logra enmascararlos, la opción electoral y la mercadotecnia política con sus nuevos slogans no logran el entusiasmo esperado, cada vez es más evidente la falta de interés de la sociedad en el proceso electoral y en los candidatos.
La lucha estudiantil y popular representa la resistencia digna y legitima al modelo neoliberal, resistencia que debe retomar toda la sociedad mexicana frente a un gobierno que le roba recursos a los rubros de educación y salud para otorgárselos a la banca.
EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN
México dedica solo el 4 por ciento del PIB anual a la educación cuando la Unesco y la ONU establecen que los países deben dedicar por lo menos el 8 por ciento del PIB al rubro educativo. En contraste, el rescate bancario y el fraude Fobaproa absorbieron recursos que jamás se han gastado ni en educación ni en salud.
La UNAM tiene un presupuesto anual de 9 mil millones de pesos mientras a la Banca Serfín se le rescató con 77 mil millones de pesos.
Para este año mientras el presupuesto gubernamental destinado al IPAB se incrementó mas del 76 por ciento en términos reales, el de la UNAM crecerá apenas 10 por ciento.
En este sexenio se dedicó un billón de pesos al rescate bancario mientras se regatea el presupuesto para la educación gratuita porque es un rubro no prioritario para el neoliberalismo.
El gobierno prefiere obedecer la recomendación que hizo el Banco Mundial a los países endeudados de restar apoyo a la educación pública y reestructurar aquellas universidades que dependen esencialmente de recursos que otorga el estado a partir de nuestros impuestos.
El neoliberalismo roba el futuro a los jóvenes porque les cancela las oportunidades de una educación gratuita y de calidad, les roba el derecho a un empleo digno y bien remunerado y los destina a la migración, el subempleo o la delincuencia. Ese es un crimen de lesa humanidad.
Los gobiernos neoliberales de los países pobres, sostienen que la mano de obra barata es su mejor arma en la economía globalizada y que mejorar las condiciones de trabajo podría ahuyentar a las multinacionales que buscan disminuir sus gastos. Desde luego que para producir mano de obra barata, la educación media y superior sale sobrando.
La tristeza y desesperación de los pueblos empobrecidos le son ajenas a los gobiernos neoliberales. De este dolor debe nacer un nuevo orden internacional.
Los tecnócratas y narcopolíticos neoliberales que nos gobiernan argumentan que México no tiene dinero para sostener a la UNAM, ni a las normales, menos a las rurales, ni a la educación indígena bilingüe, ni a la educación media y superior gratuita, que la pagamos con nuestros impuestos y que no alcanza. ¡Claro que no alcanza porque el dinero del pueblo se lo roban o lo utilizan para pagar la deuda externa que nosotros no contrajimos y para rescatar bancos que no nos pertenecen!.
Pemex exporta casi dos millones de barriles diarios de Petróleo, de los que el 80 por ciento se van hacia Estados Unidos. ¡400 mil millones de litros de petróleo diarios vende Pemex! y ¡donde están esos ingresos? ¿a qué se dedican? Ciertamente no se invierten ni en educación, ni en salud, ni en creación de empleos ni en nada que beneficie al pueblo mexicano pues esto, a declaración propia, lo sostenemos con nuestros impuestos.
Durante el zedillato los mexicanos pagamos al FMI alrededor de 120 mil millones de dólares, tan solo para ir amortizando los nuevos intereses creados sobre los intereses y por el ya viejo interés de mantener a nuestro país como un exportador de capitales.
En nuestra patria no alcanza para sostener una educación pública gratuita de calidad pero en cambio si alcanza para financiar al gran capital transnacional representado por el FMI.
EL IPAB-FOBAPROA, es otra clara muestra de que el dinero de la Nación se emplea para rescatar bancos y empresas ligadas a los grupos en el poder, al narcotráfico y al capital transnacional.
Para pagar el rescate bancario y empresarial el gobierno retira fondos de las áreas sociales como son educación, salud, vivienda, creación de empleos, combate a la pobreza y todavía dicen que eso es lo que nos conviene a los mexicanos.
Un gobierno que prioriza la salud de sus bancos y de empresas narcolavadoras de dinero antes que la educación, la salud y el empleo para el pueblo que dice representar, es un mal gobierno.
LA UNAM
Dicen los defensores de la toma policial de la Unam que México necesita una educación de calidad, no una universidad masiva. Es un argumento falso porque calidad no se contrapone con cantidad siempre y cuando se dediquen los recursos necesarios para que tengamos una educación gratuita de calidad en todos los niveles y en todo el país.
México requiere una educación superior masiva y de calidad o bien, que la educación superior sea de calidad y accesible a las masas.
Cobrar cuotas en la UNAM, aunque sean “voluntarias”, es el primer paso para privatizar la UNAM y elitizar, aún más, la educación superior. Cobrar una cuota en la universidad, sea cual fuere, es avanzar en su privatización.
Cuando la huelga en la UNAM tenía ya dos meses, en junio, a recomendación del Banca Mundial, Barnés transformó su propuesta y el costo de las inscripciones se vuelve voluntario, pero el reglamento general de pagos no sólo incluye inscripciones semestrales, sino también el cobro de laboratorios, cobro por uso de bibliotecas, cobro por uso de laboratorios de cómputo, tantas cosas que salen más caras que el pago de la cuota inicial. Claro que eso no lo dicen Televisa y TV Azteca.
Efectivamente, México necesita una educación de calidad, lo cual implica que cambie el sistema de educación actual por otro de calidad, interactivo, participativo, crítico, científico, integral, donde se promueva la cultura, el respeto y la calidad humana. Sistema al que actualmente solo tiene acceso un sector muy pequeño de la población.
Los medios de “manipulación” masivos han repetido fielmente la versión oficial, convirtiendo a los normalistas de El Mexe en rateros y secuestradores, y a los paristas de la Unam en terroristas y delincuentes, lejos de informar han analfabetizado al receptor’, logrando en muchos casos una percepción nula de la realidad, los medios de “manipulación” , como las imágenes, presentan solo una cara de la moneda, de manera muy limitada, en un momento definido, y aislada del contexto que la rodea o distorsionándolo según los sus intereses.
La toma violenta de la universidad por la PFP no puede enterrar en el mas cruel de los olvidos las causas originales del movimiento. Lo que está a discusión es el futuro de la educación publica en el país, el destino de miles de jóvenes estudiantes, cientos de ellos encarcelados, la indignación de padres de familia y la participación de grandes sectores solidarios que vieron con simpatía y admiración el ejemplo de jóvenes estudiantes, resistiendo las maniobras, las trampas y provocaciones de autoridades universitarias y el gobierno.
Lo que está en discusión, no solo en la lucha estudiantil, sino en la indígena, en la campesina, en la obrera, la magisterial, en la de pequeños propietarios, en la de nuestros hermanos que están fuera de nuestras fronteras, en las luchas armadas de este tiempo, es qué México queremos y la mayoría queremos un México que nos incluya.
Esta etapa de resistencia contra la globalización neoliberal abre otro periodo donde los estudiantes, organizaciones y sectores en lucha, tendrán necesariamente que hacer un balance, reorganizar sus fuerzas, modificar creativa e ingeniosamente sus métodos de lucha, analizar el nuevo escenario político nacional, revalorar la nueva correlación de fuerzas y reorientar su estrategia y táctica de lucha.
La fuerza de los acontecimientos, va enseñando a los grandes sectores empobrecidos de la sociedad que la lucha y protesta pacifica, aunque necesaria, ya no es suficiente para detener el injusto y brutal modelo neoliberal, surgiendo paulatinamente en la conciencia de un número creciente de mexicanos la necesidad de las armas insurgentes como recurso necesario frente a la barbarie y el poder del capital.
EL MEXE
La actitud gubernamental ante la lucha de los normalistas de la escuela normal rural Luis Villarreal, El Mexe, Hidalgo, es otro ejemplo de la insensibilidad de la política neoliberal ante los jóvenes.
El argumento oficial es que nuestro país no necesita más normalistas rurales, porque es un desperdicio que un maestro titulado atienda 4 o 5 alumnos. En lugar de impulsar que haya más alumnos, la solución gubernamental es que ya no haya maestros.
El cierre de la normal rural de El Mexe es un paso mas en el desmantelamiento de la educación rural, de la educación indígena bilingüe y en general de toda la educación pública que actualmente sobrevive subsidiada por los padres de familia a través de cuotas voluntarias.
Los dueños de todo ven a los maestros, principalmente a los egresados de las normales rurales como una peligrosa amenaza contra su status. Para los neoliberales los educadores son innecesarios y peligrosos.
Pero no creamos que es tan malo, no, el neoliberalismo brinda a los jóvenes la alternativa de enrolarse en corporaciones militarizadas por ejemplo la “innecesaria” profesión de maestro la está supliendo con la de alfabetizadores de Conafe coordinados con el ejército. ¡Brillante!
De esta manera suplen a los maestros titulados por jóvenes del servicio militar que en tres meses están convertidos en alfabetizadores, de esta forma el ejercito además de controlar y limitar la educación a simple alfabetización, también tiene información sobre los “revoltosos”. ¿Esta es la educación de calidad que México demanda?.
Ya no necesita maestros ¿para qué? si el neoliberalismo lo que menos requiere es gente pensante pero a cambio a los jóvenes les da la oportunidad de pertenecer a la PFP, para que se dediquen a desalojar universidades, preparatorias, escuelas de antropología e historia, normales rurales, enfrentar a los vendedores ambulantes de la Basílica, detener y torturar a luchadores sociales tanto de masas como clandestinos y otros variados menesteres en los que pueden desarrollar su inteligencia para enfrentar a “la delincuencia”.
A cambio de cerrarles el paso hacia un futuro productivo les da el premio de consolación de enrolarse en el ejército, en algún grupo paramilitar o en la policía federal preventiva PFP, nueva versión de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), de triste memoria para el pueblo mexicano por las torturas y crímenes que cometieron impunemente.
La PFP sirve de disfraz al ejército para reprimir al pueblo.
La cárcel y persecución es la respuesta que el malgobierno tiene para la juventud que cuestiona el orden establecido donde unos pocos son dueños de todo y la gran mayoría no tenemos mas que nuestros anhelos de justici, igualdad, democracia.
El desempleo, subempleo, prostitución, mendicidad, drogadicción y delincuencia es el futuro que el modelo neoliberal depara a nuestros jóvenes.
¿QUIÉNES SOMOS?
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) somos parte de la lucha del pueblo mexicano en contra de los dueños del capital, somos parte de la replica mundial contra la globalización neoliberal.
Somos una escisión del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en donde, como parte de un proceso natural de desarrollo surgieron diferencias político-ideológicas y metodológicas que no pudieron resolverse internamente.
Un importante numero de militantes e importantes sectores de masas decidimos abandonar las filas del EPR y conformar otro proyecto revolucionario, como un aparente paso atrás en la unidad pero que en realidad es una etapa de reflexión y reconstrucción de la verdadera unidad entre revolucionarios.
Concebimos que la unidad debe gestarse en la práctica cotidiana de organización, en la lucha diaria contra los poderosos. La unidad no se construye por decreto ni por acuerdos cupulares.
La actual dispersión del movimiento revolucionario en México, es temporal y en realidad permitirá avanzar con mayor firmeza en la construcción de la unidad revolucionaria real y fraterna.
Las FARP vemos el desmantelamiento de la educación media, normalista, indígena y superior como uno de los robos mas dolorosos que sufrimos los mexicanos, nos duele la represión contra los luchadores sociales y nos alienta la respuesta popular solidaria y combativa contra los embates neoliberales.
Por eso reivindicamos la acción de hostigamiento limitado, realizada con explosivos en contra una “casa de seguridad” del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN) ubicada en la calle sur 20 número 4103, colonia El Mirador, de la ciudad de Puebla.
Pudimos haber causado mayores daños al inmueble que aloja a un importante número de autores intelectuales y materiales de la tortura y la represión contra los luchadores sociales.
Pudimos eliminar físicamente a unos cuantos modernos inquisidores y destruirles sus archivos computarizados, pero no lo hicimos para no poner en riesgo a los vecinos o a la población civil, por lo que solo realizamos un ataque simbólico contra estos peones del neoliberalismo y la globalización.
Esta acción es parte de nuestra solidaridad y de la respuesta popular ante la escalada represiva neoliberal, es nuestra protesta contra la represión en la UNAM, El Mexe, contra los indígenas y campesinos de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, contra la impunidad de los asesinos de Aguas Blancas, Acteal, El Charco, El Bosque.
Es nuestra protesta por el hostigamiento contra los miembros de organizaciones defensoras de derechos humanos, por el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, por el encarcelamiento y tortura de luchadores sociales y por tantos y tantos agravios que ha sufrido y sufre nuestro pueblo.
Las FARP nos pronunciamos por ampliar el artículo tercero constitucional, que tantas vidas y encarcelamientos ha costado en la guerra de Reforma contra los conservadores, en la revolución de 1910-17 y en la subsecuente lucha magisterial y estudiantil.
Estamos porque la Constitución Mexicana establezca claramente la gratuidad de la educación pública en todos los niveles.
Estamos por hacer verdaderamente gratuita la educación preescolar, primaria, secundaria, media y porque haya universidades publicas gratuitas y de calidad.
Estamos por una educación pública gratuita, laica, científica, de calidad y masiva en todos los niveles y en todo el país.
Estamos contra este malgobierno saqueador y represivo, incondicional del FMI, que prefiere una juventud drogadicta, pasiva, acrítica, deshumanizada a una juventud humanamente sensible, critica y cuestionadora, ya que por su valentía y grito irreverente le es tan perturbadora que prefiere encarcelarla antes que escucharla.
Nos pronunciamos por no dejar impunes la toma policiaca de la UNAM, la represión contra el CGH ni contra los estudiantes de la normal rural de El Mexe y pobladores vecinos.
Desde nuestra trinchera expresamos nuestra modesta solidaridad a todos los estudiantes y activistas sociales que hoy luchan porque no nos roben el mañana.
Saludamos la actitud digna y decidida mostrada por los habitantes del municipio Francisco I. Madero del estado de Hidalgo.
Saludamos a todos los mexicanos que luchan contra el neoliberalismo y unen su esfuerzo por construir un México para todos.
Libertad a todos los estudiantes preparatorianos, universitarios y normalistas presos.
Libertad a todos los presos políticos del país.
Luchemos por construir una verdadera democracia con justicia en todos los rincones de la patria mexicana.
Respaldemos la lucha popular desde las diferentes trincheras en las que hoy nos organizamos diferentes sectores de nuestro pueblo.