El gobierno de Juan Manuel Santos no es diferente al de mantener el modelo capitalista que se sostiene en el poder usando todas las formas de lucha incluidas las mafias narco paramilitares, así mediáticamente muestre cambios en su gabinete como la del mejor policía del mundo y su anunciado nuevo ministro de Vivienda, intentando mejorar su imagen que se ha visto lesionada en los últimos días luego de la Cumbre de las américas y de los resultados de las encuestas.
Nos proponemos demostrar el engranaje estado, gobierno, medios de comunicación, grupos financieros, fuerzas Militares, paramilitares y narcotraficantes que si bien el pueblo lo dice y tiene la razón, que estos poderosos lo que ofrecen es miseria y represión. Pero que la guerra de cuarta generación en la que estamos insertos lo mimetizan.
La respuesta del gobierno ha sido la de la guerra. Por un lado su énfasis militar se expresa en los 23 billones de pesos del Plan Nacional de Desarrollo para sostener los desproporcionales gastos de las operaciones militares y la propaganda militarista a pesar de la inviabilidad fiscal y social que representa la guerra. El funcionamiento de la fuerza pública en los próximos tres años de guerra, recorta los presupuestos de salud, educación, saneamiento básico y bienestar social para los colombianos. Así como los recientes debates en torno al fuero militar y la creación del soldado universal por encima de la objeción de conciencia. En el desarrollo del rimbombante plan de guerra, ejemplo, con el denominado ‘Espada de Honor’…, bombardean con 12 aeronaves de la Fuerza Aérea y el Ejército, entre aviones Supertucano y helicópteros artillados dotados con sofisticada tecnología que detecta metales y calor humano para atacar y ametrallar a la sombra de la noche, dando muerte a muchos civiles y animales de los campesinos que viven en zonas de conflicto. El plan de guerra “Espada de Honor” llevan al frente de guerra también a los soldados bachilleres con el reciente llamado del comandante de las Fuerzas Militares a unificar y masificar el llamado "soldado universal”.
La burguesía financiera no se queda atrás, veamos: El Banco Santander tiene acciones en fondos de inversión de empresas de armas por casi 100 millones de euros; ha emitido bonos por 154 millones y les ha dado créditos por 705 millones a compañías tales como; BAE Systems, Boeing, EADS, General Dynamics, Northrop Grumman y Lockheed Martin que figuran entre las empresas donde estos bancos han invertido fondos. No sólo fabrican armas nucleares, aviones teledirigidos y misiles, sino también de armas ligeras, bombas de racimo y minas anti-persona que muchos niños han confundido con juguetes y caramelos. El Banco Santander tiene 3 millones de euros en bonos de Finmeccanic, una armamentística italiana que tenía participaciones de la Lybian Investment Authority (LIA), que utilizaba las armas para reprimir a la población civil. El BBVA ha invertido millones Hispasat y Rymsa, que fabrican armamento utilizado a veces contra poblaciones civiles en masacres que indignan a la opinión pública. Lo que estos bancos le niegan a familias en un contexto de crisis económica lo invierten en armas y en empresas contaminantes. Se abrieron a las inversiones, principalmente extractivas, lo que fue aparejado a un proceso de militarización territorial, de criminalización del ejercicio de derechos y de la planificación de megaproyectos de infraestructura.
Para nadie es un secreto la connivencia de sectores del Ejército con grupos paramilitares. Agentes del Estado apoyaron a los paramilitares en los asesinatos de Mario Calderón, Elsa Alvarado, de Jaime Garzón y tantos otros. En cualquier acción urbana de los paramilitares, siempre cuentan con el apoyo de la Fuerza Pública. El coronel Gonzalo Plazas Acevedo, conocido con el alias de ‘Don Diego’, quien era del B2 del Ejército fue condenado a 40 años por el secuestro y asesinato del industrial israelí Benjamín Khoudari pero se voló el 25 de julio de 2003 de la Escuela de Caballería en Bogotá, desde entonces está prófugo de la justicia. La alianza con la Cuarta Brigada del Ejército, incluyendo a los generales Mario Montoya, del Ejército, Leonardo Gallego, de la Policía y muchos otros que enunciamos en el editorial anterior. Estos grandes hombres de bien, de la más alta sociedad colombiana. ¡La crema y nata!. Son los que siguen teniendo injerencia en la vida nacional.
El fenómeno del narcotráfico les ha permitido mantener el poder, pues la economía colombiana, de la prosperidad, de los ricos, el vulgar aprovechamiento del Fondo Nacional de Estupefacientes como fórmula de capitalismo de Estado para las expropiaciones de inmensas fortunas como vía para repartirse entre ellos los burgueses e imperialistas. Se han sostenido gracias a las jugosas ganancias de traficar, transportar la cocaína a los países consumidores como son los Estados Unidos. En este fenómeno juegan los cultivadores, que son los menos beneficiados, que son los campesinos de zonas abandonadas por el Estado, que se ven obligados a cultivar coca en grandes cantidades para fines de elaboración de la cocaína, pero que no llegan a ser grandes potentados. Los de las ganancias jugosas son los grandes exportadores, los capitalistas que se rasgan las vestiduras, los que pagan a la policía para que les permita sacar del país la cocaína, eso es lo que le da valor, no vamos muy lejos, hace poco una avioneta aterrizó, bajo la complacencia de la fuerza aérea en la zona de Urabá y de allí salió para Honduras. Un kilo de cocaína en la frontera con México puede costar once mil dólares, pero ya en el interior de los Estados Unidos cuesta ciento veinte mil dólares. Colombia se mantiene como primer productor de alcaloide del mundo y, del mismo modo, como el mayor abastecedor del mercado estadounidense, en el que se consumen anualmente de 150 a 160 toneladas de la droga. El 90 % de esta cocaína procede de Colombia, el 80 % del total hace tránsito por Centroamérica, que es el corredor de la droga suramericana destinada a Estados Unidos, vía México. Al tiempo, las siembras de coca se mantienen con el ingreso de insumos para el procesamiento de cocaína con apoyo de la fuerza pública para el transporte de cocaína. Una de las consecuencias menos nombradas cuando se explora el fenómeno del narcotráfico es la participación mafiosa del Estado.
Como si todo lo anterior fuera poco, la compra del periódico El Tiempo por parte del empresario Luis Carlos Sarmiento, no es un negocio más para este empresario. Consiste, ni más ni menos, en un paso hacia la consolidación de su emporio económico por la vía del control de un tipo de empresa que no siempre se dedica a informar sino a controlar las estructuras mentales. El poder, el modelo capitalista está a la luz de todos: si antes las empresas ponían su pauta publicitaria en los medios, ahora son o pretenden ser las dueñas de esos medios. Y ese control es importante no por el rendimiento económico sino por la capacidad de imponer la forma en que es enunciada la realidad. En otras palabras, los medios tienen el poder de enunciar.
El estado colombiano es responsable, a través de fuerzas de seguridad, narcotraficantes, banqueros, medios de comunicación, grupos paramilitares, de la muerte, de mantener la pobre gente en la drogadicción, desaparición y secuestro de miles de personas. También de- mantener a casi el 50% de la población en la pobreza. De hecho, Colombia es actualmente el país más desigual de América del Sur.
Esta unidad nacional con su tradición de masacrar al pueblo con su guerra de Estado de diversas formas a lo largo de diferentes décadas, es justamente lo que nos ha llevado a alzarnos en armas.
Siempre tenemos vocación de paz y eso se va logrando en la medida en que esa unidad nacional escuche a los empobrecidos, a los que han sufrido en carne propia esa desigualdad y sobre todo ajustar las formas en que habitamos el territorio, las formas en que consumimos los recursos del planeta en el día a día, las formas de concebir el desarrollo y para el buen vivir.
¡COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES!
¡NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE!
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN
¡POR UN NUEVO GOBIERNO DE NACIÓN PAZ Y EQUIDAD!
Dirección Frente de Guerra Central - FGC
Montañas del Oriente Antioqueño, del Eje Cafetero y el Tolima
Mayo de 2012