AL PUEBLO DE MÉXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS
HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!
En recientes escritos hemos insistido en la responsabilidad que Felipe Calderón tiene en la continuidad de la imposición de un Estado policiaco militar en México, que acciona mediante el terrorismo en la guerra contrainsurgente que desarrolla enmascarada con su “guerra contra el narcotráfico”, guerra dirigida en la realidad en contra de luchadores sociales que enarbolan las demandas más sentidas del pueblo, organizaciones populares, de trabajadores, de maestros, de estudiantes, defensores de los derechos humanos y en contra del propio pueblo.
Un Estado policiaco militar amparado en la mayor impunidad que actualmente le proporcionan en cierta medida, las leyes reformadas que han legalizado –que no legitimado- su accionar, por un lado, y por el otro, el incumplimiento de las leyes existentes, burlando su propio Estado de derecho que debieran cumplir.
Hemos mencionado también que en el último tramo de Felipe Calderón en la presidencia, la violencia desde el Estado se agudizaría. Una de las razones por las cuales sucede este fenómeno es el reacomodo de las fuerzas políticas ya que han pactado entre las cúpulas del PRI y el PAN la alternancia para aparentar la existencia de democracia; falta que el pueblo lo permita.
Inherente al reacomodo de las fuerzas políticas está también el reacomodo de los grupos delincuenciales amparados y favorecidos desde el poder y como consecuencia lógica la violencia exacerbada que no respeta edad, sexo o pertenencia social sabedores de la impunidad proporcionada por el Estado, mientras, el Estado generador de esta violencia de manera paralela opera con sus grupos paramilitares utilizando tácticas aprendidas en la Escuela de las Américas, que años atrás utilizaron los kaibiles en Guatemala y que hoy generalizan con resultados atroces como el de las 45 personas asesinadas y desmembradas en Cadereyta, Nuevo León.
Tres son los objetivos que el gobierno de Felipe Calderón persigue con esta política: el primero, aterrorizar a la población en un intento fallido, hasta ahora, de paralizar las movilizaciones que día con día crecen y se multiplican a pesar del miedo; el segundo, descabezar literalmente las organizaciones populares que no se han doblegado y tercero, asegurar su futuro como eficaz lacayo del poder yanqui, igualito que Ernesto Zedillo; además, desde luego, el fortalecimiento de las políticas económicas neoliberales impuestas desde 1982.
Y no se trata de que Felipe Calderón ordene personalmente cada uno de los crímenes en contra del pueblo, sus organizaciones y defensores sociales, es primitivo pensar así. Aquí de lo que se trata es que él ha impulsado y dado continuidad al Estado policiaco militar cuyos resultados estamos viendo y viviendo.
Así es como continúan, en Cd. Juárez, la criminalización y judicialización de los defensores de los Derechos Humanos como lo están haciendo al aprehender y encarcelar por un presunto asalto al activista José Luis Castillo Carreón, padre de Esmeralda Castillo Rincón, joven desaparecida desde 2009; continúan los secuestros como el del joven Alan Cerón Moreno, cuyos padres se encadenaron en Cuernavaca, en un acto desesperado porque no son escuchados por las autoridades de Morelos; continúan los levantones como el de Cesar Mateos Benítez, vocero de la APPO, el cual resultó fallido, en Oaxaca; continúan hostigando a la familia de Marisela Reyes Salazar, activista asesinada; continúan la injusticia, las aprehensiones, encarcelamiento y existencia de presos políticos como es el caso de Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López, ambos chiapanecos, prisioneros en Sinaloa, de Bettina Cruz ya en libertad en Salina Cruz, Oaxaca, José Luis Solorio Alcalá, obrero detenido, Francisco Hernández Ochoa y tantos más que no terminaríamos; continúan con el espionaje, desde la Secretaría de Gobernación y el Cisen, de los luchadores sociales como en esta ocasión los integrantes del MPJD; continúan las desapariciones como las de Marcial y Eva, en Petatlán y Coyuca de Catalán, Guerrrero; continúa la impune y creciente actividad de los grupos paramilitares como en Bachajón, Chiapas; continúan los asesinatos contra periodistas como en Veracruz, el acoso como en el caso de Carmen Aristegui, que empiezan con descalificaciones, presiones y sutiles intimidaciones para terminar ¿cómo?; continúan las agresiones hacia los jóvenes estudiantes con el rechazo de las instituciones escolares y con la agresión directa como en el caso de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero con dos jóvenes asesinados como saldo, y Morelia, Michoacán, en donde más de cien estudiantes de diferentes Casas del Estudiante fueron torturados y encarcelados además de intentar relacionarlos con nuestro partido para justificar la agresión de la que fueron víctimas; continúa el acoso a defensores de los derechos humanos como Cristina Auerbach, abogada de los familiares de las víctimas de Pasta de Conchos y el padre Alejandro Solalinde, protector y defensor de migrantes centroamericanos que se vio obligado a salir del país para preservar su vida, el acoso hacia Francisco Toledo, pintor oaxaqueño, promotor y defensor de las culturas originarias en todas sus manifestaciones y del medio ambiente.
Y es sólo la mención de unos cuantos casos sin abordar las muertes, asesinatos, levantones, secuestros, detenciones, encarcelamiento y desapariciones relacionadas supuestamente con el crimen organizado y en particular con el narcotráfico, criminalizando de esa manera la pobreza y la miseria en la que se encuentran millones de mexicanos, al intentar hacer creer que las más de 60 mil muertes y las miles de desapariciones forzadas son resultado, efectivamente de la descomposición social, cuando en realidad la descomposición y corrupción campea entre los funcionarios públicos de alto nivel sobre todo y políticos de oficio que se han dedicado a enriquecerse a costa del erario público, es decir a las costillas del pueblo mexicano que paga sus impuestos empezando por el IVA.
En México no hay un Estado fallido como se intenta hacer creer para justificar la imposición total del Estado policiaco militar por ser éste un Estado fascista en donde no existe libertad de reunión ni libertad de expresión pero hay valientes que se atreven a decir las verdades como en el caso de la visita que realizó Enrique Peña Nieto a la Ibero; lo que está fallida es su estrategia de Defensa y Desarrollo Interno (DDI), impuesta por Estados Unidos porque a pesar de la ignorancia en que han sumido a una parte del pueblo mexicano, a pesar de la enajenación de que es objeto, la preservación de la vida y de la especie es instintiva y de ésta a la autodefensa basta con organizarse política y militarmente, que es a lo que más temen los Estados del mundo.
La movilización, unificación y organización de la voluntad de combatir del pueblo mexicano está en marcha, son miles y miles los mexicanos que lo hacemos día a día utilizando diferentes formas, métodos, tácticas y hasta estrategias y es a lo que le teme el Estado mexicano.
El 18 se mayo es una fecha por demás simbólica para nuestro partido porque conmemoramos la oficialización de nuestro ejército revolucionario conocido como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), ejército que significa la existencia de un pueblo organizado y dispuesto al combate por defender su vida, su tierra, sus derechos y los de la futuras generaciones que son sus hijos y los hijos de sus hijos; ejército del pueblo alimentado y protegido por el pueblo porque no existe diferencia, el pueblo es el ejército y el ejército es el pueblo armado con su voluntad de organizarse, movilizarse unificarse y combatir contra el sistema capitalista y sus políticas que lo oprimen y arrebatan su libertad y derechos.
Amamos la paz, y porque amamos la paz no dejaremos de prepararnos para la guerra que nos viene imponiendo el Estado Mexicano, para que llegue el día en que no exista en nuestra Patria una sola familia en la miseria, un solo niño sin pan, ni zapatos, ni escuela; para que no exista, una sola mujer ni un solo hombre sin trabajo, sin hogar ni sal.
Compañeras, compañeros, camaradas, reciban un abrazo fraterno y revolucionario, pues ha pasado un año más en que formalizamos nuestro ejército y seguimos en pie de lucha.
¡Último momento! ¿Ese es el pago que recibirá el general Tomás Ángeles Dauahare por los servicios prestados a los gobiernos a los que sirvió y por encubrir al general Oropeza Garnica, responsable de la desaparición de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez?
¡A EXIGIR LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAÍS!
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CRIMINALES DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!
¡EL EPR TRIUNFARA!
COMISIÓN DE PRENSA Y PROPAGANDA DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO-EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
(PDPR-EPR)