Los gobiernos colombianos, no tienen voluntad política de cambio en favor de los pobladores de bajos recursos que somos la mayoría, ahora con el actual discurso de agradecer a Bush y Uribe por sus grandiosas gestiones para la aprobación del TLC, opinión que puede abrir paso a la llegada nuevamente a ese dúo imperial de guerra, con el posible accionar de los continuadores de la guerra, pero los actuales con cambio de lenguaje se denominan Demócratas, Obama y Santos, quienes son premio Nobel de la paz y el de la llave de la paz, respectivamente. Veamos:
Los Estados Unidos vienen operando en 75 países, 60 más que al final de la administración de George W. Bush. El Coronel Tim Nye, portavoz del U.S. Special Operations Command, declaró que el número llegaría a 120. Estas cifras indicarían que el Presidente Barack Obama intensifico las shadow wars en cerca del 60% de las naciones del mundo. Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos, el de las masivas ejecuciones extrajudiciales; en lo que ha transcurrido de su gobierno, existen cerca de 4.000 miembros de las fuerzas de seguridad investigados por el asesinato de más de 3.000 personas.
El Pentágono enviará a nuestro país, jefes de brigada con experiencia en Irak y Afganistán. Mantienen dos constantes estratégicas: la concepción de la guerra perpetúa como variable principal y como variable directamente vinculada a ésta y, la guerra por los recursos ambientales no renovables. Además, Incentivan más y más el consumo que, a su vez, requiere más y más producción que acaba estresando todavía más todos los ecosistemas y el planeta. Lo que nadie puede negar es que los narcos NO estén siendo derrotados por el gobierno; más bien es lo contrario, el narcotráfico es cada vez más grande en el plano nacional e internacional. EE.UU. es el principal consumidor de droga en el mundo y, al mismo tiempo, casi el único vendedor de armas a todos los bandos: por ejemplo, al ejército del gobierno mexicano y a los narcotraficantes. Si en la bolsa comercial los EE.UU. compran la droga en cantidades multimillonarias se recuperan vendiendo armas en grandes cantidades para igualar la balanza comercial. La CIA y otras instancias del gobierno han sido sorprendidas enviando droga a Estados Unidos; la DEA fue sorprendida lavando dinero para los cárteles de Colombia.
Con el gobierno de Juan Manuel Santos sigue la explotación y la represión para quienes no compartan sus políticas esclavizadoras. Maneja los recursos a su antojo, mientras la respuesta a la problemática social que nutre el conflicto ha sido la de la guerra. Por un lado su énfasis militar se expresa en los casi 23 billones de pesos propuestos en el Plan Nacional de Desarrollo para sostener los desproporcionales gastos de las operaciones militares y la propaganda militarista a pesar de la inviabilidad fiscal y social que representa la guerra. Nuevos batallones se dedicarán supuestamente a identificar y proteger los puntos más vulnerables. Dentro del plan de recursos extraordinarios compraran 12 helicópteros UH-60 Black Hawk con el fin de incrementar la capacidad y movilidad no solo para la División; sino para todo el ejército y las nuevas siete fuerzas de tarea conjunta que fueron creadas.
Al finalizar 2011 alcanzamos la cifra de 283.773 militares y 163.635 policías, para un total de 447.408 efectivos, cifra que equivale al 1 por ciento de la población. La plata para esos gastos suntuosos ya está; Sin embargo, se reforzará con la reforma tributaria que seguirá haciendo llorar a los pobres, fiel a los intereses de la clase en el poder. Ellos no van a dejar sus utilidades para el beneficio de los pobres, su ambición capitalista no les permite fijarse en los atropellos y la violencia que causan. Se roban los recursos de salud, de educación, en fin del presupuesto que recolectan del pago de los diferentes impuestos. Y, como si lo anterior fuera poco se le ha anunciado al país por parte del Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry una nueva reforma tributaria y al que se les oponga lo asesinan, lo sacan del camino para que sólo se vea sus propuestas embellecidas por los medios de información que son de los mismos con las mismas; concentración de poder, en un país donde los medios de comunicación se cuentan con los dedos de la mano.
El grupo más poderoso del país, Sarmiento, con intereses en todos los sectores de la vida económica nacional, controla más del 30 por ciento de la banca, tiene empresas en el sector energético y gasífero, en la minería y en la industria, en el sector financiero y en el inmobiliario, en el de la infraestructura, en el hotelero y en el agroindustrial. Prácticamente no hay un sector en que el Grupo Sarmiento no tenga un interés económico, y su poder es tan grande que supera al que llegó a tener en su momento el Grupo Santo Domingo. Sarmiento compro El Tiempo porque quería "preservar la supervivencia de un patrimonio nacional", de la misma forma que el Grupo Santo Domingo compró El Espectador porque no quería que ese diario desapareciera. Ese fue el mismo grupo que por muchos años hizo el lobby más grande en el Congreso para impedir que se estableciera un impuesto a la cerveza. ¿Qué periodismo investigativo imparcial podrá hacerse en el tema de la minería que no toque los intereses del Grupo Sarmiento, que es el mayor productor de oro de Colombia? Cuando el gobierno presente la reforma de las pensiones, ¿cómo informara objetivamente el diario? si el Grupo es el dueño de uno de los fondos Pensionales más importantes.
Siendo el sector de la banca el más regulado por el Estado, ¿cómo van a escribirse y analizarse esas informaciones? Como el dicho popular, los medios enredan al duende. Todo quedó consensuado en la “unidad nacional” con la violencia política y social, con sus componendas y corrupción. Todas las Leyes mediáticas; del primer empleo, antitrámites, de restitución de tierras, tributaria, entre otras y se quiere ahora cubrir con el fuero militar lleno de prerrogativas que prohijarán la impunidad, porque para nadie es un secreto la infiltración del narcotráfico y de las organizaciones paramilitares o bandas criminales en la Fuerza Pública: Determina que los miembros de la Fuerza Pública deben cumplir las medidas de detención en centros especiales de reclusión. El proyecto pretende crear un régimen especial de reclusión. En plena crisis carcelaria, resulta algo extravagante establecer un régimen especial para militares y policías convictos. Contrasta el estado de salud de los uniformados del estado con los presos políticos en poder del estado que en las cárceles hacinadas sufren todo tipo de problemas, que incluyen torturas, tortura de negación de asistencia médica que ha conllevado muertes, amenazas y vulneración de su integridad y del DIH al situarlos en pabellones con paramilitares, lo que los expone a un riesgo adicional de muerte.
Nada dice el gobierno de las miserables condiciones en que se encuentran los presos políticos en las cárceles. No autorizó una comisión para visitar nueve mil presos políticos. La mayoría son acusados o juzgados arbitrariamente de rebelión dentro de la criminalización de la protesta social y política. El gobierno pretende desconocer su existencia. Los militares bajo el mando de Santos continúan secuestrando jóvenes y asesinándolos para presentarlos como guerrilleros dados de baja en combate. Porque los paramilitares siguen masacrando y amenazando. Hay registros de más de 60 mil desaparecidos.
En nuestra región, la situación no es diferente, la Operación Orión para mencionar un solo ejemplo, el general Montoya se desempeñaba como comandante de la IV Brigada del Ejército, con sede en Medellín, y el general Gallego era el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. Así por toda la región. La gran mayoría de operaciones en Urabá fueron conjuntas. La región con más reclamantes asesinados es precisamente Antioquia. Proyecto hegemónico en cabeza de la oligarquía, que se la pasa blandiendo la espada de la prosperidad económica, que no es más que la prosperidad de los ricos, la prosperidad de la mal llamada Unidad Nacional.
Hoy día esa unidad nacional está mostrando su fuerza, con atentados como el efectuado al exministro, Fernando Londoño, amenazando con un golpe de estado y mostrando las puertas de una propuesta de gobierno guerrerista.
El ELN, continua con la propuesta de una solución política al conflicto social y armado en nuestro país, donde busquemos la paz que proponen los indígenas, los afros, los mulatos, los campesinos, las mujeres, los jóvenes, en fin; todas las victimas afectadas por el estado narco paramilitar y terrorista.
Sombra de las guerras
¡COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES!
¡NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE!
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN
¡POR UN NUEVO GOBIERNO DE NACIÓN PAZ Y EQUIDAD!
Dirección Frente de Guerra Central - FGC
Montañas del Oriente Antioqueño, del Eje Cafetero y el Tolima
Junio de 2012