Ahí le va nuestro comunicado, agradeciendo su solidaridad. Al mismo tiempo le comunicamos que es importante pueda darnos un espacio, dado los problemas que tenemos con alguno grupos seudorevolucionarios, que ayer quisieron desprestigiar al proyecto original del EPR y aparecieron con membretes y que hoy se transforman en otros reducidos grupos, apareciendo en nuestro vecino estado de Morelos.
Para que usted no sea sorprendido le enviamos nuestro escrito. Gracias.
Al pueblo de México:
Compañeras y compañeros:
Guerrero es el segundo estado más pobre del país. Entre Guerrero y Veracruz se disputan siempre el primer lugar en cuanto al municipio más miserable del país: Metlatónoc o Tehuipango, respectivamente. Léase con atención: el municipio más pobre del país está en Guerrero o en Veracruz.
Esta tangible realidad se ve reflejada en un sinnúmero de casos, los cuales en su mayoría no tienen cabida en los informes oficiales o espacios noticiosos de los principales medios de comunicación; ya sea porque no son respaldados por importantes grupos, organizaciones o partidos políticos o simplemente porque tales sucesos se vuelven una cotidianidad a la cual el pueblo quieren se acostumbre; al fin que no es el Distrito Federal donde sí va a tener repercusión el robo de un monedero o el “simple” desalojo de un vendedor ambulante.
Como nosotros y muchas organizaciones con verdadero sentido social no nos acostumbramos a estos fenómenos, queremos enumerar por consiguiente algunos casos que a fin de cuentas son solo una “pizca” de lo que a diario sucede en el estado de Guerrero.
El 12 de mayo de este año, la señora Porfiria Vázquez, de 30 años, originaria de Metlatónoc, murió en Sinaloa, una parte del Norte chiquito, al que acuden en busca de trabajo muchos guerrerenses. En los grandes campos agrícolas de ese estado se le paga 55 pesos a un jornalero por trabajar de las 7 de la mañana a las 4 de la tarde. Un jornalero que trabaje dos semanas en Sinaloa y regrese a Guerrero gastará todo su salario en el pasaje de regreso. Doña Porfiria trabajó un mes, luego empezó con “calentura y no se [le] quitó, le dolía su cabeza, se le cerró el pescuezo y no le pasaba comida”. “Ya no comía, después quedó bien flaquita”. “Decían que estaba embarazada, pero no”. Finalmente, “la operaron y le sacaron una bola”. “En Culiacán le sacaron una bolita, después enfermó de dolor de cabeza y con eso murió”.
Son esos los campos agrícolas a los que se refiere el señor Vicente Fox cuando habla de un “5% de crecimiento en el campo”. Se trata del progreso económico de unos cuantos a costa de los más pobres. Los head hunters rurales, los enganchadores, basan su negocio de “contratación” en la promesa a los jornaleros de que en el norte del país tendrán trabajo permanente, salario digno, transporte de ida y vuelta, seguro social, etcétera. Cuando los jornaleros llegan al norte nada de eso es cierto.
Lo anterior sin considerar la emigración a Estados Unidos; pero baste decir que, por lo menos hasta junio del 2003, “de los 2 mil 350 municipios [del país], solamente 93 municipios, equivalente al 3.8% del total, no tienen ningún contacto con la migración hacia Estados Unidos”. Es decir, el 96.2% de los municipios del país padecen el problema de la emigración de trabajadores hacia Estados Unidos.
No por nada Guerrero ocupa siempre en las estadísticas del INEGI o el último o el penúltimo lugar en desarrollo económico del país. Cuando en julio del año pasado el periodista Hugo Pacheco León cuestionó al secretario de Desarrollo Económico de Guerrero, Juan Salgado Tenorio, acerca de lo anterior, éste sólo dijo: “lo que nosotros siempre hemos expresado efectivamente [es] que Guerrero está en último lugar en términos de su desarrollo económico en cuanto a indicadores se refiere, esto desde luego que todo el mundo lo sabe, en estadísticas así se señala”.
Luego de que Salgado Tenorio planteó la necesidad de las “maquiladoras” para Guerrero, y luego de que Pacheco León le hizo ver el fracaso de ese tipo de “empresas” en el norte del país, el señor Salgado respondió: “No, desde luego que no es la solución, pero de no tener nada a tener 20 que antes no teníamos nada, ahí están las oportunidades de empleo. En el norte del país (se fracasó) por el incremento del salario de la mano de obra, por eso muchas maquiladoras se están viniendo al sur, a Guerrero a Oaxaca a Chiapas a Michoacán”. O sea que para que una maquiladora tenga “éxito” se precisa, una vez más, que los salarios sean bajos y se mantengan en ese nivel. Al hecho de que unos cuantos empresarios se hagan ricos a costa de salarios indignos para los más pobres le llaman el señor Fox y sus corifeos “crecimiento económico sostenido”.
Pero, aunque México sea la “novena potencia económica del mundo”, en Guerrero la gente se muere por la picadura de alacrán. En Guerrero se amputan miembros inferiores y superiores sin anestesia.
En Guerrero adquiere sentido concreto toda la crudeza de la canción Las casas de cartón de Alí Primera: la noche del lunes 11 de agosto de 2003, en Buenavista de Cuéllar, “dos hermanos del niño Pedro Uribe Gómez jugaban con un encendedor afuera de su casa”. De súbito, por accidente, “los niños prendieron fuego a la casa de cartón y en cuestión de segundos ésta se incendió totalmente”. El señor Pedro Uribe Arizmendi, padre de los niños, “retiró a sus dos niños pero en el interior de la casa estaba dormido su hijo de ocho años, por quien ya nada pudo hacer”.
A los ancianos guerrerenses no les va mejor. El señor Gilberto Rebolledo Fierro, de 81 años de edad, de El Ticuí, en Atoyac, se suicidó por “problemas de depresión”.
En Guerrero el que los ancianos se mueran “por problemas de depresión” pasa simplemente inadvertido. Las autoridades de Guerrero dijeron que el señor Gilberto estaba “delicado de salud y casi no comía”, nada más.
En el poblado de Agua Fría, Atoyac es más común morirse a balazos que por muerte natural; desde 1995 a la fecha han sido asesinados más de 40 de sus habitantes. Destacan los casos más recientes: Pascual Mesino Cruz, Oscar Nazario Lezma y Tránsito Mesino Lezma; asesinados a sangre fría y mansalva dejando viudas e hijos en el abandono, su pecado, militar en una organización independiente, una de las más hostigadas y reprimidas en la historia reciente del estado.
Se les intenta cooptar, intimidar, sembrar el terror; como no se doblegan, se les asesina, se intenta por todos los medios desmembrar su tejido social y organizacional construido a través de décadas de esfuerzos organizativos los cuales tienen su raíz desde las luchas históricas surgidas a principios de 1970. Pero, ¡Ho! Ironías de la vida; hoy tienen que sufrir los embates de grupos pseudo revolucionarios que dicen luchar para construir el poder popular, que dicen aplicar la horizontalidad en sus formas de organización interna, que critican la supuesta falta de democracia pero que ellos a su vez no la practican; esos que desean que la crítica de la razón no tenga que estar acompañada siempre por la crítica de las armas. Su práctica política y accionar militar se asemeja cada vez mas a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). No entienden que para que el pueblo los acepte deben construir efectivamente como lo pregonan.
En Guerrero uno puede estar enfermo y no saber jamás de qué. La enfermedad se la puede uno achacar al nahual o al “mal de ojo”, pero también la duda uno se la puede llevar a la tumba. La pobreza siempre irá más allá de las asquerosas disertaciones econométricas de Santiago Levy, Carlos Abascal, Josefina Vázquez Mota, Francisco Gil Díaz, Guillermo Ortiz Martínez, Vicente Fox y compañía.
No obstante, la lucha que hace el pueblo de Guerrero junto con otros muchos compañeros solidarios y revolucionarios de otros estados del país no ha cesado. De esa misma lucha han surgido las FARP. Hoy no hay mejor lucha que la que se hace desde abajo, y al margen de los partidos políticos y del gobierno; mientras más lejos de ellos, mejor.
En las elecciones federales de 2003, en la comunidad de Garrapatas, del municipio de Acapulco, el pueblo mando muy lejos al gobierno y a los partidos políticos y levantó un acta electoral en los siguientes términos:
“Garrapatas, municipio de Acapulco, Guerrero a 6/07/03. Siendo las 13 horas se levanta el presente documento referente a la casilla del IFE que se clausuró a las 13 horas con un total de cero voto por las siguientes razones: porque la voz del pueblo de Garrapata ningún candidato la ha tomado en cuenta. No tenemos agua potable, no tenemos comisaría, hemos exigido la rastrilladora para las carreteras, han pasado 3 largos años y no ha habido resultado alguno”.
Es claro que este fue el acontecimiento electoral más importante de todo el país, pero como Guerrero es el patito feo de la resistencia popular, fue ignorado por casi toda la prensa nacional. Uno que otro periódico objetivo y ético publicó el acontecimiento.
Entonces el gobierno estatal corrió como venado para intentar satisfacer las demandas de Garrapatas.
Mientras en el Distrito Federal la “sociedad civil” fue movilizada por la derecha (civil, empresarial, política, paramilitar y militar) para demandarles a los tres niveles de gobierno “más y mejor seguridad”, en Guerrero la Policía Comunitaria ha puesto en jaque, con la inobjetable disminución de la inseguridad pública local, a todas las mafias policíacas del estado. La Policía Comunitaria ha sido mil veces más eficaz que todas las policías y todos los ministerios públicos del estado. La labor de educación, de concientización, que lleva al cabo la Policía Comunitaria entre quienes han cometido alguna falta en las comunidades donde ella opera, ha probado ser más eficiente que cualquier pena física que pueda prescribir cualquier ley de derecha.
Dado que al gobierno y a los partidos políticos el país (su administración) se les está desmoronando entre las manos, es inevitable que tarde o temprano se tenga que prescindir de ellos como gobernantes: no como personas, pero sí como gobernantes. Quizás en el futuro puedan “gobernar” dentro de sus palacios municipales, estatales y federales, pero afuera lo harán cada vez menos, porque el pueblo está empezando a entender y a ver en los hechos que lo mejor es el autogobierno. En fin, algo nuevo tiene que construirse, y tiene que serlo desde abajo, porque todo lo que se construya desde arriba ya no podrá ser muy duradero. Y justamente eso es lo que en Guerrero, como en otros muchos lugares del país y del mundo, está empezando a suceder. Y es obvio que cualquier medida fascista, como la Ley Dimayuga, que se anteponga a esa realidad no tendrá éxito alguno. Por el contrario, si el gobierno se aferra a pensar que ese tipo de medidas represivas son una solución, sólo estará estrechando los cauces políticos del pueblo de Guerrero. A menos, claro, que a eso le apueste: a que ellos tienen mucho dinero y un ejército profesional que ha probado hasta ahora ser supuestamente eficiente en el exterminio de los opositores.
A pesar de todos los artilugios jurídicos y la compra de conciencias y voluntades de algunos campesinos de La Parota, la mayoría de los ejidatarios se han mantenido firmes en contra de la construcción de la presa que los desalojará de su tierra, de su principal medio de subsistencia. Sin embargo, el Estado sigue empecinado en emitir un fallo a favor de la construcción desconociendo estudios realizados en donde queda establecido que dicho lugar es el origen de movimientos telúricos por lo que construirla convierte a la región en una zona de alto riesgo e inseguridad inclusive para la ciudad de Acapulco.
Lo mismo pasa con la lucha que los indígenas de la Montaña han emprendido para denunciar la esterilización forzada de la que eran objeto por parte de los servicios médicos del estado. A los indígenas de Guerrero se les trata como conejillos de indias, sin valor alguno y todavía tienen el descaro las autoridades de inconformarse con resoluciones de organismos de derechos humanos argumentando que se le da uso electoral al asunto y que hacen todas las recomendaciones del mundo en tan sólo tres días de visita; como si el dolor humano de nuestros hermanos indígenas tuviera que atenerse a los tiempos específicos que ellos consideran no electorales; a sabiendas de que el sistema político que han creado los partidos políticos con sus reformas de supuesta democratización ha creado un círculo vicioso en donde se está en permanente campaña política; o bien están en precampaña ( y eso es a veces hasta dos años antes), en campaña, en jornadas de defensa del voto, etc.
A los indígenas ahora se les pretende esterilizar de manera forzada su conciencia amenazándolos con quitarles programas que palian la pobreza como el Oportunidades si no declaraban en Asamblea que no fueron sometidos a esterilización forzada.
Estos son algunos ejemplos de la realidad estatal y es que Guerrero es uno de los estados en donde más sufre su pueblo, Guerrero es uno de los estados en donde existe una variedad de grupos guerrilleros, Guerrero es uno de los estados en donde la lucha revolucionaria hará justicia.
¡Por la revolución socialista y la liberación nacional!
¡La lucha popular revolucionaria¡
¡Patria libre!
¡Y socialista!
¡Honor y gloria a los mártires de Madera!