Y se proponen otros tantos con el inicio de la campaña para el 2014, donde se pelean la reelección inmediata el uno, o la indefinida el otro, cabecillas principales o en su defecto calientan otros de la unidad nacional, entre ellos el MINISTRO ESTRELLA, ”casitas gratis” de cambio Radical, o el plan B en caso de que no se pueda modificar la Constitución para la reelección indefinida. Es más de lo mismo, sino logramos la unidad desde los excluidos. El discurso del 20 de julio, del jugador de Póker, es un discurso de campaña presidencial de buscar la reelección con lo que ha hecho con los dineros de los colombianos, que es su obligación. 10 años de inversión en propaganda, de no ejecutar, de apariencias, de concejos comunitarios ahora llamados concejos de la prosperidad o VUELTA A COLOMBIA, de mentiras, diciendo que las cosas están bien, pero la calidad de la educación es grave, atraso científico técnico, el TLC perjudicial, 10 años en peleas con los indígenas y con los pobres en general, la salud en crisis, agenda legislativa contraria a los intereses populares, de seguridad democrática ahora llamada consolidación democrática “combinación de todas las formas de lucha”. Esa clase narcoparamilitar con su agenda legislativa quiere reforma tributaria, reforma pensional, reforma judicial, reforma penitenciaria, reforma constitucional, fuero militar, ampliar tiempo presidencial, código minero, continuar con el botín.
Decimos que es más de lo mismo, porque no hay cambio, continuan los mismos candidatos del partido de la U, así le llamen puro Centro democrático, la misma derecha, la misma corrupción, porque es continuar con la mafia en el poder, continuar con los negocios de la coca, donde todo vale, los cultos, los medios, fiestas de2000 millones de pesos. Hay diferencias interburguesas, pero son sus mismos intereses de clase, al que pongan a gobernar por su inmunidad, la impunidad y potenciar sus riquezas. Siempre han tenido sus pretensiones de que los paramilitares sean actores políticos, es la búsqueda de legalización del paramilitarismo, las conexiones del narcotráfico con las autoridades colombianas, los congresistas, los ministros con el visto bueno del Gobierno, simplemente impulsan iniciativas para su propio beneficio, la impunidad a los 1.500 procesados por parapolítica, corrupción o tráfico de influencias. Mantener el poder, así se vuelvan voltearepas de un partido a otro. Ocultan la crisis económica que sufre el mundo y de la cual Colombia no se salva, que chapalea con la extracción y los dineros ilícitos. Son la opción de derecha, configuran un proyecto político, una bandera política.
Bueno es recordar que el general Rito Alejo fue el gran homenajeado en un encuentro parecido al del Nogal, en 2001 cuando los discursos encendidos corrieron por cuenta de Fernando Londoño y del entonces candidato a la presidencia. Lo cual prueba que esta derecha viene pisando duro desde entonces y que siempre se reedita en este tipo de homenajes, así los homenajeados sean delincuentes.
En el narcotráfico encontramos: Las Fuerzas Armadas: generales, almirantes. Los pilotos del avión que una vez llenaron de cocaína las narices del mismísimo avión presidencial, y los marinos que otra vez hicieron lo mismo con la barriga del buque Gloria, de la Armada Nacional, y los oficiales del Ejército que hace tres días llevaban rumbo a Urabá un camión cargado. Pero no se trata solamente de los militares. Presidentes de la Republica. Docenas de políticos están presos por sus alianzas con los narcoparamilitares. Son esas mismas familias tradicionales las que históricamente han propuesto un modelo de sociedad y de Nación. La droga manda en todo. Cosa natural, considerando que lleva 40 años siendo la columna vertebral del comercio exterior de Colombia, por encima de todo lo demás. En generación de divisas ni siquiera las remesas de los millones de colombianos del exilio económico llegan a superarla.
Se dan a conocer medias verdades y a plazos, por eso todos los días aparecen nuevos procesados por narcoparamilitarismo, tales como German Vargas Lleras, la senadora Dilian Francisca Toro, del partido de la U. En el listado, además de Santoyo y el general (r) César Augusto Pinzón, también salió a relucir el nombre del actual comandante de la Policía de Bogotá, general Luis Eduardo Martínez. El representante a la Cámara por el Chocó, Carlos Alberto Escobar Córdoba por sus presuntos vínculos con grupos paramilitares. Imponen medida de aseguramiento para ex senador Juan Carlos Martínez. Capturado congresista Carlos Alberto Escobar por parapolítica. A Visbal se le acusa de que cuando era presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan) y en ejercicio de sus labores como Consejero de Paz, apoyó con financiación a los paramilitares, aunque está en libertad. Hace pocas semanas causó noticia la muerte de un capitán activo del Ejército que perdió la vida al volcar su carro. En el vehículo se encontró un arsenal de granadas y fusiles. Por eso los dichos populares nos enseñan mucho, que el que anda entre la miel algo se le pega. Dime con quién andas y te diré quién eres.
Pero los que sufren son los presos políticos, porque lo que son soldados, paramilitares, parapolíticos y corruptos son presos de esa clase, privilegiados y que reciben un trato envidiable para la mayoría de los colombianos de a pie. Los presos que no pertenecen a esa élite, sufren de hacinamiento, de restricciones al acceso al agua, de condiciones insalubres, de falta de atención médica, maltratos de los guardias, de maltratos a sus visitas, de castigos colectivos, de tortura y trato degradante, y del aislamiento. Esto lo sufren todos los presos, pero particularmente los presos políticos, con quienes el INPEC se ensaña y quienes sufren particularmente de ciertos tipos de malos tratos. 2200 militares se están declarando culpables, están aceptando cargos por los falsos positivos para beneficiarse de la excarcelación en el Marco Jurídico para la Paz y así salir libres. No se trata de uno o dos oficiales corruptos, sino de una política estatal.
Si un compañero nuestro, comandante de un frente guerrillero es capturado, se le responsabiliza de absolutamente todas las acciones cometidas por miembros de ese frente. Pero esa misma teoría no se aplica al Ejército, porque de ser así, Juan Manuel Santos, por cadena de mando, estaría preso por los falsos positivos ocurridos durante el tiempo en que estuvo a la cabeza del Ministerio de Defensa. Todos los mandos del ejército, si se les aplicara esta teoría, deberían estar tras las rejas.
Entonces, se dice que no hay presos políticos en Colombia, pero sí hay un tipo de presos que son claramente discriminados y lo son por razones políticas.
El país más desigual de américa latina, 40 millones de hectáreas en manos de los ganaderos, esa es la prosperidad democrática. Ahora con un nuevo decreto, el Gobierno permitió que los funcionarios que se ganen más de 9 millones de pesos mensualmente, puedan gastarse 556 mil pesos de viáticos diarios. El secretario del Congreso se gana 30 millones mensuales. 4.785 víctimas sindicalizadas, objeto de violaciones de derechos humanos entre 1984 y 2010 –de las cuales 3.000 fueron en la modalidad de homicidios. 49 defensores de los derechos humanos fueron asesinados en 2011 en Colombia, mientras que en lo que va de año ya son 16, la mayoría, vinculados a la reivindicación de restitución de tierras. Paralizados 45 hospitales del país. Mientras se crean ocho nuevos batallones con 5.000 hombres, y Ecopetrol va a encargarse de adecuar toda la logística para que esa fuerza tenga condiciones de vida digna.
La alternativa es entonces una propuesta desde los pobres, que rompa esa institucionalidad, un nuevo rumbo de verdad, reforma agraria, paz, equidad y justicia social.
En nuestro territorio donde opera el Frente de guerra Central encontramos similitud. El modelo de producción imperante, dada su lógica del lucro y la voracidad del capital. Poderes empresariales transnacionales, quienes, no hacen más que disimular su ambición, y revestirla con un manto de responsabilidad y ambientalismo. El discurso y las prácticas neoliberales han tocado nuestras raíces, a un punto tal, que los crímenes más aberrantes contra lo público: La soberanía, el territorio, los recursos estatales, los derechos fundamentales y colectivos, nuestro subsuelo, etc. De ahí, que en este momento gran parte del territorio, este siendo entregado en concesión minera para minería de cielo abierto, que se acabe con numerosas hectáreas de biodiversidad para construir mega proyectos que sólo favorecen al capital extranjero, y que todo lo que conocíamos como derechos públicos, se conviertan en servicios privados que hay que pagar a un alto costo. Es la implementación de las políticas nacionales con la imposición de las locomotoras para entregar nuestras riquezas a las transnacionales con la megamineria en Cajamarca, Santa Rosa, Quinchía, Marsella, en la cordillera Central. En Antioquía funcionan 250 dragas. Con estos megaproyectos sacan 13.500 indígenas de sus territorios. También desarrollan los megaproyectos de turismo, el despojo con Cartón Colombia y la Palma Africana. El proceso de renovación urbana hace un importante incremento en despojo interurbano. En Marinilla no son ajenas a la realidad de este pequeño territorio del oriente antioqueño, las dinámicas nefastas y mil veces reprochables, del mencionado modo de vida. La empresa NOPCO COLOMBIANA S.A, fabricante de todo tipo de químicos para Colombia y el exterior, solicita en el año 2010 licencia para asentarse en Marinilla. Su licencia de construcción, de acuerdo a lo estipulado por los usos del suelo dentro del Plan Básico de Ordenamiento Territorial, debía haber sido negada. Sin embargo, para permitir el asentamiento de la empresa en el Municipio, ésta se auto clasificó con ayuda de los funcionarios de la administración. Vale decir que NOPCO estuvo instalada en el municipio de Bello, y dadas las quejas de la comunidad por malos olores, y el uso de químicos sumamente tóxicos como el Naftaleno, terminaron con la negativa de renovar la licencia de funcionamiento de la planta química. Por otro lado el poder del paramilitarismo para proteger estos despojos, se presentan amenazas a defensores de derechos humanos tal como lo sucedido con estudiantes de la universidad de Pereira, así como atentados a las sedes sindicales entre ellas a una sede sindical en Manizales. Mario Uribe intermedió para que la Policía devolviera a Antioquia al mayor Francisco Rodríguez. Ese oficial era uno de los miembros de la policía que ayudaba a la Oficina de Envigado en Antioquia. Mario Uribe fue condenado por parapolítica. Al ejército colombiano no le interesa que en el territorio haya campesinos conscientes de que es su territorio, que son sus tierras donde quieren y merecen vivir, donde quieren establecerse, fuera de tanta bala, cultivando y construyendo sus vidas. Así que es más fácil enfrentar la resistencia y la razón de esos campesinos a punta de guerra, de guerra sucia, llegando a casas disparando, bombardeando desde el aire, dejando minas quiebra patas. Pero esto a los medios de comunicación tradicionales y de la oligarquía, no le interesa mostrarlo, no estaría bien visto denunciar las atrocidades del ejército, los abusos diarios a campesinos y campesinas. Es más fácil desplazar, desaparecer y matar; y después de esto abrirle la puerta de manera sonriente a grandes multinacionales y que exploten nuestras tierras, y llenarles los bolsillos con sangre de los campesinos, como han sido asesinados a manos del Ejército Nacional, de los mal llamados héroes de la patria.
La Oficina de Envigado ha tenido a lo largo de su historia unos delincuentes, que hasta ahora comienzan a ser visibles como sería el general Santoyo. No sería un caso aislado como lo hemos sustentado. Guillermo Valencia Cossio fue condenado por sus vínculos con el paramilitarismo. Jorge Gaviria, fue asesor del ex comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo y ex director del programa de Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín, cuando se dio la supuesta “falsa” desmovilización del Bloque Cacique Nutibara de las AUC. Se le vincula a Jorge Gaviria directamente en actividades de narcotráfico.
Como podemos observar nuestra región está contaminada de esa misma clase en el poder.
Nuestra propuesta de paz, justicia y equidad sigue siendo una alternativa para aportar en la construcción del nuevo mundo.
¡COLOMBIA PARA LOS TRABAJADORES!
¡NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE!
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN
¡POR UN NUEVO GOBIERNO DE NACIÓN PAZ Y EQUIDAD!
Dirección Frente de Guerra Central - FGC
Montañas del Oriente Antioqueño,
del Eje Cafetero y el Tolima
Agosto de 2012