He leído con asombro diversa información y desinformación generada fundamentalmente a través de los medios escritos y electrónicos y en base a ello. Yo, como combatiente de base del pueblo de Guerrero y en particular de las FARP solicito autorización a la organización donde milito; al mismo tiempo que ruego a los medios de comunicación den a conocer estas líneas que hoy escribo esperando sirvan de algo para construir la verdad revolucionaria..
“Todo parece natural hasta que se conoce la verdad.”
Julio Cortázar
A los familiares de las víctimas de los paramilitares y seudorevolucionarios:
Al pueblo de México:
A los camaradas de otros pueblos del mundo:
I
Desde hace tiempo el Banco Mundial ha estado reconociendo que el capitalismo no logró llevar ni “justicia ni equidad” a los países del ex bloque socialista. Es en este momento en el que existe un generalizado y fuerte entusiasmo por un modelo económico alternativo al capitalismo, y en específico una renovada y cada vez mayor simpatía por el socialismo, al que sin embargo se le exigen “las mayores libertades democráticas”, en que aparece un escrito rarísimo que habla de «la quimera de realizar “el socialismo”» y de un supuesto “Comité” que decidió salirse de las FARP.
II
Esa carta estrambótica sólo puede provenir de dos fuentes: el CISEN o el "comandante" Francisco. Sin embargo, a estas alturas poco importa hacer distinción entre el CISEN y el "comandante" Francisco. En esencia, ambos se coordinan ya sea voluntaria o involuntariamente en el trabajo contrainsurgente por el espurio manejo de la información.
III
El punto anterior se refuerza al analizar el contenido de esa carta esperpéntica; dicho contenido resume muy bien "otra forma de hacer política”, basada en la desinformación y la calumnia. El CISEN y el "comandante" Francisco son ambidiestros en la política de la mentira. Además, ambos coinciden en eso de «la quimera de realizar “el socialismo"», con una sola variante: los integrantes del CISEN lo dicen porque para eso les pagan; aunque, claro está, no falta el caso de quien lo dice por una profunda convicción de clase. Mientras que en el caso del "comandante" Francisco estamos ante un asunto de profunda frustración política. Práctica y teóricamente, esa cartita resume todos los traumas sicológicos que puede padecer quien ha visto esfumarse sus sueños de poder, agravados por la desdicha y la desilusión de no contar con el apoyo del pueblo para su engendro "revolucionario".
IV
Mueve a ternura la “lógica” expuesta por el “comandante” Francisco para explicar y justificar el asesinato de un luchador social, pues por un lado primero hablaron de que “el asesinato de Miguel Angel Mesino, sea quien sea que lo haya cometido, beneficia la labor de inteligencia gubernamental y da pie para que los caciques locales y el Cisen e inteligencia militar a nivel nacional tengan el pretexto ideal para perseguir, encarcelar y asesinar a luchadores sociales”; también dice: “Miguel Angel Mesino era miembro de una familia a la que admiramos y respetamos por su dedicación a la lucha de nuestro pueblo. A ellos les enviamos nuestra sincera solidaridad”. Para luego, de forma sorpresiva cambiar de opinión y expresar que: “era lógico” porque “tenía relaciones con narcos, era liberal, indisciplinado, usaba los recursos económicos para reclutar, descompartimentaba el trabajo y no fueron raras sus borracheras y sus balaceras en Atoyac y en su pueblo”. ¿Que le hizo cambiar de opinión?, ¿acaso esos grupúsculos con los que coordina y a los que por cierto en un comunicado dio la bienvenida anteriormente no le habían comentado del caso? ¿Se enteró cuando ya había cometido la pifia? En fin, ese es el “revolucionario ejemplar”, el “comandante” Francisco, desde algún cómodo “lugar de la patria”, concluyendo que quien es “liberal”, “narco”, “borracho”, etc., sólo puede terminar asesinado por grupos de seudo revolucionarios, simplemente porque es “previsible” y “lógico”. Siguiendo esa “lógica”, miles de jóvenes mexicanos que han caído en la drogadicción, en el alcoholismo, en la comisión de delitos del fuero común sólo pueden merecer la muerte a manos de ellos, porque es “previsible” y “lógico”. Y los culpables son —dice el “revolucionario” de lejos, el “comandante” Francisco— quienes no lo ayudaron a “corregirse”. ¡Qué análisis tan sabio, “comandante”! A esas mismas conclusiones llegan los abogados y fiscales de la burguesía cuando encuentran que la “violencia intrafamiliar” o la “educación familiar” o la familia misma son las causas de la descomposición social y que lo mejor, para acabar con el “narcotráfico”, el “secuestro”, etc., es la aplicación de la pena de muerte.
V
El “comandante” Francisco calumnia a Miguel Ángel Mesino al decir que “usaba los recursos económicos para reclutar, descompartimentaba el trabajo”, etc. Pero si eso fuera cierto, entonces el “comandante” Francisco estaría convertido en un simple y vulgar delator. Por lo demás, lo anterior nos lleva a abordar el tema de la metodología que usaban algunos “revolucionarios” en Guerrero hace unos 12 años, y a una pregunta: ¿quiénes eran en esa época los máximos dirigentes político-militares del PDPR-EPR, y de la zona de Guerrero, en específico? Para esos seudo comandantes fue muy bonito dar entrevistas al Canal 6 de Julio como “máximos dirigentes”, pero no es agradable asumir su responsabilidad como pésimos dirigentes. Además, el “comandante” Francisco no dice nada de los métodos de trabajo de quienes al escindirse del PDPR-EPR se llevaron el “95%” de la estructura político-militar de esa organización en Guerrero, y quienes en todo caso tenían la mayor de las responsabilidades en la aplicación de esa metodología incorrecta en el trabajo político-militar. Al contrario, en su discurso actual adopta una actitud de un casi servilismo hacia ellos argumentando que: “desde su circunstancia histórica y la visión de entonces, en algunos casos ofuscada e inmadura, abordé y discutí. Muchas de sus conclusiones las reafirmo pero algunas otras las considero apresuradas. Quiero afirmar que en el caso de lo que entonces era el colectivo de conducción de la zona de Guerrero, contiene juicios relativos y sin quererlo así, un espíritu intolerante y descalificador al que le falta una mayor reflexión”. Y continúa diciendo: “desde este espacio quiero reconocer los aportes que los compañeros Antonio, Aurora, Hermenegildo, Cuauhtémoc y otros que no cito por no ser el caso de este escrito, hicieron al desarrollo del trabajo de organización, educación política y del pensamiento crítico en el proyecto que en otro momento compartimos”. Si es así como dice; ¿que garantías hay de que lo que hoy escribe o escriba en el futuro no sea bajo circunstancias de ofuscación, inmadurez, apresuramiento, bajo un espíritu intolerante, descalificador y a su vez le falte una mayor reflexión y que no contenga juicios relativos?
VI
Es completamente falso que algún militante de nuestra organización revolucionaria la haya abandonado. Como salió publicado en el diario Milenio al ser de su conocimiento una carta que circuló por internet de un supuesto Comité escindido de nuestra organización; esta carta o comunicado tiene todas las características de haber sido redactada por el CISEN en claro contubernio por el manejo del discurso y la información con el “Comandante Francisco” al que hoy este combatiente (porque con muchos esfuerzos, caminadas, mal pasadas de hambre, desveladas con los compañeros y cumplimiento de tareas me he ganado este rango, pero a su vez desconozco como adquiere su grado de comandante Francisco) le dice que se ha equivocado de bando. Ninguna estructura se ha separado, al contrario, cada día conocemos a nuevos hijos del pueblo que con anhelo se unen a la lucha, la mayoría en una actitud crítica a esa falacia de la "horizontalidad" que poco a poco irá mostrando su carácter demagógico, pues sólo en una sociedad sin clases, es decir, en el comunismo, puede darse plena la “horizontalidad”. Estamos cansados del manejo demagógico del “respeto a la diferencia”, de la “aplicación de la horizontalidad”, “de otras formas de hacer política”, de la “intolerancia”, del “autoritarismo”, de crear “tendencias”, de “impulsar insurrecciones”, ya basta de tanta manipulación y falsedad; se los dice un campesino incorporado a la lucha, dejen de engañar con las dulces palabras que inventan los burgueses y sus corifeos para estar siempre encima del pueblo.
VII
Los comunicados de varios de esos engendros “revolucionarios” sin sustento social que han aparecido últimamente están escritos con el mismo estilo cosmopolita: un tercio de Vargas Llosa, un tercio de Luis Pazos y un tercio de su mal entendida “Rebeldía”. Hablan de "modelo de desarrollo" y de una serie de conceptos que sólo puede creerse un mal estudiante de Sociología, Economía, Filosofía o Ciencias Políticas. Es decir, esos comunicados están plagados de concepciones demo burguesas. Por ejemplo, sólo un cretino puede decir que el capitalismo es un "modelo de desarrollo".
VIII
Es particularmente gracioso que ese Comité que dice haberse salido de las FARP se denomine “Viva Villa”. ¿Habrán considerado esos fantasmas que se salieron de las FARP por cuestiones “éticas” que Villa fue acusado de violador, asaltante de caminos, roba vacas, etc.? El desconocimiento de la historia de México es abismal por parte de esos fantasmas.
IX
Evidenciaron su verdadera identidad al plantear que somos una estructura dependiente del EPR; coincidentemente, a esta conclusión llegaron los sabuesos del CISEN y el “comandante” Francisco; los primeros a raíz de la explosión de petardos en sucursales de Banamex en la ciudad de México y el segundo al hacer válida la versión del Estado en sus cartas, de que los hermanos Cerezo Contreras forman parte de estructuras suvbersivas al reconocer que el material presentado efectivamente fue incautado. El discurso, las palabras los unen, manejan la misma posición; sabemos la visión de Francisco y todos los “comandantes” que crearon sus proyectos pseudo revolucionarios: ninguna estructura que se haya separado del PDPR-EPR es capaz de construirse sin sus “modestos esfuerzos”.
X
A los que asesinaron al luchador social Miguel Ángel Mesino, de la OCSS, en su afán por descubrir en qué consiste nuestra “provocación política”, se les olvidó refutar una de las principales acusaciones que tienen en su contra: ser simples membretes, detrás de los cuales se esconden cobardemente ya que no solamente asesinaron a Miguel Ángel Mesino, sino también a aquel niño que los descubrió asaltando un “camión de cervezas o refrescos”, al tío de éste, quien había jurado vengar la muerte del niño (luego que le había dicho quiénes eran los responsables del asalto), y a otros militantes de la OCSS. Ante su incapacidad para comprender la realidad política de Guerrero —ya no les exijamos comprender la del país o la del mundo— ahora se han inventado para sí un nuevo tipo de “provocación”: la “provocación política”. ¿Quién más podía entender nuestra “provocación política” de una manera tan maquiavélica sino es que la mente del asesino que pretende ocultar su responsabilidad? Lo que es evidente es que a los asesinos su conciencia los empieza a traicionar y delatar, y entonces miran dedos “señaladores” por todos lados. Esos seudo revolucionarios acusan a algunas organizaciones revolucionarias de pretender aislarlos. ¡Qué ridículo! Nadie que tenga un profundo trabajo entre el pueblo debe temer quedar aislado de su gente, salvo que no tenga nadie a su lado. Además, las organizaciones revolucionarias no aislamos a nadie; son los asesinatos de gente inerme, de niños, de campesinos pobres, de luchadores sociales los que aíslan del pueblo a los criminales. Quien está familiarizado con el trabajo entre el pueblo sabe perfectamente que quienes se suman a la guerrilla le piden al mismo tiempo a ésta la solución de los problemas de su pueblo o región. Así las cosas, el guerrillero genuino tiene toda su vida comprometida con el desarrollo político y militar de su pueblo, y jamás le queda tiempo para andar “aventando piedras en una laguna” o para evocar de manera aburrida, abstracta y superficial —con un estilo de Enciclomedia foxista o, como diría Gilbert K. Chesterton, con un estilo de “novela insustancial de mesa de té”— a “nuestros hermanos afrodescendientes”, mientras prepara el asesinato de un luchador social. Eso no significa que un guerrillero genuino haga a un lado la ternura y la imaginación, sino que las dedica todas a elevar el nivel de conciencia de su pueblo, hasta convertirlo en un pueblo revolucionario. Por eso, el guerrillero verdadero es un transformador social.
XI
De suyo se comprende que es una grave contradicción que un guerrillero asesine a un luchador social. Resumen su plan general de la siguiente manera: “identificar los liderazgos en los movimientos sociales, políticos y armados para eliminarlos físicamente y, con ello, desvirtuar y/o frenar a los grupos, organizaciones y partidos opositores”. Por eso, luego de asesinarlo —no antes, es importante decirlo— dijeron que era narcotraficante, colaborador de inteligencia militar, violador, etcétera. Luego de asesinar al pueblo —con una generosidad inaudita— hablan de reconstruir. Dicen: “cuando hablamos de reconstruir las formas de relación estamos diciendo que promovemos entre las personas, entre los pueblos, entre las comunidades, entre las regiones y entre las organizaciones el diálogo, los acuerdos y la ayuda práctica”. No les preguntemos en qué consiste su “ayuda práctica”. Mejor hagamos historia comparada. ¿No fue el imperialismo yanqui el que con las miras puestas en la riqueza petrolera de Irak acusó a Saddam Hussein de todo lo inimaginable sin presentar pruebas contundentes, y antes de que se le cayera toda su mentirosa argumentación recurrió a la “guerra preventiva”? Por lo tanto, son peores porque George Bush siquiera acusó antes de proceder una guerra colonial; ellos no, primero asesinaron a Miguel Angel Mesino, y luego, sin ninguna prueba contundente, lo acusaron de lo peor. Esos seudo revolucionarios, hijos político-militares de Donald Rumsfeld, luego de asesinar al pueblo, le ofrecen democracia y solidaridad: “diálogo”, “acuerdos” y “ayuda práctica”. Si pensábamos que el uso comercial de la imagen y la historia del Guerrillero Heroico, el Comandante Che Guevara, era lo peor, pues nos equivocamos. Lo peor es cuando en el colmo de la desfachatez se olvidan estos grupos que el Che jamás dio trato inhumano en la guerra a nadie, ni siquiera a los soldados enemigos. Los seudo revolucionarios no le dieron a Miguel Ángel Mesino la oportunidad de defenderse políticamente; antes que dársela, lo asesinaron. Luego, cobardemente, lo calumniaron. Hacen la guerra no como el Che ni como Zapata sino como los viles Carranza y Guajardo. Y no obstante, acusan a algunas organizaciones revolucionarias de “certificar sin rubor quiénes son los buenos y quiénes los malos” y de tener una “lógica carcelaria”. ¡Qué cinismo es no ver que su propia lógica es mil veces peor, pues no es una “lógica carcelaria”, sino una lógica simplemente criminal!
XII
Dicen que son “afortunados” porque su modo de hacer política entre el pueblo, a través del “diálogo, los acuerdos y la ayuda práctica” se “asume y se extiende poco a poco entre nuestros compañeros y entre aquellos que no son parte directa de nuestra estructura político-militar.” Es falso. Decía el Comandante Camilo Cienfuegos, el Señor de la Vanguardia, a quien el Che admiraba mucho, que el “Ejército Rebelde es el pueblo uniformado”. Si el crecimiento de ellos como tales fuera cierto, ¿qué obstáculos políticos y militares habría para desarrollarse sin necesidad de eliminar físicamente a un luchador social cuyo único “delito” fue según ellos ser “incapaz”, “disperso”, “liberal”, etc. Si eso mereciera la pena de muerte entonces a ¿cuantos ciudadanos inermes más van asesinar? ¿quién sigue? ¿Por qué los seudo revolucionarios no se presentaron como organizaciones político-militares si iban a reivindicar el “ajusticiamiento” de Miguel Ángel Mesino de modo político? Si tienen tanta base social que se extiende ya hasta “entre aquellos que no son parte directa de nuestra estructura político-militar”, ¿por qué ocultaron su apariencia física con grotescas pelucas? ¿Y su base social dónde está? ¿Dónde está el “pueblo uniformado” al que se refería el Comandante Camilo Cienfuegos? ¿No será que las circunstancias los obligó a reivindicarlo ante el temor de quemar a sus otros membretes? Y no nos extrañe que todos ellos se sumen a “otras campañas, afortunadamente las más, nacidas en las luchas y los sueños de liberación popular y nacional, campañas que crecen y avanzan, con base en la honestidad y el respeto a los demás”. Por poco y se inundan de lagrimas mis ojos al escuchar estas “sinceras” palabras nacidas del “corazón”; pero no, vuelvo a la realidad y sólo veo que se están coberturando políticamente.
XIII
Quien conozca bien las demandas más sentidas del pueblo de la “Costa Grande y la Sierra de Atoyac” sabe que el pueblo no considera una necesidad estratégica matar a José Rubén Robles Catalán o a Rubén Figueroa Alcocer; lo que el pueblo quiere es justicia social y ésta pasa necesaria y primeramente por lograr y consolidar su organización como pueblo. Todo lo demás lo hará el pueblo, sin necesidad de “iluminados” que escriben comunicados con sangre de luchadores sociales. Si los grandes males se resolvieran matando a esos personajes siniestros no tendrían sentido las miles de expresiones organizadas del pueblo. Esos seres, los principales asesinos de la llamada “guerra sucia”, sólo son los personajes visibles —una especie de membretes— del verdadero poder económico, político y militar de Guerrero. Entonces, de modo concluyente podríamos decir —sin deliberada ironía— que no se trata de desarrollar la lucha política contra membretes, sino la lucha de clases. No entender lo anterior es el costo de desechar a Marx y Lenin y limitarse a mal imitar —por no entenderlas ni política, ni militarmente— algunas experiencias supuestamente “novísimas” y “heterodoxas”.
XIV
Ante un escenario político en el que el priísmo estatal se encuentra librando una fuerte pugna interna, la muerte de Robles Catalán sólo benefició al sector priísta encabezado por Rubén Figueroa. El trabajo sucio se lo hicieron estos grupos. Qué extraño que la figueroísta policía municipal de Atoyac no haya podido atrapar a los asesinos. Qué “honor” debe ser para ellos haber inaugurado la etapa de los “escuadrones de la muerte” en la izquierda mexicana. Todo eso sí que es “otra” forma de hacer política.
XV
S. Chernomordik decía, al referirse a los bolcheviques rusos del periodo anterior a la Revolución de Octubre, que “el revolucionario caído en la prisión burguesa es un prisionero de guerra a merced de su enemigo. Por tanto, su deber es resistir todo lo que sea posible a la violencia de que es objeto”. Por ello, saben muy bien que asesinar un luchador social no es una acción revolucionaria; por eso su moral es baja y lloriquean ante la posibilidad de que el Estado los atrape. Hoy les decimos que no se mortifiquen ni culpen a otros de que sus aliados de la PGR, la SIEDO y la AFI —en la práctica concreta de la lucha de clases en Guerrero lo son— los estén persiguiendo. Miren lo que decían los antiguos chinos: "quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador". Si —como decía Roque Dalton— no quieren “líos” con “la Policía y la Guardia” mejor dedíquense a otra cosa. Con un poco de suerte puede que Josefina Vázquez Mota o Xóchitl Gálvez se impresionen y hasta lloren de emoción por su “profundo” conocimiento de “nuestros hermanos afrodescendientes” y les ofrezcan algún trabajo contrainsurgente.
Una cosa más tengo que decirles, pero lo haré con dos posdatas; quizá así sí me den la “razón razonable”.
¡Por la Revolución Socialista y la Liberación Nacional!
¡La Lucha Popular Revolucionaria!
¡Patria Libre!
¡Y Socialista!
Combatiente Tomás
Posdata 1: Referente a la épica náhuatl:
En general, todos los pueblos de Mesoamérica hacían la guerra con honor, no como ellos, los seudo revolucionarios. En la épica náhuatl, “Nanahuatzin” no se arrojó al fuego para ocultar el asesinato de un luchador social. En cambio, su comportamiento, como membretes, se parece más al de una avestruz —¡pobre avestruz!—, pues lo que están haciendo es esconder su cabeza en la tierra para no aceptar su verdadera identidad, su orígen, su condición de asesinos de luchadores sociales. Por eso fueron muy prudentes al evocar sólo una pequeñísima parte de los poemas solares de los antiguos mexicanos. Ni de broma se les ocurrió identificarse con aquella parte en que el águila y el tigre se lanzan, luego del Dios del Caracol y el Purulento, al fuego llamado Roca de los Dioses: “Y dicen que desde entonces se tomó la ley de llamar y dar nombre a los valientes en la guerra: Águila-Tigre. Primero se menciona al Águila, porque ella fue la primera en lanzarse al fuego y sólo entonces el Tigre la siguió y por esto en una voz se llama el guerrero valiente Águila-Tigre”. ¿Y, en efecto, cómo puede llamársele valiente a quien asesina a un luchador social?
Posdata 2:
¿En qué se parece Vicente Fox y el “comandante” Francisco?
Sin nada más que agregar, y esperando resuelvan el acertijo les mando un abrazo revolucionario.