En ocasión del 47 aniversario del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, a 39 años del golpe empresarial-militar, a 23 años de la seudo democracia policial, y en una nueva conmemoración de la caída en combate de nuestro secretario general Miguel Enríquez y del comandante Ernesto Guevara, se nos hace necesario declarar nuestra posición.
La institucionalidad se resquebraja presentando una fuerte crisis de representatividad y legitimidad, la clase dominante, avalada por sectores entreguistas, apuesta a revalidar el modelo en las elecciones venideras, intentando ampliar el padrón electoral para incorporar las luchas populares hacia las institucionales, ampliando la super-explotación de los trabajadores, la marginación y represión de los pueblos originarios, y en definitiva, la extensión del capital financiero a través del perfeccionamiento del legado jurídico y económico dictatorial, continuado por los gobiernos concertacionistas y el actual proyecto ultra represivo de la vieja derecha golpista.
La vorágine política del último período, impulsada por diversos sectores sociales en luchas recurrentes, no sólo ha impactado la conciencia optimista de los constructores sociales -donde nos incluimos- sino que también ha significado el retorno de muchos personajes que durante años se atrincheraron en el concepto de victimas de la represión, o se vincularon a procesos electorales asegurando sustento propio, recurriendo al estado por beneficios y relegando a la memoria como espacio de lucha y reconstrucción, desechando el compromiso de nuestros compañeros con las tareas revolucionarias y la construcción de la vanguardia de los trabajadores y el pueblo.
Es así, que importantes sectores retrógrados han vuelto a levantar banderas oportunistas tras largos años de entreguismo y traición, inclusive impulsando la lucha electoral como alternativa para el pueblo y los trabajadores, engañando a vastos sectores que se ilusionan con espacios en la institucionalidad.
El MIR jamás reconocerá validez alguna en los procesos electorales burgueses que buscan respaldar a este modelo político y económico, ni procesos que pretendan recomponer la legitimidad del estado policial que vivimos, ni menos aceptará pactos y concesiones con sectores que se insertan en los movimientos sociales o en luchas locales con el afán de impulsar la participación del pueblo en aquellas concepciones ilusas y pequeñoburguesas en vez de direccionar la fuerza popular hacia cauces revolucionarios.
Creemos que los movimientos sociales en alza, si bien son el factor fundamental del realce en las luchas del pueblo, no son los que por sí solos darán las respuestas necesarias en las futuras luchas contra la burguesía nacional y transnacional, que recurrirá nuevamente al genocidio con tal de preservar sus privilegios a costa de los explotados, o en su defecto, utilizará la legalidad a favor, para otorgar reformas tendientes a estabilizar los conflictos de clase. La urgencia, por lo tanto, está en un proyecto político, un programa del pueblo, y la coordinación de las organizaciones de la izquierda revolucionaria, impulsando la acción directa contra el capital y la estructura represiva del estado empresarial, organizando el ejercicio del poder popular, y en definitiva, mostrando una alternativa revolucionaria a nuestro pueblo.
Entendemos que la política que desarrollan parte importante de las diversas vertientes, está plagada de oportunismos que desalojan la matriz histórica y ética del MIR, junto con los valores de solidaridad, compañerismo y dignidad de nuestro pueblo, por lo que expresamos que como organización nos hacemos cargo del peso histórico que significa recuperar el verdadero proyecto político-militar de la clase.
No somos parte de los que salen del país buscando el lucro personal a través del engaño con la solidaridad internacional, no somos parte de los renegados del mirismo que durante años apostaron a las derrotas electorales y continúan arrastrando a la confusión a las nuevas generaciones. No somos parte de quienes usan el nombre de nuestros muertos para generar posturas políticas incoherentes. Los proyectos individuales y todos aquellos que usan el nombre de la organización para el usufructo propio, nada tienen que ver con nosotros.
Aquí estamos desde siempre y no nos moveremos. No daremos ni un paso atrás, los anacrónicos pueden seguir reproduciendo el letargo político que una y otra vez ha desarmado al pueblo en su decisión a triunfar, tanto en Chile y el extranjero, a través de la utopía de la colaboración de clases y humanización del capitalismo. Nosotros no, hace rato ya que elegimos el camino junto a la clase, los explotados, los sin voz, junto al pueblo pobre y los pueblos originarios, los rojinegros somos todas y todos, los rojinegros somos esperanza y futuro.
Reconocemos en los hermanos del MIR Zonal Sur la continuidad del proyecto político revolucionario de los trabajadores, quienes expresan su política a través de sus órganos de difusión “El Rebelde” y su sitio web.
Recordamos que los traidores y enemigos del pueblo, no han sido olvidados ni un solo día. Ni perdón ni olvido. Somos el MIR, y luchamos para vencer.
¡DE LA MOVILIZACION SOCIAL A LA CONSTITUCION DE LA FUERZA POLITICO-REVOLUCIONARIA DE LOS TRABAJADORES!