¿Quieres saber lo que ocurrió este 1 de diciembre en Puebla?

AL PUEBLO DE MÉXICO
A LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS NACIONALES E INTERNACIONALES
A LAS ORGANIZACIONES POPULARES, POLÍTICAS Y REVOLUCIONARIAS
A LA PRENSA NACIONAL E INTERNACIONAL
AL PUEBLO DE PUEBLA
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!

10 de diciembre Día Internacional
de los Derechos Humanos

Este 1 de diciembre se formalizó constitucionalmente la imposición de Enrique Peña Nieto por encima de la voluntad popular como el designio inamovible de la oligarquía nacional y extrajera, arbitrariedad legalizada y respaldada mediáticamente que tuvo dos escenarios: por un lado, el show que consistió en un trámite protocolario entre los poderes fácticos y la autodenominada clase política, y por el otro, las calles del Distrito Federal como la genuina y legitima caja de resonancia del repudio nacional ante la imposición del priista que pretendió ser acallada a sangre y fuego, como el umbral de un sexenio fascista.

El carácter fascista del recién impuesto gobierno, se confirma desde los primeros minutos del día 1 de diciembre, en una cínica violación al propio estado de derecho oligárquico que tanto pregonan, cuando Calderón entrega a Peña Nieto el mando supremo del monopolio de la violencia, éste último en acto seguido, toma protesta a los secretarios de gobernación, de la defensa nacional, de la marina y de seguridad pública, puesto que esto le permitiría aplastar policiaca y militarmente el desbordamiento del repudio generalizado a lo que él representa, priorizando así el control sobre los aparatos represivos por encima del mandato constitucional de recibir ante los poderes de la “Unión” la envestidura de presidente de la República, al puro estilo de las dictaduras militares.

Esta nueva administración es la continuidad del régimen neoliberal, la violencia institucional y la represión generalizada; Calderón deja un fétido olor a muerte, desamparo social de los sectores populares, concentración de la riqueza en 10 familias oligárquicas, más de 80 millones de pobres en nuestro país, y ahora el relevo es más funesto con Enrique Peña Nieto, quién inaugura su mandato con granadas de gas lacrimógeno y pimienta, sangre, balas de goma, terror y operativos policiaco-militares y paramilitares.

En el estado de Puebla también se evidenció la disputa del poder por el poder, que inició desde el proceso electoral hasta el pasado 1 de diciembre; gobernantes y políticos de oficio derrocharon recursos económicos, materiales y numerosos operadores a sueldo en torno a la figura del candidato priista Peña Nieto. A pesar de las cantidades fastuosas que le inyectaron a todo el territorio estatal, la mayoría de los votos favorecieron al candidato del Frente Progresista, debido a la conjugación del trabajo honesto de las bases de la izquierda electoral y al rechazo a las últimas administraciones priistas, desde Piña Olaya hasta Mario Marín, lo cual perdura hasta el actual gobierno PAN-PRD-PC encabezado por Moreno Valle que se encumbró en el poder a través de perversos acuerdos de índole político-económicos.

Tan sui generis se dio el asunto, que en algunas zonas rurales y urbanas de control antorchista, de la CNC y de corporativos obreros como la FROC-CROM, parte importante de sus “bases” votaron por la coalición que candidateó a AMLO, esto se debe a que la mayoría de las bases de dichas organizaciones priistas se incorporan únicamente por necesidad económica o filiación forzada ante las condiciones de marginación y miseria que prevalecen en la entidad, más nunca por convicción; prácticas que de inicio tienen un carácter clientelar como método de cooptación, para después ya estando dentro de estas agrupaciones la hegemonía política se impone a partir de la violencia en todas sus manifestaciones. Es un fenómeno político social de conveniencia mutua, el pueblo la utiliza para resolver sus necesidades y demandas, y las cúpulas caciquiles y gremiales como capital político.

Rafael Moreno Valle como todo priista de la vieja guardia en complicidad con los grupos político-económicos en Puebla, ejecutan un férreo control al interior de todos los ámbitos gubernamentales, llámese Instituto Estatal Electoral, Secretaria de Gobierno, Secretaria de Educación Pública, Secretaria de Seguridad Pública, de Infraestructura, de Salud, entre otras, con el objetivo de favorecer a sus intereses cupulares para conservar su posicionamiento político que le permita ganar alcaldías y diputaciones en el 2013 y las próximas elecciones presidenciales del 2018. Así como también, pretende controlar todos los medios de comunicación e inmiscuirse en la vida interna de organizaciones sindicales y populares.

A la par de esta pugna interburguesa, el clima de violencia institucional que lacera a los diferentes sectores sociales en nuestro estado al igual que en todo el país, se manifiesta con la implementación de convoys compuestos por elementos del ejército federal, policía municipal y estatal, a semejanza de las Bases de Operaciones Mixtas (BOM) que se desplegaron en el sur-sureste del país a partir del año de 1994. Dichos operativos centran toda su fuerza intimidatoria y represiva en las colonias populares conurbadas de la capital y zonas rurales, so pretexto de combatir a la delincuencia organizada y el narcotráfico, mafias que siguen delinquiendo en todos y cada uno de sus giros por la protección gubernamental. A quienes realmente se le ha alterado su vida cotidiana, es al pueblo trabajador al violar sus derechos humanos y constitucionales fundamentales.

Aunado a lo anterior, el gobierno poblano niega que el desempleo siga en aumento y que el poder adquisitivo vaya en detrimento; un hecho reciente fue la firma del convenio para la entrada de la empresa automotriz Audi, bajo el reciente esquema de la reforma laboral neoliberal. Sin embargo, el desempleo ha tenido un crecimiento sostenido por lo menos en los últimos 15 años, incrementándose considerablemente en esta administración, al privilegiar el sector terciario y en el caso del campo priorizando a la agroindustria, despojando tierras comunales y ejidales para imponer megaproyectos inmobiliarios, carreteros, turísticos, mineros e hidroeléctricos; ejemplo palpable es la aprobación preferencial a Grupo Cemex para la construcción de infraestructura para vías de comunicación y trasporte por un costo valuado en millones de pesos.

Políticas económicas proimperialistas, han convertido a Puebla en uno de los principales estados de la República Mexicana en expulsor de mano de obra barata-calificada que migra de lo rural a lo urbano, siendo los principales centros receptores la ciudad capital, el norte del país y Estados Unidos, ó lo que es lo mismo un desplazamiento forzado o involuntario por motivos económicos. A su vez, nuestro estado se ha transformado en un centro de explotación de mano de obra campesina-indígena proveniente de los estados de Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Chiapas principalmente, para trabajar en maquiladoras en el ramo de accesorios de la decadente industria automotriz y como obreros de la construcción de empresas de capital español, japonés y coreano, de manera directa e indirecta mediante testaferros. En ambos casos del fenómeno migratorio, el estado mexicano se exime de la responsabilidad que tiene de garantizar el derecho a un empleo y condiciones dignas de vida, convirtiendo a estos desplazados y expatriados, de parias rurales a parias urbanos.

Ante la insuficiencia de los empleos que el estado llama formales, se ven obligados a competir de manera insana las plazas de la economía informal, y aquellos que no encuentran “vacantes” se ven engullidos por la economía subterránea, como única alternativa de sobrevivencia, al ser utilizados como mulas y tiradores de psicotrópicos y estupefacientes o víctimas de la trata de personas, delitos que cuentan con plena anuencia del estado ya que les proporciona una fuente de ingresos financieros mucho más redituable que lo obtenido en la economía formal. A pesar de que la trata de personas está tipificada como crimen de lesa humanidad, existen corredores de trata de personas como el de Tenancingo, como uno de tantos que existen en nuestra región y en el país; giros negros que son de los principales atractivos para el turismo nacional e internacional.

La pobreza en Puebla es el resultado de las políticas que rigen el orden económico-político, las formas de producción y la distribución de la riqueza. Esto se traduce en el abandono del campo, precisando a éste como una política gubernamental de beneficio a los caciques, los nuevos latifundios, agroindustriales nacionales y extranjeros, en la cual se margina a los pequeños productores y a los campesinos pobres, generando desplazamientos forzados de comunidades enteras.

La priorización de las actividades del sector terciario, han traído ya sus consecuencias a pesar de que los datos oficiales hablan sobre los “mejores” índices de desarrollo, calificando a Puebla en la lista de los 9 estados que más aportan al Producto Interno Bruto, sin que esto se vea reflejado en un beneficio directo a los sectores populares; acentuando así, la brecha de desigualdad socioeconómica entre el área urbana y rural, a pesar de que políticamente se maneje a algunos municipios de manera mercantil como “pueblos mágicos”, bajo la justificación de alcanzar el “progreso”, vulgarizando la supuesta preservación del patrimonio cultural tangible e intangible. Sin embargo, más allá de los limites de éstos, termina esa ilusa mentira para enfrentar la realidad que es de marginación, miseria, pobreza, hambre y discriminación.

De manera paralela, se imponen las llamadas “ciudades rurales” como una medida contrainsurgente, puesto que es un recurso que intenta el estricto control y sometimiento de núcleos poblacionales enteros, obligándolos a aceptar la reubicación a base de presiones y falaces argumentos de bienestar social, para conseguir el objetivo gubernamental-oligárquico de despojo de tierras y recursos naturales, utilizando a sus personeros como Esteban Moctezuma Barragán, cabeza del llamado Consejo Consultivo Ciudadano de Ciudades Rurales y presidente de fundación Azteca. Nefastas iniciativas que confinan a comunidades a un “moderno” modelo de campo de concentración, en donde se pretende implantar nuevas formas de vida y organización totalmente ajenas a su cultura, a partir de la dominación ideológica.

La terciarización de la economía en el país, como en otras economías dependientes, persigue fines inmediatos, ajustarse a las necesidades del capital trasnacional, principalmente financiero, y funcionar al interior de las economías “emergentes” como México, como un vistoso paliativo económico-político al crear infraestructura para la movilización de materias primas y turismo. Sin embargo, esto en nada resuelve la miseria, ya que cohesiona al subempleo como forma paupérrima de resolver la existencia del pueblo trabajador, en donde se beneficia doblemente a los patrones, ya que por un lado explotan indiscriminadamente mano de obra barata, y por el otro, niegan de facto la obligación que tienen con los trabajadores de garantizar seguridad laboral y social.

La presente coyuntura político-electoral a nivel nacional quedó rebasada por la participación de sectores populares, no necesariamente afilados a algún partido electoral. En Puebla esto se reflejó con acciones de descontento contra la imposición de Peña Nieto, antes y después del primero de diciembre; movilizaciones, volanteos, pintas, no se hicieron esperar, expresando el enojo ante otra imposición de un gobierno antipopular y represivo carente de representatividad y legitimidad ante el pueblo, y que en esencia es la continuidad del régimen neoliberal y la antesala al fascismo.

Con el linchamiento mediático que vivimos como pueblo organizado y en lucha, damos cuenta de cómo los gobiernos del PRIAN criminalizaron, reprimieron y encarcelaron a personas que hacían uso legal y legítimo de su derecho a manifestarse ante la imposición de EPN, por ello afirmamos que la cruenta represión del 1 de diciembre en la capital del país fue planeada con antelación y minuciosamente detallada como un operativo policiaco militar de detención, tanto indiscriminada como selectiva, lesionando con alevosía y sadismo a quienes cayeran en manos de policías, militares y paramilitares, esa fue la orden superior. Comprobándose fehacientemente que la violencia proviene del Estado.

Derivado de lo anterior, se han manifestado diferentes expresiones de descontento, unas encaminadas en la determinación de arribar a formas organizativas cualitativamente más complejas en la lucha popular-revolucionaria; otras motivadas por la frustración y desesperación radicalizan su praxis política-organizativa al ver cancelada la alternativa democrática-burguesa como la vía para transformar a la sociedad; y unas que de manera siniestra son fabricadas por los aparatos de inteligencia para generar un clima de confusión, división, infiltración, cooptación… en el seno del movimiento popular, así como generar condiciones para la represión masiva y selectiva.

A partir de nuestra experiencia, compartimos que la revolución no está “a la vuelta de la esquina”, y que la formación de un proyecto de organización revolucionaria exige en el seno mismo de las masas la politización, formación ideológica, la capacitación técnica, estructuración, coordinación, y dirección de la disposición y voluntad del pueblo a combatir.

Manifestamos nuestro reconocimiento a quienes con toda entereza y valor enfrentaron a los cuerpos represores del Estado el pasado 1 de diciembre, al conjunto de nuestros hermanos de lucha que se manifestaron, por su entrega y disposición al mostrar el coraje e indignación -traducido en legítima autodefensa- que sentimos millones de mexicanos ante la imposición y demás vejaciones a los derechos humanos y constitucionales de nuestro pueblo. Damos nuestra solidaridad a los compañeros anarquistas contra los señalamientos infundados y grotescos emitidos por ex y actuales funcionarios del GDF, así como por el nefasto duopolio televisivo y sus filiales. ¡A mostrar firmeza, a no renunciar a su forma de pensar y actuar, están en su legítimo derecho, y a continuar luchando al lado de nuestro pueblo!

A las prisioneras y prisioneros políticos detenidos este 1 de diciembre, a sus familiares, amigos y compañeros de lucha, reciban nuestra solidaridad y saludo revolucionario, sepan que no están solos, la exigencia de su libertad también es nuestra y ya es reivindicada en los distintos rincones del país.

A las organizaciones políticas, populares, de defensa de los derechos humanos, organizaciones no gubernamentales, revolucionarias y personalidades progresistas a sumarnos a la exigencia de libertad a los presos políticos del 1 de diciembre, desde nuestras localidades y a concentrarse en el Distrito Federal.

A Miguel Ángel Mancera, actual jefe del DF lo llamamos actuar con sensatez política, desmarcarse de los mezquinos intereses políticos-económicos de las corrientes internas perredistas y grupos de empresarios voraces; a actuar en consecuencia política y autonomía para romper con la herencia nefasta de Marcelo Ebrard y su policía Mondragón, consecuencia del acuerdo cupular Marcelo- Peña Nieto para perfilarse como próximo presidente de la República. Jefe de gobierno capitalino tenga presente que hoy ya no es procurador.

Es a razón de este análisis económico, social y político, nuestra persistencia en la lucha revolucionaria y en el marco del aniversario de la caída en combate de nuestro insigne comandante Héctor Eladio Hernández Castillo el 10 de diciembre de 1974, lo que da sustento a la continuidad y crecimiento del Comité Estatal de nuestro PDPR-EPR, como parte de un proyecto revolucionario nacional, ¡Estamos presentes y resueltos a vencer!


¡REPUDIO TOTAL A LA IMPOSICIÓN DE ENRIQUE PEÑA NIETO!
¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS DEL 1 DE DICEMBRE!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAÍS!
¡POR LA PRESENTACIÓN DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡HONOR Y GLORIA AL COMANDATE HÉCTOR ELADIO HERNÁNDEZ CASTILLO!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR! ¡EL EPR TRIUNFARÁ!

COMITÉ ESTATAL DE PUEBLA
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

COMANDANCIA DE ZONA
DEL
EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
EPR

Año 48.
Puebla de Zaragoza 8 de noviembre 2012.