Antes de diciembre llega la paz a Colombia...

ANTES DE DICIEMBRE LLEGA LA PAZ A COLOMBIA DIJO JUAN MANUEL SANTOS

Según el Presidente de la Republica, a finales de este año empieza una nueva sociedad. Deberíamos entender, entonces, que ¿habrá educación estatal gratuita, habrá salud por intermedio de su nueva entidad para todos los pobres con su debidos medicamentos?. No habrá acaparamiento de tierras, no habrá despojo, no habrá desempleo, ¿dejaran de robar el oro, las esmeraldas, el carbón, el petróleo, el agua?; ¿También habrá democracia plena, habrá verdad y justicia, las comunidades contaran con economía propia, alimentación, protección del medio ambiente, reservas naturales, zonas verdes y se ampliarán los medios de información, es decir ya no serán monopolio de Ardila Lule, Sarmiento Angulo, el grupo Santodomingo y la multinacional Prisa?.¿Tampoco habrán, más de cien mil seres humanos pudriéndose, hacinados en mugrientas edificaciones a punto de colapsar, que el Estado llama cárceles?; ¿ se acabará el ejercito antirestitución y los paramilitares; y habrá un límite a la morbosa concentración de tierras y de riqueza? ¿Se respetará la vida de los que piensan y luchan por una sociedad justa?

Qué fácil resulta para un presidente aprovechar los grandes medios masivos de comunicación y asegurar semejante cosa. Que lejos están las élites de la realidad de millones de colombianos y colombianas que apenas tienen el día y la noche en esta Colombia desangrada; que cinismo. Frases como las del presidente Santos dejan claro que: una cosa es la paz para los ricos y otra muy diferente la que soñamos los demás. Por lo menos, desde el gobierno y las élites, deberían tener la delicadeza de plantear que con los diálogos de paz, lo máximo que se podría, es sentar unas bases para construir otra estructura, pero, reconociendo que la actual está podrida.

Vemos entonces que la realidad es diferente, en pocos meses no se resuelve toda la problemática social y armada que se ha acumulado en tantos años de violencia, causada por esa clase recalcitrante que ha dirigido el país durante muchas décadas y ratificada por el pentágono cuando dice: "Estamos preparándonos para enviar a Colombia algunos comandantes de brigada que han estado en Irak y Afganistán para que cooperen con los mandos de su fuerza de tarea conjunta".

Esa fantasía del Presidente Santos contrasta con las leyes vigentes y las que están por venir. Solo para mencionar un ejemplo: Se incrementará la impunidad con la ley estatutaria y los asuntos relativos al juzgamiento de los miembros de la Fuerza Pública en cualquier jurisdicción. Faculta al Congreso para adoptar, por ley ordinaria, un Código Penal Policial y crear la justicia penal policial. Crea un fondo para financiar el sistema de defensa técnica y especializada de los miembros de la Fuerza Pública. Toda la reforma apunta a establecer una jurisdicción que sea “comprensiva” con las acciones cometidas en el marco de las operaciones militares, sin que medie una explicación ni mucho menos justificación para tamaño despropósito. Se quiere por medio de este acto legislativo, reformar el Fuero Penal Militar y establecer que toda acción que lleven a cabo los miembros de las Fuerzas Armadas se presume como propio del servicio. Esto significa que la carga de la prueba para demostrar que un supuesto acto del militar no fue tal, lo tendrían las victimas y no de forma oficiosa como se hace hoy, haciendo más difícil el acceso del ciudadano a la justicia. O sea que además de haber sido agredido por un militar a la persona le toca demostrarlo.

Todo lo anterior, es irónico y cobarde, si tenemos en cuenta que el desplazamiento en Colombia ha sido masivo y con fines que van más allá de sacar a unas familias de sus tierras; ha sido un proceso macro criminal que involucra al Estado y como tal debe ser investigado. Colombia es el país con más desplazados y refugiados internos. La mayor fosa común del continente, cuyos cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados, en una muy gran proporción por el ejército del régimen.

La élite de sucios banqueros, militares y políticos corruptos manipulan sobre el concepto de paz. No nos dejan informarnos como corresponde; suprimen la historia o parte de ella tanto en colegios como en universidades. Por ejemplo, vienen dos fechas que merecen reflexión profunda de los colombianos y colombianas, justo en una coyuntura que se centra en la paz. El 9 de abril de 1948 fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán y hasta hoy el Estado no tiene una condena para, por lo menos, garantizar la justicia, la verdad y la reparación, que no sería solo para sus familiares, sino para toda la nación; otra sería la Colombia del siglo XXI, la de hoy, más justa, más humana, si hace 65 años un socialista como Gaitán, hubiera llegado al poder.

Por otro lado, el 19 de abril de 1970, las ultimas elecciones presidenciales del FRENTE NACIONAL, los medios y el gobierno prohibieron la difusión de datos en plenas elecciones para ocultar sus propósitos de mantenerse en el poder y no permitir, ni siquiera, la postulación de un candidato de oposición, aunque no fuera socialista. Le robaron las elecciones al dictador Rojas Pinilla, que ya les había servido para reprimir a las guerrillas liberales y someter a la creciente oposición política de izquierda y a los movimientos sociales.

¡Ha sido tanta la mezquindad de está oligarquía!. Ahora quieren hacerse ver como demócratas y facilitadores de paz, cuando la realidad es otra, siguen con el argumento de no ceder un centímetro del territorio para laboratorios de paz, que la guerrilla debe someterse y rendirse, no hablar un tantico ni siquiera del modelo económico, ni de la reforma agraria, ni permitir una oposición que le dispute el poder.

La paz entonces es justicia social y nada de esa paz vemos venir a corto plazo.

Colombia para los trabajadores. ni un paso atràs liberaciòn o muerte.

DIRECCIÓN FRENTE DE GUERRA CENTRAL
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL - ELN

MONTAÑAS DE COLOMBIA