SOLO LA LUCHA NOS HARA DIGNOS, SOLO LA LUCHA NOS HARA LIBRES.
Al pueblo peruano,
A los Tupacamaristas del Perú y la Patria Grande,
A los pobres, a los humillados y ofendidos,
A las mujeres que se organizan y luchan,
A las organizaciones revolucionarias de nuestra América.
Camaradas:
Desde aquella aciaga tarde del 22 de abril, cuando la Residencia del Embajador Japonés envuelta en llamas por la prepotencia del gobierno narco -Fujimontesinista y del sistema de opresión y explotación representado por el empresariado transnacional, a quienes defendía, pretendían callar el Programa de los Revolucionarios Tupacamaristas al amparo de las balas y la tecnología del Departamento de Estado de los Estados Unidos, han pasado 16 años, y la realidad de casi 11 millones de peruanos se muestra como una bofetada a la mal llamada bonanza económica que proclama el gobierno de Ollanta Humala, testaferro de la inversión extranjera y del continuismo neoliberal.
El crecimiento económico del 6,4 % considerado uno de los más altos de la región, favorable a la oligarquía peruana y de sus patrones extranjeros ha profundizado de manera sostenida la brecha entre ricos y pobres y, en su pretendida perorata de sostener la mentira y la manipulación se proclama a los cuatro vientos que la desigualdad social, gracias a la inversión extranjera y lo acertado de los programas sociales, se ha reducido de manera satisfactoria la pobreza y la desigualdad existente, sosteniendo los defensores de los ricos que desde los 90 el Perú ha venido mostrando un proceso de recuperación y crecimiento económico, que el consumo y el ingreso de las familias han aumentado de manera significativa, explican así, que la guerra sucia, la violación de los Derechos Humanos, el narcotráfico, la corrupción, implementada por la dictadura del fujimontesinismo no solo era viable sino necesaria.
El sistema capitalista como forma económica de dictadura de una clase, desde su implementación en el Perú, no solo se ha desarrollado sino también se ha implementado, ha creado su clase política que se alterna en el gobierno y sistematizado su sistema parlamentario, inalcanzable para las mayorías nacionales, que ven como cada 5 años, los nuevos verdugos trenzan una horca nueva pero no diferente, no es atrevido señalar que Ollanta Humala, constituyó la carta de recambio de un sistema político y de una partidocracia en crisis, así se explica que la victoria electoral y su posterior definición en el terreno de la confrontación clasista tuvo su base en la modificación del plan de gobierno de “Gran Transformación” por la llamada “Hoja de Ruta”, favorable a los TLCs, a la voracidad de las transnacionales mineras, al empresariado nacional y a los intereses de penetración económica y posicionamiento geopolítico del imperialismo.
No fue una traición a la izquierda, al proletariado y al pueblo trabajador, el nacionalismo pequeño – burgués del que nos habla el Amauta Mariátegui, había dado a las mayorías nacionales una borrachera de demagogia electoral y de manipulación política, su programa siempre fue el Programa de las minorías privilegiadas, de la derecha fascista y de la burguesía vende patria; el problema originado por el Proyecto Conga, solo fue un pretexto para alejarse de sus promesas electorales y poder depurar del entorno palaciego a sus aliados transitorios que habían maquillado la campaña electoral.
Ollanta Humala necesitaba adornar su discurso con el aroma de la clase trabajadora y de la izquierda ingenua puesto que no podía recorrer los arenales de la costa peruana, la desolada serranía ni la calurosa amazonia, con sus aliados reales: Toledo, los Fujimori, los Rey Rey, los Vargas Llosa o los empresarios chinos agrupados en torno del Foro de BOA, la APEC, los gerentes de Southern Perú Copper Corp., o con los suizos de Xstrata que ofrecen al pueblo cajamarquino: contaminación ambiental por recursos mineralógicos.
El nacionalismo, constituye desde sus orígenes en la versión chauvinista de la derecha y los sectores reaccionarios, el socialismo y el bienestar con justicia social que propugnamos los revolucionarios tupacamaristas, constituye históricamente un proyecto ajeno a sus intereses.
Estas consideraciones de orden estratégico, la realidad nacional, la pobreza, miseria y marginación, los efectos de una criminal política laboral y la necesidad de un Perú libre, digno, soberano y socialista, constituyeron las bases políticas que obligaron al MRTA, a buscar una tribuna que desnudara la esencia criminal de la narco – dictadura, rompiendo el cerco comunicacional que como táctica de guerra habían implementado los estrategas de la contrarrevolución.
Hoy, a 16 años de tan grandioso ejemplo, hemos retomado el camino y aceptado la única vía que nos ofrecen los enemigos de la felicidad, del pan y la belleza: la dureza de la lucha revolucionaria, hemos asumido el Programa de los defensores de Vilcabamba, el Proyecto histórico del Socialismo Mariateguiano que nuestro Comandante de la Dignidad Néstor Cerpa y los miembros del comando “Edgar Sánchez”, nos señalara y dejaran como legado a construir por las generaciones futuras.
Nuestro compromiso, asume valores y principios heredadas en dura lucha de clases, y ante la arremetida de la derecha neoliberal y fascista nosotros, Fuerzas Armadas Revolucionarias – Ejercito Popular Tupacamarista (FAR – EPT), asumimos el Tupacamarismo revolucionario, como un proyecto de transformación integral, de ruptura sostenida con toda forma de explotación y opresión y nos preparamos para anteponer al proyecto criminal de la oligarquía peruana, la critica revolucionaria de nuestro proyecto y nuestras armas. En esta proyección estratégica marchamos de la mano con nuestro pueblo que a diario es agredido, criminalizado y penalizado, junto al ejemplo de los tupacamaristas caídos en defensa de la patria socialista, del bienestar colectivos y la justicia social.
Hoy, cuando en el ejemplo del Comandante “Evaristo”, abrimos las páginas de nuestra memoria histórica, lo hacemos seguros que la victoria será nuestra, que más temprano que tarde la justeza de nuestro programa revolucionario nos abrirá el futuro, mas allá de los sueños del cretinismo parlamentario, mas allá de las miserias de la democracia burguesa, en el ejemplo de 521 años de resistencia indígena y popular, llamamos a los tupacamaristas consecuentes, a seguir construyendo las entrañas nuevas y vigorosas del poder popular, del Partido Revolucionario y de su Ejército, llamamos a los a los sectores de avanzada revolucionaria a asumir y movilizar las fuerzas populares para acabar con el engaño y la traición de quienes sostienen y defienden un sistema político y una democracia hecha para a la medida de un grupo insignificante de explotadores.
Sostenemos y reafirmamos, que las armas de la critica por si solas, no podían ni pueden suplantar la crítica de las armas, entendemos y por eso aceptamos el reto de la historia que ante la dura realidad que impone el sistema imperante, que el poder material en que se asienta la dominación burguesa, solo puede derrocarse con otro poder material: el pueblo organizado y la fuerza militar revolucionaria. Socialismo o muerte, Patria o muerte, es nuestra consigna.
Reafirmando nuestra apuesta por la verdadera UNIDAD REVOLUCIONARIA, sobre el principio del combate de ideas, por el camino de Mariátegui, AVANZAMOS y en la apuesta visionaria del Comandante Néstor Cerpa, forjamos el futuro del Tupacamarismo.
Túpac Amaru Vive ¡
Comandante Néstor Cerpa…Presente ¡
Con las masas y las armas, Patria o Muerte…Venceremos ¡
Montañas de la Amazonía peruana, Abril 22 de 2013
Camilo Reyes
Comandante Séptimo Frente Guerrillero
FAR – EPT