La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 23 de 2013
La Delegación de Paz de las FARC-EP inicia esta nueva ronda de los diálogos con el gobierno de Colombia con la firme determinación de alcanzar la más importante reivindicación del pueblo colombiano en toda su historia, la que se ha constituido tal vez en el único propósito nacional que une a todos los colombianos que amamos la Patria y luchamos por un futuro mejor para nuestros hijos: La paz democrática, con dignidad y justicia social que tanto anhela nuestro pueblo.
La multitudinaria marcha de respaldo a la búsqueda de una salida política incruenta a esta larga noche de violencia por la que atravesamos, convocada por miles y variadas organizaciones sociales y comunitarias, movimientos políticos, artistas, destacados intelectuales y personalidades, a la que se sumaron la Alcaldía Distrital, gobiernos locales y hasta el Gobierno Nacional, constituye un hecho histórico sin precedentes en el pasado reciente del país que da cuenta del gran clamor popular por la paz.
Otros acontecimientos de los últimos días, como el Congreso Nacional para la Paz, la carta de los 62 congresistas norteamericanos, el respaldo del presidente de Portugal, y otros hechos, dan cuenta del masivo respaldo del país nacional, y de la comunidad internacional, a una paz construida entre todos y para el provecho de todos.
Nadie puede desconocer la magnitud e importancia de la movilización del 9 de abril pasado y del Congreso para la Paz. Como decimos, son todas estas, expresiones de un clamor sentido hondamente por nuestro pueblo, ese mismo pueblo que no quiere más miseria, más hambre, más represión ni más injusticia.
La paz no es un asunto cualquiera: por el contrario, es el objetivo más importante para generaciones enteras de compatriotas que ansían una salida menos dolorosa para el conflicto que vivimos.
En la búsqueda de su realización, debe primar el interés del pueblo soberano, ese que se organiza, se moviliza y que además constituye la mayoría de la Nación. Oponerse a eso no es más que mezquindad, estrechez de miras e irrespeto por la patria.
Esta Delegación de Paz es plenamente consciente de que sin la amplia participación del pueblo colombiano, no será posible el logro de la paz.
Fortalecidos con el nuevo equipo de cuadros que ha llegado a integrar esta Delegación, nos aprestamos a seguir dándolo todo por contribuir a encontrar conjuntamente los caminos de la reconciliación de la familia colombiana para poder tener algún día, el disfrute de todos los derechos y los beneficios iguales para todas y todos los que nacimos en un hermoso, rico y bello país como el nuestro.