Saludo al Foro Ecuménico por la Paz

SALUDO AL FORO ECUMÉNICO POR LA PAZ

Saludo enviado por Nicolás Rodríguez Bautista, Primer Comandante del ELN al Foro Ecuménico por la Paz, realizado en Bogotá, el pasado 18 y 19 de Mayo en Bogotá.

Señores pastores asistentes al Foro Ecuménico por la paz. Estimados Señores y señoras, el ELN saluda con entusiasmo este trascendental evento al que augura muchos éxitos y resalta su trascendencia por la importancia que tiene para Colombia, la discusión sobre la Paz, la Ética y la Política, y nos alegra sobremanera la invitación para sumarnos a este constructivo intercambio.

Queremos empezar afirmando que los colombianos y las colombianas tenemos delante, la vital e impostergable tarea de reconstruir el tejido ético de nuestra sociedad, lacerado por más de 5 décadas, del conflicto social y armado que hemos padecido, pero además profundamente afectado por la actual crisis civilizatoria mundial, provocada por la voracidad del sistema capitalista, que todo lo convierte en mercancía, que desprecia la vida e impone la lógica de la ganancia y la acumulación, como fin absoluto, justificando todos los medios para lograrlo.

La crisis ética ha atravesado y contaminado todos los espacios, partidos, organizaciones, movimientos, e instituciones de nuestra sociedad: La familia los gobiernos, las iglesias, la derecha y la izquierda.

Debido a lo anterior, es indispensable asumir la tarea de recomposición ética, al tiempo que caminamos unidos o en coordinación, en un proyecto de sociedad y humanidad sustentado en los valores de la democracia profunda, la solidaridad y la vida humana en armonía con la Madre Tierra.

El ELN, la ética y política

Partiendo del reconocimiento de la gravedad de la Crisis Civilizatoria en la que nos encontramos, el ELN, en nuestro IV Congreso de 2006, reafirmamos y enfatizamos lo indispensable que es subordinar la política a la ética, y lo militar a lo político.

Uno de los daños gravísimos causados por quienes agencian el conflicto prolongado de Colombia ha sido la inversión de éste orden, dónde lo militar supedita a lo político, mientras lo ético entrampado en esa realidad, desparece.

Para el ELN, la ética es la recuperación y defensa de la Utopía, sustentada en la visión de un mundo libre, justo y posible, con esa visión nacimos y en ella nos mantenemos porque es nuestra razón de ser, en medio de ese entorno hostil señalado arriba, por ello asumimos el respeto de la vida, de las ideas de los demás, de la autodeterminación de los pueblos. Emancipación, es armonía y equilibrio con la naturaleza para transformar la vida, servir a los intereses del pueblo y la defensa del planeta. Esa es la brújula que guía el camino hacia la libertad, en comunidad, para edificar un proyecto de nación de patria, de humanidad.

La Ética y la confrontación militar

Nuestra condición de Organización alzada en armas, en lucha y resistencia hace que la ética no pueda estar ausente de la confrontación militar: nos hemos planteado desde que nacimos, un estudio serio en nuestras filas, para comprender y respetar el Derecho Internacional Humanitario, En este marco, cuando cometemos errores buscamos esclarecerlos y rectificarlos, varios de ellos los hemos reconocemos públicamente y pedido perdón o las disculpas correspondientes.

A nuestro interior nos guiamos por códigos sancionatirios, por reglamentos de funcionamiento y por estatutos que nos defines los marcos de acción; tenemos además las normas de comportamiento con la población que son incluso de conocimiento público.

Ética y Paz

El ELN concibe la paz como un proceso profundamente democrático y participativo, sin exclusiones, donde el protagonista principal sean las mayorías excluidas, junto a todos los demás sectores que no están de acuerdo con esta guerra absurda que nos han impuesto. Si el resultado de este proceso es una sociedad democrática, el proceso mismo debe ser democrático. Un proceso de paz, que se limita a diálogos y negociaciones entre gobierno e insurgencia, excluyendo a las mayorías, no puede producir un resultado democrático y liberador y estaría destinado al fracaso.

Es por ello que el ELN piensa llegar a una mesa de diálogo con el gobierno a examinar si en realidad ellos tienen voluntad de paz, es decir, si entienden que ese proceso debe tener el protagonismo del pueblo y la sociedad.

Si es así entonces lo acertado de tal dialogo es generar mecanismos para esa participación y generar un ambiente y reglas del juego que estimulen su participación.

Entendemos que el conflicto que padecemos tiene un origen estructural, económico político y social y ello produjo el alzamiento en armas, por tanto es sociedad excluida del poder económico y político, quien tiene que definir como diseña la arquitectura del proceso.

Por ello es tan interesante y definitorio, ese proceso de movilizaciones por la paz expresado pos cientos de miles de gentes de a pie que organizados levantan los mandatos por la paz de Colombia.

Resumiendo, el ELN considera que la paz es el camino hacia un nuevo paradigma político, social, cultural y ecológico. Como tal, debe mostrar una congruencia entre medios y fines porque el camino y sus formas son tan importantes como el destino.

El ELN y la Fe

El paso de Camilo Torres Restrepo por las filas del ELN ha dejado una huella imborrable. Camilo redimensionó el concepto del “amor al prójimo” - la esencia originaria del cristianismo – para que le sirviera como carta de navegación en su nuevo compromiso con los pobres de la tierra. La fe, antes que ser un pronunciamiento o declaración, tiene que ser una práctica de lucha que implica el encarnarse en los pueblos para ser junto con ellos, para hacer de la redención el mejor acto de liberación humana.

Igualmente, el legado de Camilo impulsó dentro del ELN profundas reflexiones internas sobre la naturaleza de la relación entre Fe y Revolución, entre cristianismo y marxismo. Después de mucho debate y reflexión podemos afirmar que la relación entre la Fe y la Emancipación Revolucionaria es estratégica, ya que toda revolución es a la vez un acto racional-científico y una obra espiritual y de fe.

Por esa senda abierta por Camilo transitaron otros hombres y mujeres de Fe que encontraron dentro del ELN un espacio de vida y de lucha para asumir el compromiso revolucionario. Entre ellos, el sacerdotes Manuel Pérez Martínez, Domingo Laín, José Antonio Jiménez Comín Diego Cristóbal Uribe, Bernardo López Arroyabe y otros, que representaron con su vida y su obra al lado de los pobres y oprimidos, el patrimonio sagrado de las luchas por la emancipación humana.

El respeto por la diversidad es uno de los presupuestos éticos más trascendentales del ELN, porque la unidad no se forja imponiendo falsas uniformidades. La unidad es una manta de múltiples colores, tejida cuidadosamente con la mirada puesta en un horizonte común: el fin de la miseria, el hambre, la tiranía y la opresión.

Por ello, dentro de las filas del ELN caben los hombres y mujeres de Fe, como los que no. Al igual que caben los pueblos originarios, cuya espiritualidad está ligada a ritmos sagrados de la Madre Tierra, o los afrodescendientes, cuya vitalidad vibra al son de la tambora, del bombo y el guasá.

A manera de conclusión

La paz, la utopía, la ética de la vida y de la humanidad, son proyectos de espiritualidades profundas, de cualquier tradición religiosa, y también de quienes no profesan ninguna fe, pero valoran la vida, la humanidad y aman a la Madre Tierra.

Muchas gracias.