Saludo enviado por Nicolás Rodríguez Bautista, Primer Comandante del ELN, al Foro por la Paz de Porto Alegre, Brasil, convocado por la Marcha Patriótica, el pasado 24 y 25 de mayo.
Compañeros y compañeras reunidos en el Foro Por la Paz de Porto Alegre Brasil.
Reciban del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, un fraternal y solidario abrazo para todas y todos los presentes.
El ELN saluda con entusiasmo este importante foro por la Paz. No dudamos que servirá para sumar esfuerzos, esperanzas y sueños por la anhelada Paz en nuestra Patria.
Igualmente, saludamos la Mesa de Diálogos entre el gobierno nacional y las FARC en la Habana, y las expectativas que ésta genera.
Paz para Colombia es Paz para Nuestra América
Estamos convencidos que la paz de Colombia es un asunto estratégico para el proyecto de independencia y emancipación de Nuestra América.
La guerra de Colombia, que se ha prolongado por más de 5 décadas, juega un decisivo papel desestabilizador en la región, además de servir como pretexto para la presencia e injerencia militar del imperialismo norteamericano.
Colombia ha servido, desde hace varias décadas, como plataforma contrainsurgente continental.
Recordemos que el Plan Colombia, diseñado en Washington, inició en 1999, un año después del primer triunfo electoral del Presidente Hugo Chávez, lo cual demuestra que siempre tuvo una proyección extra-fronteriza, y que formaba parte de un plan imperial de militarización de la región andina.
Nos podemos remontar a marzo de 2008, cuando las fuerzas armadas colombianas bombardearon un campamento de las FARC en la línea fronteriza con la hermana república del Ecuador, acción que buscaba internacionalizar el conflicto colombiano y utilizarlo como mecanismo desestabilizador, justificando combatir el terrorismo.
O la firma del acuerdo, en 2010, que permitió la presencia de 7 bases militares gringas en nuestro territorio. Podemos citar los centenares de paramilitares colombianos que han cruzado la frontera hacia Venezuela, sumándose a los planes de desestabilización violenta contra la Revolución Bolivariana.
Es claro entonces, que las fuerzas armadas colombianas, con más de medio millón de efectivos, con la más moderna tecnología militar, y la segunda más grande del continente después de Estados Unidos, no existe solamente para combatir la insurgencia en nuestro país.
Llama la atención que preguntado el presidente Santos sobre los necesarios cambios en las Fuerzas Armadas en el proceso de paz, su respuesta ha sido que no tendrá modificación alguna.
Esa monstruosa maquinaria militar colombiana tiene un claro designio continental. Para que se consolide el proyecto de liberación e independencia, nuestra América necesita convertirse en una zona de paz y para ello la guerra en Colombia tiene que acabarse.
Ese objetivo, no lo podemos lograr solo los colombianos; necesitamos del concurso de los pueblos de América Latina y del mundo.
Por ello, señoras y señores reunidos en este magno evento, hacemos el siguiente llamamiento: Construir en el Continente, un gran movimiento continental por la Paz en Colombia y que de aquí salgan sólidas bases para ello, que se junten a otras que ya vienen trabajando en esa dirección. Los dirigentes congregados acá, no deben dispersarse, sin haber logrado dicho objetivo. Para ello cuenten con nosotros.
El ELN le apuesta a una Paz Popular
Al interior de Colombia, la guerra juega un papel determinante para el modelo de acumulación capitalista, que facilita la dominación y el control de sus territorios. Cualquier apuesta por la paz tiene que desafiar este modelo.
En este sentido, los elenos y elenas pensamos que en Colombia se diputan tres modelos de paz: la paz de los sepulcros que impulsa el ex-presidente Uribe, la paz oligárquica que encabeza el presidente Santos que busca la rendición de las guerrillas para que Colombia se coloque sin dificultades en manos del capital trasnacional. Y la tercera, la paz popular, con la que nos identificamos con ustedes, que considera que ella significa cambios profundos en la vida política y social del país que supere las causas que originaron el conflicto y el alzamiento en armas de parte de la juventud colombiana.
La paz popular es el resultado de un profundo proceso participativo de debate y deliberación, que produzca la arquitectura de un nuevo proyecto de nación, en franco desafío del proyecto de acumulación y dominación, en el cual se pueda vivir sin guerra. Lo determinante de este modelo de paz, es que el protagonismo popular defina la agenda, el contenido y la temática, nosotros aportamos nuestra disposición para crear mecanismos y generar un ambiente que facilite la dinámica de lucha, movilización y organización de todos los que quieren la paz en Colombia y ese esfuerzo lo queremos concretar en una mesa de diálogos con el gobierno colombiano.
La paz popular se sustenta en la ética de la unidad y congruencia de medios y fines; porque si se espera un resultado democrático, el proceso mismo debe serlo, porque no se puede esperar como resultado una sociedad incluyente si se parte de un proceso de paz excluyente. Por tanto, la metodología debe ser profundamente transparente, democrática, y participativa.
El ELN hizo pública en 1997, la Convención Nacional, como propuesta de paz para que la nación participara y hoy estamos convencidos que esa propuesta tiene plena vigencia, pues el clamor del pueblo colombiano por ser partícipes en el proceso actual, ha crecido en los últimos tiempos.
Como ELN no pedimos nada para nosotros en el proceso de paz, mas que el derecho a aportar en él nuestro modesto esfuerzo, de modo que las garantías políticas, la democracia, la soberanía y el futuro, son el derecho de todas y todos los excluidos de la patria y junto a ellos estaremos siempre, como ayer hoy y mañana.
El ELN se suma enteramente al espíritu de este encuentro y les deseamos los mejores éxitos.
¡Que viva el foro por la paz de Porto alegre!
¡Qué viva la paz de Colombia!
¡Qué viva la paz para Nuestra América!