Esta revolución fue liderada por Eloy Alfaro Delgado, un líder atípico lejano a las antiguas estructuras criollas terratenientes y distinto por su origen al ser nativo de una provincia periférica, Manabí.
El legado de esta Revolución en lo político fue fundamentalmente la incorporación de derechos y garantías políticas y civiles en la constitución, la separación del estado y la Iglesia fundando instituciones modernas civiles.
Desde la perspectiva social, la creación del sistema laico público, la conculcación del tributo indígena y la prisión por deuda, el impulso a los artesanos y gremios, la incorporación de la mujer al trabajo público, la nacionalización de los bienes de la Iglesia Católica.
Obras físicas de magnitud en la construcción de la integración nacional, la conectividad y el mercado interno fueron el telégrafo y el tren trasandino.
El tema de la soberanía como posición política permanente y los afanes de integración latinoamericana basada en una internacional del liberalismo social, fue otro de los elementos claves de la Revolución.
Tanto en la Costa como en la Sierra, se acogió la convocatoria de Alfaro hecha desde Panamá. A la voz del líder, se tomaron por asalto algunos cuarteles de Guayaquil y se lo proclamó como Jefe Supremo de la República, el 5 de junio de 1895 en el Puerto Principal, fecha que marca el inicio de la Revolución Alfarista.
Los Montoneros fueron vitales para este triunfo. Hombres y mujeres, que machete en mano, luchar contra el poder de la hacienda y la oligarquía, de esta la entrañable MONTONERA ALFARISTA, se conocen coplas, cantos, amorfinos, arrullos, significación de amor y rebeldía de esta GUERRILA compuesta de montubios, negros, indios, cholos, hombres y mujeres que con su grito rebelde de ¡VIVA ALFARO CARAJO! , irrumpieron las montañas, los valles y los pueblos oprimidos de la patria.
Ese mismo ejemplo los herederos de estas montoneras y de Alfaristas convencidos, no cesamos en la lucha por una nueva patria rebelde Alfarista de a de veras, a fin de destruir la estructura oligárquica aun vigente en el Ecuador de hoy, sumido en un marasmo neo populista autodenominado Socialista del siglo 21. Los Alfaristas y el ejemplo de las montoneras y de los mártires de ALFARO VIVE CARAJO seguimos en el intento de derrocar a la oligarquía o morir en el intento