Se imagina uno que como gobierno, y en yunta con la más extrema derecha militarista, la campaña de falsas informaciones acerca de los desarrollos del conflicto armado interno, y la persecución abierta contra modestos dirigentes del movimiento popular sobre quienes se lanzan acusaciones inadmisibles, abriga la ilusión de presionar a las FARC-EP en la mesa de conversaciones de La Habana.
Porque, qué otro sentido podría atribuirse a informaciones absurdas como éstas:
El día 17 de mayo, a las 10:00 horas, por RCN televisión, el general Jorge Humberto Jerez, comandante de la fuerza de tarea Apolo, del Ejército, anunció el decomiso 30 kilos de cocaína en el municipio de Palmira, en el norte del Valle del Cauca. El hombre a quien capturaron atribuyéndole la posesión de la droga era un simple transeúnte, que pretendió pasar con el alijo ante una patrulla militar, movido por su ambición personal. Sin embargo, el general mencionado, sin ningún fundamento y carente de cualquier grado de vergüenza, declaró ante los medios que con esa captura se comprobaban una vez más los vínculos del frente 6º de las FARC con el narcotráfico.
El día 15 de mayo, por el noticiero de televisión RCN, y luego por Tele Pacífico a las 13:00 horas, se denunció que en el municipio de Buenos Aires, corregimiento del Alto Naya, en la vereda la Playa, habían sido asesinados cinco miembros de una misma familia. Gentes de buena voluntad acudieron solícitas a buscar y recoger los cadáveres. Para su sorpresa, pudieron comprobar que en esos sitios no había ocurrido nada de lo denunciado. Sobra decir que las fuentes de la malintencionada información acusaron presurosamente a las FARC como autoras del múltiple crimen.
A principios del mes de mayo fueron asaltados por las autoridades los campesinos de la Asociación de JuntasComunales de los ríos Mira, Nulpe y Mataje, ASOMINUMA, que cuenta con personería jurídica para su funcionamiento legal en el municipio de Tumaco, Nariño.Una docena de sus integrantes fueron detenidos, acusándolos de ser guerrilleros. Otro de ellos resultó asesinado.
Ahora ocurre con los representantes de los campesinos y negritudes del Pacifico que conforman el MOSUEP. Sus líderes Manuel y Vallejo resultaron abordados por agentes de la DEA, lo mismo que Yair, otro líder el movimiento, conminándolos, mediante el empleo de groseras amenazas,a convertirse en delatores a su servicio. Los agentes de la DEA se movilizan tranquilamente por nuestro suelo sin ningún control oficial. Esa práctica es común ya en el Caquetá, en donde fue asesinado otro líder campesino con el argumento de pertenecer a las FARC. Otro más fue capturado bajo la misma acusación.
Se supone que en Colombia existe el derecho de asociación, y se presupone por tanto que el régimen tiene el compromiso de garantizarles los derechos políticos a sus ciudadanos.
Llama la atención la caradura de los funcionarios del gobierno, dando por criminales a personas sencillas y honradas como los campesinos mencionados, para presentarlos como partes de victoria. Esa es la guerra que dicen estar ganando. El régimen sacia su necesidad de triunfos asesinando y persiguiendo a la población inerme.
Al contrastar estos datos con los de otras regiones en donde vienen ocurriendo casos semejantes, observamos que este tipo de operaciones van en notable aumento. En ocasiones se tiene la impresión que el presidente Santos trata de sacar ventajas, en su afán por conseguir un imposible arrodillamiento por parte de las FARC-EP, al tiempo que chantajea al movimiento social, desconociendo la realidad incontrastable de que las condiciones están cambiado favorablemente para los sectores democráticos.
En cambio los mismos medios de comunicación, en alianza nefasta con las fuerzas militares, ignoran y callan que entre los días 26 de abril al 3 de mayo, fueron realizadas por unidades de este Bloque 11 acciones militares, de las que se tiene confirmado plenamentela muerte de un militar y las heridas a otros dos. Dos helicópteros artillados fueron averiados, mientras el Puesto de Policía de la Guayacana fue atacado con cohetes de RPG-7 y fusilería. También se llevó a cabo un retén guerrillero en la vía Pasto – Tumaco por espacio de 12 horas.
Sabemos que hubo más muertos y heridos, que fueron evacuados secretamente, respaldados por fuertes medidas de seguridad.
ESTADO MAYOR BLOQUE COMANDANTE ALFONSO CANO DE LAS FARC-EP
Montañas del Occidente de Colombia, 8 de junio de 2013