¡¡Por la vida, la dignidad, la tenencia de la tierra y la permanencia en el territorio!!
¡¡Viva las luchas del pueblo en el Catatumbo!!
Se acerca el mes de iniciada la protesta en el Catatumbo y el vigor con el cual los pobladores agitan las consignas y defienden las reivindicaciones planteadas en su pliego de peticiones no sólo se mantiene, sino que estimula a las diferentes comunidades, organizaciones sociales y sindicatos a mantenerse firmes en la solidaridad y en el reconocimiento de las necesidades de avanzar con mayores niveles de coordinación y unidad popular, así como en el desarrollo de importantes acciones de lucha en el plano nacional, que obliguen al gobierno a modificar su comportamiento y políticas frentes a los graves problemas del país.
Cerca de 20.000 pobladores participan del paro; las comunidades de los 11 municipios apoyan y participan de manera activa de las asambleas y actividades programadas. La unidad y la solidaridad que de manera permanente se invoca recuerdan las importantes lecciones surgidas de las marchas cocaleras, los paros y jornadas de lucha realizadas en los años de 1996, 1998 y 2006 con las cuales el pueblo del Catatumbo logró en su momento comprometer al gobierno nacional y departamental y a las distintas alcaldías con sendos planes para la región como el Plan de Vida Motilón-Barí y el Plan de Desarrollo y Paz para el Catatumbo, pero que como ha sido histórico en el país tuvieron que ser almacenados dados el incumplimiento y rechazo que de los mismos hicieron los distintos gobiernos.
Resulta sin embargo indignante el tratamiento de guerra que recibe esta justa y legítima protesta del pueblo del Catatumbo por parte del gobierno. Para nadie es desconocido la fuerte arremetida de la policía y el ESMAD contra los participantes del paro; cuatro labriegos muertos y más de una veintena de heridos han sido el resultado hasta el momento de la orden entregada por el gobierno de reprimir a sangre y fuego la protesta. A lo anterior se juntan los numerosos detenidos y la estigmatización que del paro y los líderes realizan el Ministro de Defensa, Interior y demás funcionarios del gobierno, a quienes no les ha faltado el descaro de decir que el paro ha sido infiltrado por las organizaciones guerrilleras presentes en la región y que sus dirigentes son miembros de ellas.
Y es que el justo paro de los pobladores del Catatumbo que hoy ensordece al gobierno y todos sus acólitos tiene su razón y recibe el apoyo de todas las mayorías en Colombia. Por un lado porque la extracción histórica de los recursos naturales de los cuales es rico el Catatumbo no ha traído ningún bienestar para la población y por el contrario, ha aumentado la pobreza en la región. Mientras las multimillonarias ganancias derivadas de la explotaciones de petróleo y carbón engordan las arcas oficiales y de los concesionarios privados, la pobreza multidimensional en el región se extiende alcanzando en los diferentes municipios índices superiores al 73% a excepción de Ocaña; en Hacarí por ejemplo este índice según las mismas estadísticas oficiales alcanza el 93%, en El Tarra el 92% y San Calixto el 90%. Existen además muy bajos porcentajes de cobertura en servicios públicos y sólo el 27% de la población del Catatumbo tiene cobertura de agua potable.
Mencionar el peligro inminente en que se encuentra una amplia zona de reserva forestal existente en la región, el Parque Nacional Catatumbo-Bari (158.125 hectáreas) y dos resguardos indígenas (Motilón-Bari y Catalaura) dada la acción depredadora de empresas que sin permiso y compasión alguna explotan y apropian de nuestros recursos forestales y el territorio. Cifras oficiales señalan que producto de la explotación indiscriminada de los recursos maderables hay ya una pérdida de cerca de 300.000 hectáreas de bosque, que podrían ser mucho más si el gobierno mantiene su empeño en entregar concesiones mineras sin consulta previa a las comunidades.
Además, el desestimulo de la producción agrícola, la ausencia de vías y créditos baratos, los procesos erosivos, la alteración de la regulación hídrica, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de las fuentes hídricas complejizan y hacen más agobiante la situación del campesinado y los pobladores de la región que al no encontrar alternativas reales de subsistencia diferentes al cultivo de coca tienen que enfrentar las fumigaciones aéreas, las erradicaciones forzosas y en general toda la represión del Estado.
Por otro lado, el Plan Colombia y ahora el Plan de Consolidación principales orientadores de la acción del Estado en el Catatumbo elevan la desestabilización, el desplazamiento y la confrontación armada en la región. Para nadie es desconocido que en aplicación de estos planes todas las políticas y acciones dirigidas a recuperar el territorio y fortalecer la presencia del Estado se vienen traduciendo en mayores violaciones a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, léase mayores empadronamientos, capturas masivas, montajes judiciales, ejecuciones extrajudiciales, allanamientos sin orden judicial y bombardeos indiscriminados. Además, vienen extendiéndose en la región nuevos grupos paramilitares que establecen a su antojo controles en los barrios y municipios, sacan listas negras, extorsionan, asesinan y delinquen, todo con la anuencia y apoyo del Estado y sus FFAA que alcanzan en la región un número cercano a los 15.000 hombres.
Frente a toda esta problemática donde lo predominante es el abandono, la ausencia de libertades y desconocimiento de los derechos por parte del Estado, resulta obvio el encrispamiento social; además el gobierno carece de argumentos para deslegitimar la protesta e insistir en los chantajes y presiones a los líderes populares. Nuestro partido expresa su solidaridad y apoyo irrestricto a la lucha que desarrolla el campesinado y el pueblo en el Catatumbo, y rechaza la actitud arbitraria y antidemocrática del gobierno que utiliza toda serie de excusas para negarse a negociar el petitorio de las comunidades.
El Catatumbo requiere soluciones urgentes. Los problemas que se agravan en la región no pueden seguirse tratando con las mismas políticas y mucho menos adoptando el comportamiento que tradicionalmente ha adoptado el Estado colombiano. La realidad demuestra el viraje profundo que se requiere tanto en el Estado como en las políticas a implementar en la región. En esos términos la óptica no puede seguir siendo la misma frente al fracaso más que evidente de las políticas neoliberales y de desarrollo rural, los reveses y en especial el impacto negativo que sobre las comunidades tiene la política represiva que viene adoptando el gobierno frente a los cultivos ilícitos; lo mismo frente a la ilegítima e ilegal política de seguridad ciudadana complementaria de los Planes de Consolidación que aplica el gobierno. Frente al desconocimiento de las libertades y la violación de los DDHH y el DIH la actitud tampoco puede ser la misma.
El Catatumbo requiere una política integral de desarrollo que destaque la soberanía del país y la región en materia alimentaria, que facilite créditos baratos para el campesino, que reconozca el territorio y garantice la permanencia de las comunidades en el mismo; que permita el ejercicio de los derechos y libertades, en un marco donde además la lucha contra la pobreza y el analfabetismo, la defensa del derecho al trabajo, la salud, la educación y la vivienda digna comprometa al Estado y sus autoridades departamentales y municipales. En el corto plazo, la declaratoria de la Emergencia Económica y Social para el Catatumbo, en medio del reconocimiento del importante papel del campesinado y las comunidades es en ese sentido una propuesta importante de analizar en la vía de avanzar hacia soluciones de mayor alcance político y social.
Estamos seguros que las comunidades del Catatumbo saldrán adelante con su petitorio y que los lazos que se estrechen con el movimiento popular a nivel nacional además de contribuir a la unidad, la denuncia, la movilización y el combate popular contra el régimen y el gobierno, potenciarán la lucha por un gobierno democrático y popular que haga posible la esperanza, la soberanía, la libertad y el bienestar que tanto añora el pueblo colombiano.
¡Viva la lucha del pueblo en el Catatumbo…Viva, Viva, Viva!
¡Abajo el mal gobierno…abajo, abajo, abajo!
¡Combatiendo Unidos…Venceremos!
Comité Ejecutivo Central
Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)