Hacemos llegar un saludo de cariño a la familia, amigos, hermanos y hermanas de sueños de María Cristina San Juan.
Expresamos nuestro pesar por su fallecimiento a temprana edad, pues sabemos que es el resultado de los años de prisión política que enfrentó junto a su compañero de vida, en medio de enfermedades crónicas que nunca fueron tratadas médicamente como era necesario según los diagnósticos que el propio médico penitenciario señalaba.
Quienes la conocimos sabemos bien de las injusticias y atropellos a los derechos humanos a los que fue sometida. Siendo obligada a permanecer en el Hospital de la Penitenciaria de Santiago en una camilla durante años. Cumpliendo una cruel condena dictada por el juez fascista Alfredo Pfeifer, a pesar que todos los testimonios y los verdaderos hechos de su proceso la debían haber dejado en libertad.
Durante años organismos internacionales y organizaciones sociales y de derechos humanos, exigieron su libertad inmediata por razones humanitarias. Sin embargo, el estado policial y sus gobiernos serviles, hicieron primar su odio de clase en contra de aquellos que se mantuvieron firmes en un camino de lucha y resistencia popular.
María Cristina, asumió con firmeza y dignidad el tiempo que le toco vivir, luchando por la liberación de todos los prisioneros políticos.
Madre guerrera y cómplice, mujer leal y trabajadora, mujer del pueblo pobre y sus historias.
Nuestro sincero homenaje a tu partida, acompañado del compromiso inclaudicable de seguir luchando y resistiendo en esta verdadera guerra de los ricos en contra de los pueblos y de la madre tierra.