Respetuoso saludo reafirmando el interés de mantener el dialogo epistolar, al tiempo que les deseamos éxitos en su trabajo por la paz de Colombia.
Recibimos su carta del pasado 11 del presente mes, la cual valoramos en su contenido, pues además de permitir una interlocución, contribuye a buscar caminos de Paz y solución a esta crítica situación que padece Colombia, que hoy se reafirma entre otras realidades, en el Paro Agrario que ya cumple dos semanas, con el decidido respaldo de diversos sectores que desde la Capital y otras ciudades del país, se solidarizan con los campesinos a quienes el gobierno y los demás factores del poder, los somete a políticas de represión y desconocimiento, lo que evidencia la crisis del campo colombiano.
En su carta del pasado 11 nos solicitaban poner en libertad al ciudadano canadiense Jernoc Wobert, vicepresidente de exploraciones de la empresa minera Braeval Mining Corporation, retenido en el Sur de Bolívar desde comienzos del presente año.
A la fecha este ciudadano ha sido puesto en libertad por el ELN y para ello fue importante, el anuncio de dicha empresa de abandonar Colombia y entregar dos de los 4 títulos mineros que había comprado en circunstancias irregulares que en su momento pusimos a consideración del país y que fue uno de los motivos que produjo la retención del mencionado ciudadano. Recordamos que la empresa en cuestión debe devolver en su totalidad los 4 títulos mineros.
En diversas oportunidades hemos reiterado, que en aras de avanzar en la superación de situaciones complejas de este grave Conflicto Social y Armado que padecemos los colombianos, es necesario que las partes que están, o que resultan involucradas, deben contribuir a resolver las dificultades y de esa manera encontramos caminos que facilitan las soluciones.
Por lo anterior hemos expresado que no somos partidarios de las soluciones unilaterales porque en la mayoría de las oportunidades en que hemos recurrido a ellas, buscando resolver dificultades, se ha actuado de manera insensata o displicente por parte del gobierno, lo que complica aún más las soluciones.
Desde hace más de 20 años, el ELN ha llevado a cabo importantes esfuerzos por concretar diálogos con los gobiernos, la sociedad colombiana, así como con diversos gobiernos y pueblos del mundo, en aras de encontrar para nuestro país, una Salida Política al Conflicto social y armado que padece Colombia desde hace más de 50 años. En consecuencia con las experiencias adquiridas en este importante lapso de tiempo, hemos concluido que colocar condiciones para iniciar o desarrollar los diálogos entre la insurgencia y el gobierno, es poner obstáculos a dichos procesos y ya tenemos numerosas experiencias por las posturas de diferentes gobiernos, de reiterados incumplimientos a acuerdos establecidos, incluso con el actual gobierno, que en su momento se conocerán, lo cual genera distancias y desconfianzas para avanzar por los caminos de la paz de Colombia.
Respondiendo a otro punto de su carta, el ELN definió en su último Congreso llevado a cabo en el año 2006, que respalda y busca que se cumplan los principios de Verdad Justicia y Reparación para las víctimas del conflicto y tiene claro que al respecto el Estado no puede pretender actuar como juez y parte, porque es el mayor responsable en tan delicado fenómeno y en tal sentido debe responder por ello.
De la misma manera reafirmamos nuestro respeto y acatamiento del DIH. Clarificando que hay asuntos específicos del conflicto interno colombiano, que deben mirarse a la luz de la realidad y sus particularidades.
Reiteramos que vemos con urgencia la creación de un amplio movimiento por la paz de Colombia y alentamos a todos los colombianos y colombianas a trabajar por él con ahínco.
Finalmente expresarles que tal como lo hemos afirmado en repetidas ocasiones, nadie debe dudar de nuestra disposición al diálogo para buscar caminos de paz y futuro para Colombia.