A 40 AÑOS DEL GOLPE PATRONAL, VIVA LA RESISTENCIA POPULAR
1. Fue un golpe militar fascista de la oligarquía chilena, la patronal empresarial y latifundista, ejecutado por sus FFAA prusianas y clasistas bajo la dirección y patrocinio del imperio norteamericano.
Un golpe mortal al gobierno del compañero Salvador Allende. Gobierno surgido producto del ascenso de la organización y las luchas del pueblo y los trabajadores del campo y la ciudad.
A la vez un golpe quirúrgico a las organizaciones políticas revolucionarias que a pesar de contar en aquel momento histórico con un gran potencial de masas en disposición combativa, no estuvieron bien preparadas para ese megacombate desigual.
Tampoco el espacio y tiempo para organizar una contraofensiva de resistencia popular organizada y armada, sino más bien obligados por la masacre y aniquilamiento de las fuerzas propias a un repliegue hacia la clandestinidad y en desbandada.
Recordamos y valoramos profundamente los heroicos focos de resistencia armada que se dieron en más de un rincón del país en los mismos días del golpe. Destacamos particularmente los combates librados en las montañas de nuestro Wallmapu durante 3 meses por un puñado de combatientes miristas y trabajadores del Complejo Maderero Panguipulli, bajo intensos bombardeos aéreos, movimientos de tropas regulares y especiales, y un hecho desconocido hasta hace muy poco: una escuadra de militares norteamericanos, de los Rangers, operando impunemente en plena selva valdiviana.
Los pueblos del llamado tercer mundo habían desplegado en este periodo una lucha social potente en contra del capitalismo y en pro del socialismo, marcado por la solidaridad internacionalista de los pueblos y sus contingentes organizados para la lucha frontal contra el capital, el imperio y las fuerzas opresoras de las oligarquías nacionales.
La solidaridad combatiente con Vietnam, Angola, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Colombia son los ejemplos más conocidos.
Cientos de hombres y mujeres internacionalistas participaron en esas luchas, muchos de ellos cayeron heroica y dignamente en esos combates libertarios.
Honor y gloria a nuestros hermanos combatientes internacionalistas caídos en esas batallas por el mundo.
2. Han pasado 48 años desde el nacimiento del MIR, fuerza política y social importante en el Chile de los 60 y en la construcción del movimiento popular revolucionario que acompañó la llegada de Allende al poder político institucional.
El MIR, con su apoyo crítico al gobierno de la Unidad Popular, puso su mejor esfuerzo y voluntad en la construcción del poder popular comunal, en organizar frentes de masas en el campo y la ciudad, en su propia organización como partido y en las acciones del pueblo pobre en la recuperación de tierras y fábricas.
Sin embargo, su opción por todas las formas de lucha y la lucha armada en particular, no fue lo suficientemente construida como para transformarse, en aquel momento de ofensiva popular, en una real y contundente fuerza militar del pueblo, con capacidad de contrarrestar la correlación de fuerzas militares y policiales fascistas que desataron la más grande represión de estos últimos cien años en contra del pueblo chileno y el pueblo mapuche.
Golpes duros inmediatos al golpe militar para los revolucionarios y el pueblo fueron sin duda la caída en combate de Miguel Enríquez y el cobarde asesinato de Víctor Jara, entre muchos otros.
Asestado el golpe militar, pasarían años antes de reorganizar las diezmadas fuerzas revolucionarias del pueblo y las del MIR en particular.
Hacia fines de los 70 y comienzos de los 80, ya reorganizados, se producirían importantes acciones de resistencia armada al fascismo oligarca, como las que realizaron los combatientes guerrilleros del Destacamento Toqui Lautaro en Neltume, las de la Fuerza Central con sendas acciones de justicia, como las ejecutadas contra el teniente coronel Roger Vergara, jefe de Inteligencia Militar, y del general Carol Urzúa, intendente de Santiago, así como las múltiples acciones de las milicias de la Resistencia Popular.
Esta voluntad y decisión de combate insurgente pagaría nuevamente grandes costos en manos de la represión brutal y asesina del régimen pinochetista, donde caerían cientos de hombres y mujeres militantes del pueblo organizado en armas.
El MIR, más golpeado que nunca política y militarmente, para mediados de los 80 entraría en su mayor y más profunda crisis política, ideológica y valórica, en momentos en que el pueblo se reorganizaba y reactivaba su lucha social en la calle, pariendo en ese proceso y en el año 83 a una nueva fuerza militar del pueblo: el FPMR.
3. En 1983 se produce, en plena represión dictatorial a las primeras protestas populares masivas, el primer apagón nacional en dictadura. Una acción de sabotaje al tendido eléctrico central por parte de un comando del FPMR. Este sería un accionar que se repetiría en cada protesta y paros nacionales durante los 80.
Insurgía así esta nueva organización armada del pueblo, la cual realizaría también sendas acciones de justicia popular, como la emboscada contra el propio jefe militar de la dictadura, Augusto Pinochet, en septiembre del año 86, en la que lamentablemente el genocida salió ileso.
Acciones de justicia a destacar también fueron las realizadas contra Fuentes Morrison, el Wally, torturador emblemático de la CNI; Arturo Fontaine, director general de Carabineros. Jaime Guzmán, jefe político de la dictadura genocida en Chile.
Así mismo, recordamos en esos años de fines de los 80 y comienzos de los 90, la acción de justicia ejecutada por un comando del MIR en contra de Julio Benimelli, jefe operativo de las fuerzas especiales de Carabineros.
El FPMR jugaría un rol destacado en la lucha antidictatorial y aglutinaría a importantes contingentes de combatientes y milicianos que, junto al accionar de las otras organizaciones y contingentes revolucionarios alzados en armas, pusieron en duros aprietos a las clases dominantes chilenas, las que ante la amenaza popular optaron por el pacto interburgués para convocar a la desmovilización del pueblo a través del plebiscito del 88.
El Partido Comunista, impulsor y mentor del FPMR, se hizo parte de este pacto e impuso la desmovilización de las estructuras del Frente para renunciar a la lucha armada. Eran momentos en que la dictadura realizaba una cacería y masacre humana en la llamada operación de Corpus Cristi. Fueron cruelmente asesinados 12 rodriguistas. Todo esto provocaría un quiebre político y valórico con el PC que sería irreversible. Raúl Pellegrin junto a otros compañeros liderarían la corriente revolucionaria y armada de esta organización decidiendo la realización de acciones con modalidades guerrilleras en diferentes zonas del país, siendo la más conocida la de Los Queñes, donde sería apresado, torturado y posteriormente asesinado junto a su compañera de vida y dirigente de la organización, Cecilia Magni.
4. Sería también a mediados de los 80, cuando los hermanos del Mapu-Lautaro irrumpían con su accionar armado en la lucha de clases, alcanzando la mayor fuerza de sus acciones subversivas para fines de los 80 y comienzos de los 90, principalmente en los territorios populares urbanos.
Destacamos, desde el punto de vista de la disposición combativa, su accionar permanente de hostigamiento ofensivo a las fuerzas policiales de Carabineros y de los ratis.
También el esfuerzo y compromiso unitario expresado en la intensa y corta vida de la Coordinadora Subversiva por una Patria Popular.
El caso del Mapu-Lautaro sería el más representativo de la estrategia represiva del primer gobierno de la Concertación, encabezado por el pro-golpista democratacristiano Patricio Aylwin.
Elocuentes muestras de esta fiebre represiva del nuevo poder fueron el asesinato planificado desde el ministerio del Interior de Marcos Ariel Antonioletti, militante del Mapu-Lautaro, así como la ejecución vil transmitida en vivo por televisión de Alex Muñoz y Fabián López, militantes del FPMR.
Mientras en Chile caerían en combates desiguales y acciones represivas en estos años concertacionistas, más de una cincuentena de militantes lautaristas, rodriguistas, comunistas, miristas y anarquistas libertarios.
Aldo Norambuena, Luis González, Mario Vásquez, Ignacio Escobar, Pedro Ortiz, José Oyarzún, José Araya, Yuri Uribe, Fernando Soto, Gustavo Cabezas, Mauricio Arenas, Claudia López, Daniel Menco, Eduardo Miño, Alfredo Hermosilla, Carlos Aedo, Juan Cruz, Rodrigo Cisternas y Mauricio Morales, algunos de estos combatientes del pueblo caídos en la lucha popular de estos años.
5. Habían pasado 20 años de un periodo de la historia que podríamos situarlo a modo general entre el triunfo de la Revolución Cubana a inicios de los 60 y la caída del Muro de Berlín a fines de los 80.
En Chile, a comienzos de los 90, se consolidan las políticas neoliberales impuestas a sangre y fuego por la dictadura, bajo la administración de la Concertación y el pacto interburgués para darle continuidad a un modelo económico y represivo que ha marcado la vida política y social de estas últimas dos décadas.
Se acababa así la efímera fiesta popular del NO y junto con el pacto interburgués y yanacona, llegaba la alegría cartucha de la Democracia Protegida y Policial.
Se plantea entonces un rediseño de la política represiva contrainsurgente del Estado chileno, la que les daría importantes frutos en la desarticulación de las organizaciones revolucionarias y armadas a comienzos de los 90, obligando a un nuevo y complejo repliegue de todas estas fuerzas en medio de esta nueva ola represiva pos dictadura.
En los primeros 10 años de gobiernos concertacionistas serían más de un centenar los prisioneros políticos que estrenarían la primera cárcel de alta seguridad del país, el CAS.
Este sistema carcelario de aniquilamiento sicológico al estilo del "primer mundo" sufriría dos golpes contundentes por parte de los luchadores populares encarcelados.
La masiva movilización desarrollada durante un año completo, con diversas tomas, protestas y huelgas de hambre de los presos políticos, sus familiares y las organizaciones sociales que continuaron trabajando por la defensa de los derechos humanos, que terminaron por derrotar el régimen interno y modelo carcelario que el gobierno y el estado Policial querían imponer.
El otro: el rescate en helicóptero de cuatro rodriguistas realizado por un comando del FPMR el año 96 desde las mismas entrañas de ese bunker draconiano de la sociedad de control de la modernidad.
6. Con la llegada del nuevo siglo vendrían renovados combates anticapitalistas y de liberación social y nacionalitaria.
Irrumpen con fuerza diferentes expresiones del movimiento social de nuestro pueblo: el movimiento estudiantil, poblacional y de trabajadores recuperaba sus fuerzas y retomaba con nueva savia la lucha frontal.
Grandes movilizaciones de masas protestan contra las políticas de los gobiernos de la concertación y del empresariado transnacional.
La resistencia popular camina firme por los diferentes territorios del país, en barricadas y movilizaciones donde las molotov son expresión de defensa ante un Estado represivo y de control.
La llamada ley Hinzpeter, la nueva perla fascistoide, un ejemplo representativo, así como las leyes neoliberales para aumentar el saqueo multinacional: las del agua, la pesca, forestal y minería, entre las más jugosas para el gran capital oligarca.
En nuestro sur profundo del wallmapu irrumpiría también con mucha y renovada fuerza la lucha por territorio y autonomía. Se daba así un salto importante en los niveles de organización de la lucha del pueblo-nación mapuche.
La CAM y otras organizaciones mapuche en pie de lucha comenzarían a desplegar una estrategia de permanentes acciones de sabotajes a las empresas forestales invasoras y a los terratenientes usurpadores y promotores del racismo y el paramilitarismo.
El estado chileno y sus gobiernos impulsarían en respuesta una arremetida represiva que militarizó e implementó en los hechos un Estado de Sitio permanente al territorio mapuche y sus comunidades. Asesinatos y violaciones a los DDHH contra las comunidades mapuche se desataron en pleno siglo XXI.
Alex Lemún, Juan Cohuillín, Agustina y Mauricio Huenupe, Julio Huentecura, Matías Catrileo, Jaime Mendoza Collío, algunos de los caídos y asesinados en la lucha de liberación nacionalitaria de su pueblo. Rodrigo Melinao, en agosto de este año, asesinado de forma cobarde por paramilitares policiales; nuestro homenaje y compromiso.
7. A 40 años del golpe fascista, los 40 años de resistencia armada y popular que este 11 se hacen trinchera, memoria y resistencia.
El atentado a las Torres Gemelas, puesto en bandeja por la CIA a su engendro Al-Qaeda en el otro 11 de septiembre, el que inicia el nuevo siglo y nueva era del saqueo globalizado, cambió y cualificó la estrategia contrainsurgente de control y represión a nivel mundial.
Las dificultades y desafíos para la necesaria clandestinidad de la lucha armada se hicieron mucho más duras y complejas para las organizaciones revolucionarias y antisistémicas.
En estas últimas dos décadas nos ha tocado realizar un gran esfuerzo de sobrevivencia y reorganización en medio de un largo y complejo repliegue refundacional, donde el derrotismo y claudicación de muchos ha servido de punta de lanza para el trabajo de inteligencia y desarticulación de las fuerzas insurgentes y libertarias de nuestro pueblo.
Estos últimos dos años hemos hecho público nuestro proyecto conjunto como organizaciones hermanas que venimos marchando en este camino unitario desde la clandestinidad hace más de una década, creyendo firmemente en la construcción de la fuerza propia del pueblo y el poder popular autónomo y radical.
8. Saludamos entonces la protesta popular y el accionar miliciano en esta nueva y significativa jornada de lucha y resistencia contra todo lo que representa el maldito Golpe Militar.
Nuestro compromiso inmediato será continuar aportando nuestro grano de arena en la lucha callejera y miliciana en los diferentes territorios del pueblo pobre chileno y en la alianza en construcción con nuestros hermanos del pueblo-nación mapuche.
Así como nuestro grano de arena en la lucha de los pueblos hermanos del continente, particularmente en la del heroico y combativo pueblo colombiano que en estos días despliega una gran batalla popular con un paro nacional de más de 20 días.
Ni perdón ni olvido a los criminales y fascistas, militares y civiles.
Ni perdón ni olvido a los políticos recalcitrantes y yanaconas que traicionan al pueblo y dan sustento a las transnacionales saqueadoras y depredadoras del imperio.
Jamás renunciaremos a la justicia para los miles de detenidos desaparecidos y ejecutados por las fuerzas militares y policiales del Estado chileno y del continente.
Justicia para los prisioneros políticos, exiliados, torturados y perseguidos socialmente.
Justicia para los combatientes chilenos y mapuche que han caído en la resistencia armada del pueblo pobre frente al gran capital y sus gobiernos gendarmes.
La mágica y heroica marcha guerrillera por las montañas del Wallmapu, en medio de un gigantesco cerco militar de las fuerzas represivas chilenas y argentinas durante 50 días, emprendida victoriosamente por nuestros dos hermanos dos años atrás, así como la digna resistencia a la prisión draconiana y violadora de todos los derechos humanos que por ya 12 años sufren nuestros hermanos presos en Brasil, representan nuestro mejor ejemplo de lo que somos y queremos ser como organizaciones revolucionarias en resistencia.
¡¡Construyendo fuerza y unidad continental, hasta vencer o morir!!
¡¡Solo la lucha nos hace libres!!
Frente Patriótico Manuel Rodríguez
MIR Ejército Guerrillero de los Pobres